Loque Sea

INTRODUCCIÓN

Si bien es sabido que la conducta del ser humano es una de las conductas mas estudiadas, dado que el comportamiento es el motor de una sociedad o quien delimita si entra o no a un circulo social, también se conoce que el moldeamiento de la conducta del niño (a) es necesario desde su nacimiento.

Existen casos de educandos con conductas que presentan dificultades para mantener la atención y conductas de impulsividad, siendo con mayor gravedad e intensidad de lo que suele verse en otras personas.

Sumado a esto, pueden tener dificultades para mantener la atención, suelen ser inquietos, y/o pueden actuar de forma impulsiva. Estos síntomas se presentan en la escuela, el trabajo o en cualquier otro ambiente social. Este trastorno se inicia en la infancia, pero puede continuar en la adolescencia y la edad adulta.

Es de especial interés incursionar en la conducta del niño, ya que como es la primera etapa de desarrollo humano, donde se puede encontrar respuestas, que ayudarían a mejorar o dar una propuesta de solución a este tipo de problema, por lo que se decide desarrollar el tema central en el déficit de atención con hiperactividad, ya que por ser un trastorno afecta la conducta del niño, y el desarrollo del mismo dentro del aula, y en toda su vida.

La hiperactividad de los niños es considerada como normal, cuando se produce dentro de una etapa de la vida infantil alrededor de los dos o tres años. El que un niño sea inquieto no tiene nada que ver con la sintomatología que se abordará en esta investigación. La falta de atención y la inquietud constante en el niño son síntomas que, por lo general, los padres comentan primero al médico de atención primaria, con frecuencia alertados por los educadores.

Este trastorno ha recibido muchos nombres en el pasado, daño o disfunción cerebral mínima, hiperkinesia, hiperactividad y déficit de atención…. Pero en realidad todo ello engloba una alteración importante de la atención que, muy a menudo, se da con una actividad extrema en el niño (a). El porcentaje de niños con este problema se estima entre el 15%, entre los niños en edad escolar, siendo seis veces más frecuente en los varones.

Además, aproximadamente, el 40% de los niños con este trastorno tienen dificultades en el aprendizaje, lo que motiva, si no es tratado adecuadamente, el abandono de los estudios en la adolescencia. Y casi el 50% de estos niños tienen asociada alguna alteración psiquiátrica, sobretodo problemas de ansiedad, con rabietas y miedos o depresión, pero sobre todo, baja autoestima, en un 20% de los casos, también trastorno de oposición en un 25% y todo tipo de trastornos de conducta.

La baja autoestima, está presente al menos en un 25%. Presentan también mayor riesgo de

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