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Lo siento doña, ya no puedo hacer nada por usted.


Enviado por   •  8 de Noviembre de 2017  •  Trabajos  •  432 Palabras (2 Páginas)  •  170 Visitas

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Roberto – Lo siento doña, ya no puedo hacer nada por usted.

Casera – No pues así son las cosas verdad. Oiga, tremendo susto me metió cuando me habló por la ventana; digo, ya sabe que estamos para servirle pero con que hubiera salido al patio a decirme lo que quería… bueno, pues ya sabe como son luego las vecinas y me anduvieron preguntando por su mujer, ¿esta malita verdad?…

Roberto – Ella no está.

Casera – Sí, hace como tres días que no la vemos y como no lo había visto salir a usted, pues discúlpenme pero yo ya había malpensado pues; creí que se habían ido así nomás sin pagarme este mes, por  eso me asustó en la mañana que me grito por la ventana.

Roberto (Recogiendo cosas) Ya le di el dinero.

Casera – Si usted siempre ha sido bien cumplido, pero ya ve usted las experiencias que le da a uno la vida y pues no se puede confiar en la gente como antes.

 (Roberto recoge ropa de Damia  cosas que le pertenecen a ella él se dirige  guardarlos en la maleta)

Casera- por cierto me encontré la jaula de su mascota en el patio,  el animalito se le escapo pero le recupere la jaula por si la quiere volver a usar

Roberto – una  jaula para pajaros.

Casera – si, la que sus mujer traía para todos lados, me la encontré en el patio.

Roberto – ¿y la planta?

Casera – ¿planta?

Roberto – (se dirige rápidamente  a la puerta pero se detiene justo en la salida observando la puerta como si se lo fuera a tragar, no sale) me podría traer la jaula de la planta

Casera – (lo mira extrañada) no había ninguna planta pero con gusto se la traigo  ( sale por la jaula no tarda mucho en regresar) mire yo creo que todavía le sirve.

Roberto – gracias. (evita mirarla)

Casera – ¿Está bien? ¿Se peleo con su mujer y por eso se va, verdad?

Roberto – Mire señora, eso no le incumbe… (Roberto escucha la voz de Damia y va la ventana)

Casera – ¿Qué pasa? ¿Es ella?

Roberto – No… (Escucha de nuevo la voz, voltea y ve a la casera que tiene el rostro de Damia. Se asusta, se controla) No.

Casera – Mire, así son la muchachas jóvenes, se pelean y se juntan, hacen escándalo  por cosas bien chiquitas. Ya verá que si se espera unos días, regresa. Además se ve que usted la quiere mucho. (Roberto está recogiendo cosas en la maleta) Oiga ¿qué le va a hacer a esas cosas?

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