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ISMA - ESPECIALIZACIÓN EN GESTIÓN CURRICULAR EN LA ENSEÑANZA

Módulo 4: “Relación educativa y formación continua”

Tema: “El clima de la clase. La relación con el conocimiento”.

Actividad Nº 3

a. Registre las respuestas de sus alumnos a la siguiente pregunta:

¿Cómo caracterizarían el clima de su clase y los modos de relación con el conocimiento?

b. Registre una clase suya, grabando y trascribiendo los diálogos, describiendo lo más objetivamente posible sus acciones, modos de dar clase, recursos, lenguaje, grado de motivación, relación con los alumnos, etc.

c. Analice ambos registros utilizando el marco teórico de este módulo y la bibliografía.

Respuesta

a. Cómo caracterizarían mis alumnos el clima de mi clase y los modos de relación con el conocimiento:

Me resulta muy difícil responder con objetividad a esta pregunta. Tengo una diversidad muy grande de alumnos y, supongo, cada uno tendrá una mirada diferente según sus propias expectativas y deseos personales. Algunos son muy activos y les gusta participar, están muy atentos a todo y demuestran entusiasmo; otros son tranquilos y deben ser motivados constantemente para la participación y trabajo áulico; otros son de perfil muy bajo y participan poco, pero cuando se les pregunta algo contestan con coherencia y demuestran estar atentos en la clase, etc.

Además, por su atención, comportamiento, etc., puedo suponer cómo viven y se sienten en la clase, pero sus motivaciones podrían ser otras.

Se me ocurrió que, tal vez, podrían servirme como base de análisis algunas cartitas que me fueron entregando los chicos para, a partir de ellas, sacar en limpio cómo vivencian el clima de la clase y cómo se relacionan con el conocimiento:

Alumna: BALLESTEROS BUZZELATTO, Hilda Delicia

A partir de estas apreciaciones de los alumnos, podríamos dar algunas características de la clase y la relación con el conocimiento por parte de los mismos:

 Clima de alegría y acogida, donde hay lugar, también, para las bromas.

 Ambiente de familia, donde se reconocen dones de cada uno y también dificultades y limitaciones personales a trabajar.

 Acogida cariñosa en situaciones de crisis (lecciones, pruebas, etc).

 Paciencia frente a las dificultades en la relación con el conocimiento y con el comportamiento inadecuado de algunos.

 Trabajo a partir de las equivocaciones, aprovechando las mismas como medio para construir nuevos conocimientos.

 Cariño y preocupación de la docente, donde todos se sienten tratados por igual.

 Enojos de la docente interpretados como manifestaciones de preocupación por los alumnos.

 Cariño y admiración por la docente.

 Gusto por las áreas de conocimiento. Entusiasmo por las historias narradas.

b. Clase de Religión. Tema: La solidaridad.

…

- La clase pasada vimos sobre las distintas parábolas que utilizaba Jesús para enseñar a la gente… A ver, ¿quién nos puede decir qué son las parábolas?

(Levantan la mano muchos chicos, gritando: yo, yo, yo… La maestra da la palabra a uno)

- Son cuentos que Jesús utilizaba para enseñar a la gente…

- ¿Y de dónde sacaba los cuentos… los elementos que utilizaba en sus historias?

- De la vida cotidiana de la gente. Dicen varios a la vez.

- Muy bien!!, de la vida cotidiana… ¿Y qué es la vida cotidiana?

- Las cosas que hacemos todos los días. Las cosas que nos pasan cada día. Como vivimos en nuestra casa y en la escuela… (Van aportando varios)

- Bien. ¿Y para qué enseñaba Jesús todas estas historias? A ver, vos, Ignacio… (Señala con la mirada a un niño que parecía estar distraído)

El niño hace un gesto con los hombros como queriendo decir que no sabía la respuesta.

- A ver, pensá. La parábola del Buen Pastor, por ejemplo, qué enseñanza nos deja…?

Los demás alumnos gritan queriendo dar la respuesta: Yo, seño, yo, yo. Algunos se ponen de pie en sus lugares.

- Esperen un poco, no sean apresurados. Dejen, que él sabe la respuesta. Sólo necesita su tiempo… A ver, ¿qué hizo el buen pastor con la oveja perdida?

- La fue a buscar. Responde, con cierta duda, el niño.

- Muy bien. Le felicita la maestra. Fue a buscar a la oveja perdida, pero para poder buscarla a ella, a quiénes dejó?

- A las otras noventa y nueve. Responde, rápido, uno.

- Muy bien. Dejó a todas las demás ovejitas solas, para buscar a la que estaba perdida… ¿y por qué dejó a tantas ovejitas solas para buscar a una sola?, ¿qué pensó el buen pastor de esa ovejita?, ¿cómo estaría…?

Levantan la mano varios chicos.

- Con mucho miedo. Dice uno.

- No sabía cómo volver. Dice otro.

- Y si estaba perdida es porque no sabía cómo volver. Le responde rápido otro, con tono de burla.

- Bueno, Nahuel, esas no son formas de opinar. Ya lo hablamos muchas veces. Es preferible participar y equivocarse que participar para burlarse. Habla con

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