Sociedad Moderna

Nuestra sociedad pasa por una crisis, pero no una crisis a la que nuestro mundo capitalista nos tiene acostumbrados, de esas que se caracterizan por un aprovechamiento por parte de las clases altas. Si no que la humanidad atraviesa una crisis en todo ámbito. Un periodo caracterizado por el despertar de la conciencia, el abrir los ojos a la realidad en la que estamos inmersos. La sociedad pasa por un estado en donde deja de prevalecer el bienestar personal y surge un interés por mejorar el ambiente y entorno en el que se vive, en esperar un futuro próspero, o quizás que el presente sea el anhelado.

Vivimos en una sociedad embobada por el dinero, estamos inmersos en un sistema social que gira en torno a lo mismo, y a raíz de esto se generan ideales de vida, se moldea nuestro existir sin darle cabida a nuestro pensar, sin darle espacio a explotar nuestras habilidades, solo existe ese terreno fructífero delimitado por aquellas exigencias impuestas por un ideal alejado de nuestras verdaderas expectativas, las cuales se transforman en utópicas y en sueños imposibles a raíz de los limites mencionados, límites impuestos por gobiernos, instituciones, creados por una razón, manipular las clases mayoritarias y populares.

¿Podrá algún día nuestra sociedad librarse de estas ataduras?, ataduras internalizadas en la mente de cada ser humano que hoy habita nuestro planeta, ataduras que nos impiden ver la realidad, aquellas que nos impiden ver el aprovechamiento y explotación de nuestras vidas para el beneficio de unos pocos.

Durante los próximos párrafos expondré cuales son estas ataduras arraigadas en nuestras vidas, o si realmente son o no un hecho, o de qué forma intervienen en nuestro pensar y actuar, o si solo es una invención de algunas personas que creen que la sociedad está siendo dominada.

¿Realmente existen las enfermedades o solo son una invención capitalista?, ¿Efectivamente la Iglesia y religiones tienen como propósito la divinidad?, Política ¿red de mentirosos?

Respondiendo preguntas como estas sin duda alcanzaremos estar más cerca de la realidad, abrir nuestros ojos ante la sociedad en la que vivimos, pelear por nuestros derechos y por lo que nos parece justo. Además lograr comprender nuestra existencia y la razón de vivir en sociedad.

Como participe activo de nuestro sistema, soy autocritico en cuanto al aporte y reafirmación del sistema capitalista al cual no soy adepto, pero sin embargo contribuyo en su sustento día a día, ya sea comprando con tarjetas electrónicas, o mejor dicho “dinero plástico”, también al optar por un crédito bancario para poder acceder a la educación superior. Sin embargo es necesario caer en el sistema social en el que estamos, es necesario endeudarse, es necesario sentirse pasado a llevar, para así comprender la sociedad injusta en la que estamos inmersos, en donde se les da todo a los pobres y los ricos lo tienen todo, pero la gran mayoría del pueblo es de “clase media”, grupo social denominado así por un status económico en particular, en el cual existe un ingreso promedio, sin embargo un egreso despampanante dado no por el derroche de dinero o grandes lujos, dado por el aprovechamiento de un gobierno, por grandes impuestos que avergüenzan a cualquiera al compararlos con los que paga una transnacional, por el impedimento de acceder a beneficios estatales, entre otras razones.

¿Vivimos en un mundo real o de ficción?, sin pensarlo dos veces, tal como lo nombra Sáez, vivimos en un “mundo de ficción” , pero uno que está dado por la enfermedad del dinero, por la ceguedad que produce este en nuestras mentes, que nos hace creer que la rutina, el estrés, la violencia son algo normal, temas con los que debemos lidiar y aceptar como parte de nuestras vidas. Lo más insólito en todo esto, es que son las mismas potencias y grandes empresarios los que nos introducen en este círculo vicioso, y son ellos mismos quienes nos venden la felicidad a cambio de viajes y objetos materiales, reduciendo nuestra existencia a lo que podemos ver y tocar, despojándonos de lo más importante y fabuloso que tenemos, nuestra mente y su capacidad de reflexión y problematización.

Hoy en día nuestro país atraviesa una lucha de la clase media por despojarse de las injusticias que la atormentan, todas las semana vemos como los trabajadores luchan por sueldos dignos, como los estudiantes exigen una calidad de enseñanza mejor y una oportunidad de estudios accesible. Sin embargo siempre vemos personas por ejemplo que se oponen al movimiento estudiantil aun cuando este busca un beneficio para todos los habitantes de nuestro país. ¿A qué se debe esto? ¿Falta de información o miedo al cambio de rutina? Ambas, en nuestro país se acostumbra a generar opiniones y realizar comentarios vacíos solo por una falta de información, siempre es más fácil creer lo que miro en la televisión o lo que escuche del vecino, siempre es más fácil criticar algo que reconocer lo bueno de eso, lo mismo ocurre con el movimiento estudiantil, día a día observamos en la televisión los desmanes, saqueos, destrozos que ocurren en una marcha, miramos videos donde aparecen jóvenes lanzando piedras, atacando a la fuerza pública, pero no vemos el trasfondo del suceso, no somos capaces de comprender o averiguar por qué ocurren. Difícilmente podremos observar en la televisión o ciertos diarios los petitorios de los estudiantes, las demandas exigidas al Estado, siempre nos quedamos con lo básico, con lo que a rasgos generales no tiene importancia, saqueos, destrozos, los vemos día a día, y no tan solo por parte de encapuchados, las grandes empresas, el estado, saquean constantemente nuestros bolsillos, el dinero que con esfuerzo es obtenido. Por otra parte el miedo a destruir la rutina nos corroe, saber que habrá marcha al otro día, y que a raíz de esto me demorare cinco minutos más en llegar al trabajo me enoja, o bien saber que el liceo de mi hijo está en toma y el saldrá más tarde de vacaciones me enfurece, todo esto está dado por un equilibrio, el ser humano está acostumbrado a realizar siempre lo mismo, y cuando algo cambia en sus vidas es malo o incorrecto, sin importar que lo que ocurra sea un beneficio para mí, ya sea en un futuro próximo o lejano. La mente del ser humano hoy en día, esta tan encerrada y limitada, que ni siquiera da espacio para pensar en lo que es un bien común.

Para finalizar con la educación chilena, en la constitución se establece que la mayor oferta de establecimientos y servicios educacionales promueve una enseñanza de calidad, sin embargo, bajo ninguna circunstancia la competencia es buena, ya que esta se basa en la negación del otro, por lo tanto esta analogía justifica ciertos comportamientos del mercado, lo que promueve el lucro en la educación, sin embargo, por ley está estrictamente prohibido

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