Administracion Teoría Critico – Dialécticas

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TRABAJO PRÁCTICO III

“Teoría Critico – Dialécticas”

        Asignatura: Teoría Política

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo, tiene como objetivo básico explicar una de las tres corrientes de la Teoría Política como lo es la Critico Dialécticas, la cual aún no se puede con exactitud poder en forma clara y profunda determinar sus variadas transformaciones y cambios que ha sufrido producto de contingencias propias de la zona geográfica donde se ha tratado de implantar, características culturales de los habitantes y capacidad y aptitudes de los líderes locales, lo cual permite asegurar que no está el tema en sí estudiado en forma íntegra y uniforme.

En Chile no estuvimos ajenos a las implicancias y repercusiones de lo que significó el tratar de instaurar la ideología marxista, la cual junto al freudismo, constituyen una de las dos corrientes de pensamiento originarias del siglo XIX que más han influido en el acontecer de la vida contemporánea. El primero, en diversas formas y utilizando variados métodos ya sea, directa o indirectamente, para bien o para mal, por sus conceptos originarios o por transformaciones que su creador no hubiera podido ni siquiera prever, ha influido en forma concreta y directa la vida de cientos de millones de seres humanos en todos los continentes, desde el marxismo-leninismo soviético hasta la social-democracia europea occidental; continuando por el maoísmo chino hasta el castrismo cubano o el sandinismo nicaragüense; desde los khmer rojos de Camboya hasta los guerrilleros peruanos de Sendero Luminoso. En todo el mundo, infinidad de movimientos y experimentos sociales, políticos y económicos se inspiran en las ideas que Marx y Engels fueron los primeros en expresar.

En cuanto a sus efectos, estos se pueden vincular en cierta medida con el marxismo la emergencia de los fascismos autoritarios de derecha en la Europa de las primeras décadas del siglo; la génesis del macarthismo norteamericano de mediados de siglo y la doctrina de la seguridad nacional, sustento ideológico de las temibles tiranías latinoamericanas de los años sesenta y setenta, entre otras.

El marxismo, competidor dialéctico del capitalismo, enemigo ideológico-militar en la guerra fría, atraviesa hoy una profunda crisis (similar a la que atravesó el capitalismo en los años treinta) tras ese hecho-símbolo que fue la caída del muro de Berlín, y los sacudimientos político-sociales en Europa Oriental y en la misma ex-Unión Soviética. Aun así, su potencial histórico y su fermento intelectual están lejos de haberse agotado, y su sola mención provoca adhesiones violentas y rechazos viscerales.

Situación de la contingencia de nuestro país bajo esta mirada.

En Chile a partir de las elecciones presidenciales de 1970, con la elección como presidente del representante del bloque de izquierda, comienza a implantarse en forma rápida y directa la doctrina marxista, ya que su programa de gobierno, consideraba dos partes. Una eran las “Primeras Cuarenta Medidas”, las cuales constituían el caramelo que saborearía el pueblo, en resumen estas serían en el fondo las promesas, entre las cuales encontramos: medio litro de leche para cada niño, en la casa presidencial de Viña del Mar veranearían los escolares, los libros y útiles escolares serían gratuitos, nadie pagaría en los hospitales, jubilación para todos los mayores de 60 años, aunque no tuviesen previsión social, las viviendas que no fuesen mansiones quedarían exentas de contribuciones entre otras.

En lo medular además el programa de gobierno consideraba: nacionalizar la gran minería del cobre y del hierro, los bancos, la compañía de teléfonos, el comercio exterior y las grandes empresas monopólicas serían expropiadas, salvaguardando al pequeño accionista.

Por lo tanto él  se manifestó abiertamente marxista, pero que iba a gobernar dentro  de los márgenes que la democracia establecía. Por su parte el país se encontraba como un “Estado en forma” que tenía la madurez necesaria para no precipitarse en el totalitarismo.

A partir de ese momento se hace hincapié por el ente gobernante, que el constituido era un gobierno popular, nacional y revolucionario, donde además se instauró como forma de trato y relacionarse bajo la perspectiva que todos eran iguales, lo que tuvo como consecuencia la división entre los que se sentían parte de este nuevo y revolucionario gobierno, frente a quienes no eran parte del gobierno y se sentían de alguna manera discriminados, esta figura  convierte a la sociedad en dos bandos que a la postre terminaron irreconciliables.

 En la medida que avanza el tiempo se empieza a demostrar en la vida diaria, brotes de violencia, la autoridad es sobrepasada en los diferentes estamentos de la organización político-administrativa del país, esto al entregar en forma populista atribuciones y responsabilidades a quienes no tenían las competencias mínimas para ejercer algunos cargos importantes y de trascendencia, lo cual aumenta el descontrol.

Lo anterior sumado a quienes profesan y practican la doctrina marxista, ejercen una presión fuerte sobre el gobierno para agilizar más aún los cambios estructurales, que le permitieran acelerar la revolución a la cual tenían el anhelo y aspiraciones de concretar, considerando además el derecho que les daba, el haber llegado al poder a través del sufragio y no como consecuencia de una rebelión o guerra  civil, como hasta la fecha había sido en otras partes del mundo.

Desde el punto de vista de la objetividad del tema tratado se consigna que efectivamente en una primera instancia se logra acortar las brechas existente dentro de la sociedad chilena y ciudadanos que hasta ese momento se encontraban privados de algunos beneficios y derechos, tienen acceso a ellos, pero lamentablemente los costos que esto tuvo como resultado, desde el punto de vista monetario como social fue muy alto, debido entre otras cosas con la estatización de las principales fuentes productivas y la expropiación de los grandes latifundios, tiene como consecuencia la disminución de la producción, lo cual sumado a que se produjo una importante salida de capitales privados hacia el exterior, producto del temor de perderlos, tiene como resultado un freno en el avance del programa prometido.

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