La Velocidad En La Sociedad Moderna

LA VELOCIDAD

El rol de los medios de comunicación masiva en una sociedad educadora se debe plantear sobre todo en términos de formación y de acción de los actores sociales. Corresponde a los docentes el papel protagónico de conocer y hacer uso de los diversos medios de información como radios educativos, cine club, espacios periodísticos, páginas Web, programas educativos de televisión y otros, como soporte didáctico de la educación formal y no formal. Existe la necesidad de comprender nuevos lenguajes y sensibilidades y de priorizar el sentido de responsabilidad social que compete a los medios de comunicación masiva, en la tarea formadora de las nuevas generaciones.

Algo que afecta mucho en la actualidad todo lo anterior es la velocidad, pues cada dia y a cada momento lo nuevo reemplaza a lo viejo o a lo antiguo como lo menciona en el artículo.

La velocidad hace que que se nos olvide que todo lleva un proceso que aunque algunas veces nos desesperemos debemos aceptar y no dejarnos llevar por lo facil y lo rápido.

De este modo, la velocidad de acceso a la información, paradójicamente, se convierte en depravadora del conocimiento. La avalancha de informaciones y datos que difunden los medios de comunicación va minando la capacidad de comprensión del receptor sumiéndole en una suerte de estado de semi-conciencia. Una violencia silenciosa y sutil que aplasta los acontecimientos en una cacofonía de palabras e imágenes que terminan conduciendo al escepticismo y al desinterés, a una descomposición de lo social. Y cubriendo todo esto, la pátina indeleble del consumismo, naturalizado por los medios de comunicación como el motor principal de la existencia.

Todos, de un modo u otro, construimos un conjunto de representaciones de la realidad que nos permiten relacionarnos con el entorno que nos rodea. Sin embargo, la mayor parte de las personas, en particular niños y jóvenes, carecen de herramientas para enfrentarse al aluvión de mensajes despersonalizadores que nos bombardean desde la televisión, el cine y otros medios de comunicación.

La velocidad en que se suceden y renuevan noticias, canciones, modas, libros, películas, medidas económicas, reuniones políticas hace que cada vez sea más difícil distinguir lo trascendente de lo irrelevante.

Esta cultura de la velocidad tiene consecuencias importantes en la educación. Habituados a la inmediatez, los chicos, y los no tan chicos, tienden a resistirse a aceptar los tiempos que requieren los procesos de aprendizaje. Se exigen plazos cortos confundiendo el conocimientocon el acceso y acumulación a grandes volúmenes de datos.

Pero no debemos, no podemos resignarnos. Hallar respuestas a las preguntas planteadas es siempre necesario, pero plantearse los interrogantes adecuados es imprescindible para hacer de la reflexión un ejercicio fértil, susceptible de mejorar,

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