La Cebolla
leoagro1324 de Octubre de 2013
7.987 Palabras (32 Páginas)389 Visitas
I. INTRODUCCIÓN
La cebolla (Allium cepa L), es una de las hortalizas más importantes y más cultivadas en el mundo, en nuestro país tiene gran trascendencia debido a su amplia distribución geográfica, superficie y consumo per cápita, así como a la gran cantidad de cultivares existentes (blanca, colorada y perla), siendo un cultivo típico de la región interandina hay que considerar que existen importantes esfuerzos en la costa ecuatoriana en el desarrollo de este cultivo.
En lo referente a cebolla paiteña o de bulbo, ésta se ha mantenido en promedio entre los años 1998 y 2003 en 56.800 hectáreas. La superficie cosechada en promedio en el periodo de análisis fue de 8.260 hectáreas, lo que implicó un rendimiento promedio de 6,84 TM/ha.
Al igual que la cebolla blanca, la de bulbo es también un producto cultivado en la región sierra del Ecuador, siendo Tungurahua la provincia que produce casi la mitad de todo el volumen nacional 44 %, luego se ubican las provincias de Chimborazo, Carchi, Loja y Guayas que aportan con un 51 % para dejar un 2 % que se divide entre Imbabura y Cañar.
Los altos estándares de calidad existentes en estos mercados, unido a la lejanía de los mismos, obliga a los productores a maximizar los esfuerzos para generar buenos niveles productivos a los más altos estándares sanitarios, que les permitan, a su vez, obtener buenos retornos. Por lo que se realizan esfuerzos para minimizar el impacto de enfermedades, sobre todo en cosecha y post-cosecha, a fin de disminuir las pérdidas ocasionadas por patógenos de aparición tardía, como es el caso de mildiu causado por Peronospora destructor.
En la actualidad, no hay cultivares comerciales resistentes a esta enfermedad y por lo tanto el control de la enfermedad que se está haciendo con los aerosoles frecuente de fungicidas y sistémica.
En las zonas cebolleras de la serranía de nuestro país, el mildiu Peronospora destructor, es la enfermedad a nivel de campo más importante en el cultivo de la cebolla (Allium cepa. L). Se presenta en todas las temporadas y causa pérdidas importantes en los rendimientos.
Para el control de este patógeno, generalmente existe una dependencia en utilizar habitualmente controles químicos como fungicidas, sin estudiar o evaluar otras alternativas de control. En el contexto de las tecnologías de búsqueda actual el uso de productos naturales ha cobrado mayor importancia en la protección de las plantas con una producción menos dañina para los seres humanos con un menor impacto ambiental y ecológico.
En contraste sobre las prácticas de control de enfermedades de las plantas, especialmente aquella impuestas sobre el uso de los pesticidas, el control biológico se ha incrementado, capturando la imaginación de muchos fitopatólogos y que se está tomando como claro adelanto, utilizando como método dentro de las prácticas de cultivo para el control de patógenos del suelo. Al integrar organismos antagónicos como Trichoderma spp y Bacillus spp como hongos no patógenos, se está limitando el espacio físico que los patógenos tienen para desarrollarse, y además se constituye como agente de biocontrol que no presenta riesgo de daño ecológico. Su efecto antagonista nos permite reducir la frecuencia de aplicación reduciendo por lo tanto el costo de manejo fitosanitario.
Actualmente los mercados a nivel mundial exigen un sistema de producción más eficiente y que respete el medio ambiente, esto obliga a las empresas a buscar alternativas de manejo saludables para el medio ambiente en el que desarrolla esta actividad y de la misma forma el ambiente de trabajo del recurso humano dedicado a esta actividad que es lo más importante, tales alternativas no solo son más económicas, sino que a largo plazo una de sus cualidades es que no generan resistencia y una vez que forman parte del ambiente ecológico, reducen los costos de producción, la contaminación del medio ambiente y propician al trabajador un ambiente laboral saludable. Es por ello que la presente investigación pretende introducir dentro del MIPE (Manejo Integrado de plagas y enfermedades) el uso de organismos antagónicos Trichoderma spp y Bacillus spp al ataque del mildiu Peronospora destructor (Berk) Caspary.
1.1. Objetivo General
Evaluar el efecto de la aplicación de Bacillus spp y Trichoderma spp en el control de mildiu velloso (Peronospora destructor) en el cultivo de cebolla paiteña o de bulbo.
1.2. Objetivos Específicos
Determinar la efectividad antagónica de Trichoderma spp y Bacillus spp contra Peronospora destructor (Berk) Caspary causante del mildiu velloso de la cebolla paiteña.
