Afrodisíacos ¿Verdad O Fantasía?
miky9025 de Abril de 2013
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Un concentrado de maca, tostadas con miel y té de ginseng de desayuno; de almuerzo un cebichito de conchas negras, mariscos, cerveza negra y listo. Algunos ponen toda su fe en alimentos que son considerados afrodisiacos, capaces de reavivar todo y encender la pradera. ¿En verdad son capaces de hacer milagros o sólo nos venden ilusiones?
Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha querido disponer de sustancias con las que se pretende excitar o estimular el apetito sexual. Los afrodisíacos han recorrido un largo camino histórico en el que, a veces, ha sido difícil separar el mito de la realidad
Algunos afrodisíacos suelen funcionar estimulando algunos sentidos (vista, tacto, olfato y oído) y otros se toman en forma de comida, bebidas, bebidas alcohólicas, “filtros amorosos”, drogas, o preparados medicinales. Ya en el KamaSutra, texto amoroso hindú, se indican muchas maneras para que el hombre incremente su vigor sexual con alimentos tales como la leche y la miel, que siempre han sido reconocidos como fuente de energía.
“Desde tiempos inmemoriales, el ser humano ha querido disponer de sustancias con las que se pretende excitar o estimular el apetito sexual.”
De hecho, de acuerdo a la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA) un afrodisíaco es: “una comida, una bebida, un medicamento, un olor o un aparato que los que lo promueven dicen que puede estimular o aumentar el deseo sexual o libido” y si ampliamos la definición, incluye los productos que mejoran el desempeño del acto sexual. El nombre proviene de la diosa griega del amor y la belleza Afrodita.
En la Europa medieval e incluso moderna, una buena parte de los afrodisíacos, o de la materia prima que servía para obtenerlos, eran plantas y animales que recuerdan por su forma a los órganos sexuales masculinos o femeninos. Un buen ejemplo cuyo uso todavía perdura es el de las ostras, almejas y otros bivalvos marinos los cuales, no por casualidad, se han asociado a menudo con el nacimiento de Venus/Afrodita.
Otros ejemplos de afrodisíacos por analogía son las cebollas, de las que en la Edad Media se creía que prolongaban las erecciones y aumentaban la cantidad de esperma, capacidad que compartían con el ajo, el rábano, el nabo y otros alimentos vegetales en forma de pene o de testículo. Además de ostras, almejas y otros bivalvos asociados con Venus, los romanos atribuían propiedades afrodisíacas a las habas, legumbres que consideraban beneficiosas para la erección por su forma semejante a la de los testículos humanos. En fechas posteriores, esta creencia en la acción estimulante de las habas se transmitió a otros países.
“Algunos alimentos son sólo estimulantes que pueden ayudar a mejorar el juego erótico en pareja. El mejor afrodisiaco siempre es el amor.”
De acuerdo a la FDA los afrodisíacos son placebos. O sea, solo funcionan si la persona que los usa cree que le van a funcionar. Quizá en alguna época en la que mucha gente padecía de malnutrición por la escasez de comida el comer ciertos alimentos altos en nutrientes — como los mariscos — los hacían sentirse bien y tener deseos sexuales. Hoy en día, con una buena alimentación, ¡el efecto es puramente mental!
Aun así, la búsqueda por el afrodisíaco ideal continúa, especialmente por aquellos que tienen problemas sexuales. Pero es importante recordar que a veces, éstos pueden ser causados por un problema médico que requiere tratamiento y que el ir con un profesional va a ser el mejor afrodisíaco.
Algunos alimentos son sólo estimulantes que pueden ayudar a mejorar el juego erótico en pareja. El mejor afrodisíaco siempre es el amor.
Recuerde, lo que es bueno para su salud física y mental es bueno para su salud sexual. Una alimentación saludable,
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