Analisis De "la Escuela Como Maquina De Educar" De Tonucci

Tonucci ve la escuela como una fábrica en la cual se destacan varios elementos:

En primer lugar es asombrosa la forma en la que entran los niños a la escuela, son niños diferentes con distintos intereses y motivaciones; sin embargo, salen de la escuela todos iguales, idénticos, con las mismas características.

Los materiales de la fábrica son los que están en la imagen en la cesta llamada "Material Didáctico"

Por el tubo trasero salen los desechos, éstos son clases diferenciales y especiales, retrasos, trabajo de menores, drogas. bar, ignorancia... todo aquello que sea diferente a las clases expositivas tradicionales.

Señalado también por un cartel, queda claro que durante el proceso de aprendizaje, dentro de la fábrica, se prohíbe la entrada a toda persona ajena al mismo, es decir, padres, periódicos, trabajo, política, sexo, cultura popular.

Por último, a la salida se ve un cartel que pone "sed buenos ciudadanos, la sociedad os espera", y sobre los estudiantes que salen de la escuela un cartel que pone " Carrera, bienestar, cultura, dignidad y poder"; siendo esto el producto final del proceso educativo formador de los ciudadanos de la fábrica a la que fueron sometidos los niños.

El dibujo nos representa cómo los niños, diferentes unos de otros, acaban por amoldarse a la sociedad homogénea que tiene lugar en la actualidad de las escuelas. Las clases que se podrían llevar a cabo en un ámbito de diversidad son desechos, así como veta el paso de la cultura popular la prensa... y lo considerado "dañino" y ajeno a la escuela, el bar, las drogas, el sexo, la política...

El niño es una caricatura de una escuela estándar, en la cual las cosas se hacen a la manera tradicional, y no tiene cabida la incorporación de nuevos materiales, experiencias, conceptos, recursos.

Si el nuevo enemigo número uno es la desigualdad, entonces las causas de la desigualdad deben ser tratadas con la misma decisión. Nadie puede pensar que la educación puesta en el tránsito del mercado sea precisamente un vector de igualdad social, es todo lo contrario. El punto es saber hasta dónde se está dispuesto a llegar con la idea de que las escuelas no son fábricas. ¿Cuál es el verdadero compromiso y la verdadera decisión que se tiene en la Nueva Mayoría para dar el salto paradigmático a favor de lo público, único garante de los derechos de igualdad educativa?

La Nueva Mayoría tiene en sus bases de influencia más significativas y en sus elites más decisivas ese lenguaje neoliberalizante que ha hecho de la educación un negocio muy rentable e inescrupuloso: no podemos decir que la Concertación no trató a las escuelas, a los estudiantes y a los profesores como “fábricas”. En rigor, nadie en la Concertación es capaz de autodefinirse como neoliberal de la educación,

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