AMOR PLATÓNICO Y HEDONISTA EN FUENTE OVEJUNA

Los personajes de la obra de Lope de Vega titulada Fuente Ovejuna, en las primeras escenas demuestran una relación y una amistad generalmente platónica. Gran parte de las confluencias entre los personajes de la obra son afables y llenos de diálogos, pero en el transcurso de la misma se evidencia que se presentan acontecimientos muy distintos a ese amor platónico.

Pero antes de seguir indicando que es el amor para los habitantes de fuente ovejuna es imprescindible traer a colación el origen del amor platónico. Este debe su nombre al sistema filosófico fundado por el griego Platón, para quien esta idea de amar se encuentra dentro de la clasificación de los tipos de amor en sus diálogos (sobre todo en el Fedro y el Banquete) donde nos habla de un amor a la belleza manifestándose típicamente en el amor entre un hombre y un muchacho, pero un amor que es preferible expresar en forma intelectual y no física. Platón sostenía que el verdadero amor, es el amor a la sabiduría, al conocimiento, por lo tanto el amor platónico no es el amor ideal de una persona, sino el amor a conocerla y por saber de ella. Mientras que la belleza del cuerpo sostenía, no se halla en el cuerpo mismo sino que es la imagen o reflejo de la belleza espiritual, por lo que el alma humana debería aspirar a conocer y amar esa belleza esencial.

En contraste a lo anterior es importante mencionar que es el “amor platónico” hoy en día. Para muchos es aquel que consideramos de manera inalcanzable, el que por diversas circunstancias no se puede materializar; en él puede haber un elemento sexual que se da de forma elemental, imaginativa o idealista y no de forma física. Se manifiesta como una necesidad de tener lo ideal sin que sea real.

Esta situación de presenta en la obra de Lope de Vega en el primer acto luego de que el maestre y el comendador terminaran su dialogo, Laurencia demuestra a Pascuala que la intimidad que tiene con el comendador no es algo que ella quisiera, esto cuando dice:

¿Casarme con él? 1

Y luego cuando dice:

Soy, aunque polla, muy dura yo para su reverencia. 2

Paralelamente con esto pascuala tiene una posición fuerte frente a los hombres, pues ella desconfía de estos, y le sugiere a Laurencia:

“pues todos los hombres son: cuando nos han menester somos su vida, su ser, su alma, su corazón; pero pasadas las ascuas, las tías somos judías, y en vez de llamarnos tías, anda el nombre de las pascuas.” 3

Es evidente teniendo en cuenta lo anterior que Pascuala cree que el hombre es inconsciente de las necesidades de la mujer.

Luego de todo esto en la obra de fuente ovejuna, los habitantes hablan del amor; para Mengo el amor es propio,

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