Identificar la dosis adecuada de Trichoderma spp y Bacillus spp para el control de Peronospora destructor (Berk) Caspary.
Realizar el análisis económico de los tratamientos.
II. REVISIÓN DE LITERATURA
2.1. El Cultivo de la cebolla
Según Hanelt (1990), la cebolla (Allium cepa L.), pertenece a la clase de las Monocotiledóneas, familia Alliaceae, genero Allium.
Planta: bienal, a veces vivaz de tallo reducido a una plataforma que da lugar por debajo a numerosas raíces y encima a hojas, cuya base carnosa e hinchada constituye el bulbo.
Bulbo: está formado por numerosas capas gruesas y carnosas al interior, que realizan las funciones de reserva de sustancias nutritivas necesarias para la alimentación de los brotes y están recubiertas de membranas secas, delgadas y transparentes, que son base de las hojas.
Sistema radicular: es fasciculado, corto y poco ramificado; siendo las raíces blancas, espesas y simples; el tallo: sostiene la inflorescencia es derecho, de 80 a 150 cm de altura, hueco, con inflamiento ventrudo en su mitad inferior. Las hojas son envainadoras, alargadas, fistulosas y puntiagudas en su parte libre, el fruto es una cápsula con tres caras, de ángulos redondeados, que contienen las semillas, las cuales son de color negro, angulosas, aplastadas y de superficie rugosa.
Maroto (1994), menciona que es una planta bianual, que, en condiciones normales, se cultiva como anual para recolectar sus bulbos y, cuando se persigue la obtención de semillas, como bianual
Castillo (1999), afirma que la cebolla es originaria de Asia Central, sin embargo, su domesticación se realizó en varios lugares del mundo independientemente. Actualmente se produce con éxito en climas templados y secos, e incluso, en zonas con características subtropicales, no teniendo éxito su producción en condiciones con exceso de humedad y altas temperatura.
INTA (2008), indica que la cebolla es usada como: condimento, fresca, uso medicinal para controlar la tos, resfríos, males del estómago, cáncer y problemas del corazón.
La composición química por cada 100 g de cebolla es la siguiente:
Agua 92,0 G
Calcio 60,0 Mg
Hierro 1,9 Mg
Fósforo 33,0 Mg
Potasio 257 Mg
Sodio 4,0 Mg
Carbohidratos 5,6 G
Fibra 0,8 G
Grasa 0,1 G
Proteína 1,7 G
Ácido ascórbico 45,0 Mg
Vitamina A 25,0 UI
Energía 25,0 Kcal
2.2. Plagas y enfermedades del cultivo de la cebolla
Para Fernández Valiela (1978), enfermedad es toda alteración orgánica o funcional, más o menos grave para la vida de las plantas, o también el conjunto de fenómenos que se producen en ella como consecuencia de alguna acción patógena o fisiogénica, que afectan los procesos fisiológicos normales.
Aclara que las pérdidas en mayor o menor grado causadas por microorganismos han existido ya desde los tiempos en que se inició el desarrollo de la agricultura, existen actualmente, y sin lugar a dudas ocurrirán también en el futuro. En los países de agricultura evolucionada, éstas se reducen considerablemente, sea por el empleo de variedades resistentes, tratamientos antiparasitarios, medidas de cuarentena, o por la acción de técnicas culturales convenientes. Además que la importancia económica de las enfermedades de las plantas debe medirse no solamente por el verdadero daño que ocasionan, sino también por los costos de las medidas de prevención y control, y por las limitaciones que imponen a las especies y variedades de plantas que pueden ser cultivadas en determinadas zonas agrícolas.
Técnicos de Ecuaquímica (s.f.), explican que el monitoreo es una práctica agronómica que debe ser realizada de una manera rutinaria, debe efectuarse a través de todo el campo de cultivo durante todo el ciclo vegetativo, lo que nos permite recabar información sobre el sistema imperante; la biología del cultivo; los ciclos de vida de la enfermedad; la incidencia de la planta hospederas en la dinámica poblacional de la enfermedad; la presencia de organismos benéficos; y por ultimo nos permite cuantificar los daños causados por la presencia de la enfermedad así como nos facilita la información más oportuna para planear las prácticas de control.
De acuerdo con Schoonhoven y Pastor-Corrales (1987), el objetivo principal de un sistema de evaluación de enfermedades, es contar con un sistema estándar que sea uniforme, rápido y preciso para evaluar la reacción del germoplasma de café a patógenos fungosos y bacterianos en condiciones de campo.
La “severidad” de la enfermedad se utiliza como el criterio principal para evaluar algunas enfermedades, en tanto que para otras lo es la “incidencia” de la enfermedad. La severidad de la enfermedad se define como la cantidad
...