¿Ser no directivo es no hacer nada?

¿Ser no directivo es no hacer nada?

Si bien sabemos que la no directividad implica ceder el puesto del liderazgo, dentro del aula a los alumnos, para que ellos logren construir su aprendizaje, brindándoles confianza y a su vez cimentar autonomía que les permita obtener un conocimiento construido con base al andamiaje, de la mano y guía del maestro, esto no quiere decir que el docente no se involucre en el proceso educativo; es por esto que la no directividad no debe de ser un límite, para que el docente deje de hacer sus actividades asignadas, sino que debe tener más compromisos para poder apoyar en la formación de nuevos líderes, que dirijan sus actividades, supervisadas por el docente.

Dentro de la no directividad existen contradicciones ya que el docente se puede deslindar de algunas actividades y justificar que lo hace para que los alumnos logren la autonomía que se proponen, pero dentro de estas siempre debe existir el adulto responsable que sepa escuchar y callarse, para que a su vez pueda permitir que los alumnos hablen y trabajen, es una contradicción ya que el docente no participa directamente, pero si se debe ver involucrado en las actividades que realizan los alumnos (Oury y Vazquez, 1968)

Esta participación no directa del docente en las actividades, nos hace referencia a lo mencionado en la pedagogía no directiva “la superioridad del aprendizaje sobre la enseñanza” (Hameline y Dardeline, 1988) ya que por medio de la motivación, y el cuestionamiento que les genera la participación del docente, los alumnos tienen la iniciativa y el control de los aprendizajes, pues el docente, no resuelve, el pregunta y cuestiona para que puedan ir resolviendo, de esta manera podemos percatarnos de que el docente puede aparentar el no hacer nada pero el realiza el mayor trabajo dentro del proceso de aprendizaje, pues motiva a que se logre la construcción de aprendizajes.(Hameline y Dardeline, 1988).

Para Hameline es una vergüenza que el docente crea que tiene un conocimiento superior sobre los alumnos, la no directividad nos demuestra que la aparente inferioridad, no es realista y es antipedagógica, (Hameline y Dardeline, 1988) puesto que el docente se da cuenta que no en todos los casos el posee una conocimiento mayor, por el contrario también va aprendiendo a la par con los alumnos y descubriendo nuevos aprendizajes; la no directividad es una herramienta muy útil en el proceso de aprendizaje tanto para alumnos, como para los docentes, en los tiempos actuales, donde se tienen que buscar estrategias cada vez mejores para lograr un máximo aprovechamiento de los contenidos, este tipo de pedagogía nos da las herramientas necesarias para hacer frente a los retos que van surgiendo día a día.

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