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Advertencia ESTÉTICA IDEOLOGÍA PURA GRAMÁTICA GENERAL PSICOLOGÍA TEODICEA


Enviado por   •  5 de Mayo de 2015  •  Tesis  •  2.988 Palabras (12 Páginas)  •  200 Visitas

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JAIME BALMES

METAFÍSICA( fragmentos)

ÍNDICE

Advertencia ESTÉTICA IDEOLOGÍA PURA GRAMÁTICA GENERAL PSICOLOGÍA TEODICEA

Advertencia

ESTÉTICA

"Entiendo por estética la ciencia que trata de la sensibilidad." (Nociones preliminares, p.7) "[...] con lo subjetivo conocemos el yo, o el alma; con lo objetivo en no yo, o lo que no es alma; y el yo y el no yo juntos encierran todo cuanto existe y puede existir; [...]." (Nociones preliminares, p. 7) "Sensación es la afección que experimentamos a consecuencia de una impresión orgánica. [...]" (cap. I, § 4, p. 8) "[...] Aun cuando fuera posible construir una máquina donde se verificasen exactamente los mismos movimientos que en un cuerpo viviente, la máquina no sentiría. [...]" (cap. I, § 6, p. 9) "La sensación, pues, se distingue esencialmente de las alteraciones orgánicas; éstas son necesarias para ella, pero no son ella misma. Las alteraciones orgánicas son hechos puramente materiales; la sensación es un hecho interno. [...]" (cap. I, § 7, p. 9) "En el sistema nervioso encefálico se halla el centro de las sensaciones y de los movimientos voluntarios; [...]." (cap. V, § 21, p. 13) "El sujeto que experimenta las sensaciones no es materia. [...]" (cap. VI, § 25, p. 14)

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"Para hacer más inteligible la demostración, supongamos que los sujetos de las sensaciones sean cinco partes distintas: A, B. C, D, E, de las cuales la una tenga la sensación de ver, la otra la de oír, y así respectivamente. A sentirá el color, B el sonido, C el sabor, D el olor y E el frío, calor u otra sensación de tacto. Como estas partes serían distintas, la una no sentirá lo que siente la otra; y así, no habrá un ser que pueda decir: yo que veo, soy el mismo que oigo, que saboreo, que percibo los olores y las impresiones del tacto; faltará, pues, el centro común, único, de las sensaciones, cual lo experimentamos en nuestra conciencia. Si se dijese que una parte comunica su sensación a la otra, no se adelantaría nada para hacer que todas lo sintiesen todo, en no suponiendo que todas lo comunican todo a todas; en cuyo caso resultan dos inconvenientes: primero, que no hay un sujeto sensitivo, sino cinco; luego tampoco se constituye la unidad de conciencia, pues se la distribuye en cinco sujetos; segundo, que se multiplican los sujetos sensitivos sin necesidad, pues que si uno lo siente todo, sobran los restantes." (cap. VI, § 25-26, p. 15) "A la vuelta de algún tiempo se ha mudado la materia de nuestros órganos, por manera que, en opinión de muchos fisiólogos, el hombre que ha vivido algunos años no lleva al sepulcro ni una sola de las moléculas que tenía al salir del seno de su madre. Establecida la sensibilidad en los órganos, sería imposible la continuidad de a conciencia sensitiva; el sujeto que sentiría en la vejez no sería el mismo que sentía en la juventud; no conservaríamos, pues, ninguna memoria de las sensaciones pasadas, y el nombre se convertirías en una serie de fenómenos que no estarían unidos por ningún vínculo. [...]" (cap. VI, § 30, p. 15) "Se replicará, tal vez, que aunque se cambie la materia continúa la forma de los órganos y que ella basta para la continuidad de la conciencia; pero esto es apelar al absurdo para eludir la dificultad. ¿Qué es la forma separada de la materia? Una pura abstracción, y un ser abstracto no tiene fenómenos reales, como lo son las sensaciones. Además, que tampoco es verdad que la forma permanezca [...]." (cap. VI, § 31, p. 16) "[...] No son únicamente los nervios y el cerebro los necesarios los necesarios para la sensibilidad; ésta desaparece también cuando cesa la circulación de la sangre. ¿Y diremos por eso que la sangre es la que siente? [...]" (cap. VII, § 40, p. 17) "Las sensaciones son de dos clases: inmanentes y representativas. Llamo inmanentes a las que son simples afecciones de nuestra alma, sin relación a ningún objeto distinto de ella; y representativas, a las que nos representan algo fuera de nosotros. En vez de inmanentes y representativas, también se las podría llamar intransitivas y transitivas; porque las primeras no nos hacen pasar al objeto, y las segundas nos trasladan a él, haciéndonos salir fuera de los fenómenos internos. [...]" (cap. VIII, § 41, p. 17) "La prueba evidente de que hay una diferencia esencial entre las impresiones del sueño y las de la vigilia está en que durante el sueño nunca dudamos siquiera de la realidad de las de la vigilia; y despiertos, estamos siempre seguros de que las del sueño son vanas ilusiones. [...]" (cap. IX, § 53, p. 20) "Es verdad que por falta de reflexión atribuimos estas calidades [las sensaciones] a los objetos; pero lo hacemos de una manera confusa, sin deslindar entre el carácter de representación y el de efecto. [...]" (cap. XI, § 66, p. 22) "[...] es muy probable que haya entre los hombres no pocas diferencias en cuanto a los colores: no es regular que todos los vean exactamente de la misma manera, habiendo tantas diferencias entre órganos de los varios individuos." (cap. XI, § 70, p. 23) "[...] La naturaleza es hermosa cuando hay un ser que conoce o siente su hermosura, ésta es relativa: si se le quita su relación con lo viviente deja de ser hermosa, y se convierte en un abismo de tinieblas y silencio. La belleza de los colores, la armonía de la música, la fragancia de los aromas, la delicadeza de los sabores, están en nosotros; el mundo es un conjunto de objetos que no encierran nada

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parecido a estos fenómenos del ser viviente; su belleza principal está en sus relaciones con nuestros órganos para causarnos las sensaciones: lo más recóndito y admirable de este asombroso misterio está en nosotros mismos." (cap. XI, § 72, pp. 23-24) "La extensión de los objetos de nuestras sensaciones, o sea el conjunto de las dimensiones de longitud, latitud y profundidad, es una cosa real fuera de nosotros. La verdad de esta proposición se prueba primeramente por la invencible resistencia que experimentamos al intentar ponerla en duda. [...]" (cap.

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