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Inteligencia Artificial; o el Moderno Prometeo


Enviado por   •  11 de Mayo de 2018  •  Ensayos  •  2.008 Palabras (9 Páginas)  •  173 Visitas

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Alberto Cifuentes Ospina

 INTELIGENCIA ARTIFICIAL; O EL MODERNO PROMETEO

Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha mostrado gran fascinación por lo místico, lo religioso, lo divino. La capacidad de crear vida, que ha sido atribuida a diferentes deidades, se ha convertido en una obsesión insaciable que el hombre mortal ha deseado usurpar. La creación de androides cuasi-humanos, o los experimentos ficticios planteados por Mary Shelley en su libro Frankenstein; o el Moderno Prometeo, testifican de ese deseo indómito que posee el hombre por imitar el poder de la divinidad.

Y aunque imitar la divinidad en este sentido pareciera no ser perjudicial de ninguna manera, existen ciertas controversias que están siempre presentes cuando se quiere abordar un  tema como estos. En la obra de Shelley, se pone en debate aspectos como la ética científica, la autoridad para crear y destruir vida, la discriminación del ser humano, o la relación del hombre con Dios. Y si bien es cierto que la naturaleza consciente del monstruo de Frankenstein difiere de la inteligencia artificial de un androide moderno, existe la posibilidad de que dichas creaciones tengan algo en común: ambas terminan rebelándose en contra de sus creadores.

La idea de que las máquinas tomarán el camino de la “rebelión” no es nada nueva, pues ya ha sido abordada en diferentes contextos. Las obras de ciencia ficción fueron las primeras en plantear esta posibilidad, siendo la pantalla grande su principal medio de difusión. Películas emblemáticas como Terminator y The Matrix  retratan un futuro apocalíptico, donde las máquinas han subyugado la raza humana después de una larga guerra. Aunque es fácil pensar que este tipo de escenarios solo se presentan en la ciencia ficción, acontecimientos recientes sugieren que la idea podría convertirse en toda una realidad. Durante una charla en el Foro de Navegación y Proyección Profesional, que se realizó el pasado primero de septiembre en Yaroslavl, el presidente de Rusia Vladimir Putin afirmó lo siguiente[1]:

<y no quisiera que ese monopolio se concentre en pocas manos>>

Declaraciones que han generado preocupación entre los expertos, y no es para menos, ya que según la prensa estatal, el trabajo en el desarrollo de drones y robots para uso militar está muy avanzado en Rusia[2]. El viceprimer ministro de Rusia Dmitry Rogozin publicó un video en el año 2017, donde se pueden observar una serie de robots mostrando sus capacidades bélicas. Llama la atención uno en particular llamado FEDOR (de las siglas Final Experimental Demonstration Object Research), un androide capaz de disparar utilizando armas en cada mano con una precisión excepcional; acertando a todos los blancos en el centro de las dianas. Sin duda alguna un soldado que cualquier país quisiera tener en sus filas.

Pero Rusia no es el único país que está invirtiendo en inteligencia artificial para reforzar su arsenal militar. Recientemente el gobierno chino ha establecido un plan de desarrollo para convertir al país en el líder mundial de inteligencia artificial en el año 2030. Para llevar a cabo semejante tarea, China se ha trazado el objetivo de construir una industria en este campo tecnológico valorada en 150 mil millones de dólares[3].

La apuesta ambiciosa de China ya ha sido vaticinada con anterioridad, y bien podría convertirse en realidad. En abril del 2016, el vicepresidente del Grupo de Tecnología e Investigación en Microsoft, Harry Shum, aseguraba que China iba a liderar el mundo en el campo de la inteligencia artificial. Las declaraciones de Shum no carecen para nada de fundamento, ya que en dicho país se ha venido presentado un gran avance en este campo. Li Yanhong, CEO de Baidu - motor de búsqueda más usado en China - está trabajando en un proyecto que tiene como objetivo poner vehículos autónomos en las carreteras del gigante asiático en tan solo tres años[4]; un anhelado sueño de la ingeniería que hasta el dia de hoy nadie ha hecho realidad.

Li Yanhong quiere situar a China al frente de la investigación en inteligencia artificial. Para ello, Yanhong considera que existen cuatro líneas de investigación fundamentales: interacción inteligente entre seres humanos y máquinas, análisis de big data y predicción, tecnologías de conducción y pilotaje automático, así como tecnología robótica para uso militar. Actualmente ya existen sistemas de inteligencia artificial instalados en misiles chinos, los cuales podrían anular la amenaza de las fuerzas antimisiles tierra-aire y aire-aire. Indudablemente dicha tecnología podría darle a China una ventaja significativa en una situación de conflicto.

El panorama mundial con respecto a este campo de la tecnología no ha sido ajeno a Estados Unidos. Con base en un informe publicado por un subsecretario del Departamento de Defensa estadounidense, la secretaria de la Oficina de Inteligencia del Pentágono, Kari Bingen, alerta de los avances que están teniendo Rusia y China en materia de inteligencia artificial[5]. En el mencionado informe se insta al Departamento de Defensa a reconocer el potencial militar revolucionario de la inteligencia artificial, ya que Estados Unidos debe escoger entre <>. Queda entonces por ver cuál será la estrategia empleada por la primera potencia mundial para que su hegemonía militar no se vea amenazada.

La competencia ha comenzado, y los participantes ya están moviendo sus fichas buscando salir victoriosos, o al menos no quedar rezagados con respecto a sus competidores. Dada esta situación, no cabe duda que la inteligencia artificial jugará un papel determinante en la supremacía militar del mundo futuro, y  según lo visto, la capacidad bélica de las máquinas podría ser muy similar a la mostrada en las obras de ciencia ficción.

Es entonces razonable hacer la siguiente pregunta: ¿Podrán las máquinas con inteligencia artificial sublevarse en contra de sus creadores? Los escépticos consideran que este escenario no es posible, ya que la inteligencia de una máquina está gobernada por una serie de algoritmos, que a su vez están predefinidos por una persona. Según ellos, para que la sublevación no se presente, es suficiente con diseñar algoritmos que garanticen la lealtad de las máquinas. Esta posición, aunque técnicamente correcta, es ingenua. El ser humano, en su deseo insaciable por obtener poder, podría estar cometiendo el mismo error del Dr. Víctor Frankenstein, quien en medio de sus experimentos no era aún consciente del tipo de monstruo que estaba creando.

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