Social

Al referirnos a la palabra “público” viene a nuestro pensamiento un concepto muy global relacionado con gente, con un espacio, o aspectos relacionados con el gobierno, es decir conceptos relacionados con la naturaleza, la sociedad y el poder. Esta última relacionada con el estado y las diferentes formas de gobierno.

La administración pública tuvo sus inicios hace muchos siglos atrás y llama la atención analizar cómo fue su desarrollo en diferentes países del mundo. Una de las primeras nociones de lo público se vivió en la antigua Grecia, donde se hace referencia a la Polis Griega en Atenas entre los siglos Vlll y VI a.C. En la vida política griega del período micénico no existía una diferenciación entre la esfera pública y la esfera privada tal y como la entendemos en la modernidad. Si bien el número de personas que podían participar de la vida política era reducido –estaban excluidos las mujeres, los menos de edad, los esclavos y los extranjeros-, cualquiera que adquiriera la condición de hombre político –zoon politikòn- podía expresar sus opiniones y hacer valer su palabra en la esfera pública.

Hannah Arendt ha enriquecido la discusión sobre los orígenes de lo público en la Grecia antigua, y su obra es considerada un inevitable punto de partida de la discusión. Para la pensadora de origen judío para los griegos una cosa era el ser social y otra cosa el ser político.

El pensamiento político aristotélico recogió en la expresión zoon politikon dos de los atributos fundamentales del hombre que ya prefiguraba el pensamiento presocrático: su capacidad de acción en sociedad (praxis) y su capacidad de argumentar, de discurso (lexis). La vida política (bios polítikos) que solo era posible en la ciudad, en la polis, excluía otras esferas de la vida humana, lo que podríamos llamar la esfera privada.

En Roma y la Edad Media se destaca “La desaparición de la zanja que los antiguos tenían que saltar para superar la estrecha esfera doméstica y adentrarse en la política es esencialmente un fenómeno moderno. Tal separación entre lo público y lo privado aún existía de algún modo en la Edad Media, si bien había perdido gran parte de su significado y cambiado por completo su emplazamiento. Se ha señalado con exactitud, que, tras la caída del Imperio Romano, la Iglesia católica ofreció a los hombres un sustituto a la ciudadanía que anteriormente había sido la prerrogativa del gobierno municipal. La tensión medieval entre la oscuridad de la vida cotidiana y el grandioso resplandor que esperaba todo lo sagrado, con el ascenso de lo secular a lo religioso, corresponde en muchos aspectos al ascenso de lo privado a lo público en la antigüedad.

los siglos XVII, XVIII y XIX en Inglaterra, Estados Unidos y Francia. El Estado de Derecho asegura los controles populares de legalidad y de constitucionalidad para una mejor garantía jurídica de los derechos y libertades

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