Animales Terapéuticos

ANIMALES TERAPÉUTICOS

La zooterapia, o el tratamiento de enfermedades con el apoyo de animales, cuentan con muchos beneficios y son cada día más importantes para el tratamiento de bastantes enfermedades. El contacto con los animales ayuda también a reducir el estrés y la presión arterial, facilita la sociabilidad, y aumenta la autoestima.

Se dice que nuestras mascotas prolongan nuestra vida y que por lo general las familias que tienen en casa una mascotas son mas unidad y tienen menos conflictos, la presencia de una mascota despierta rasgos poderosos como la lealtad, el amor, la alegría, tienen efectos sedantes y facilitan la comunicación con la familia.

Muchos mencionan que el perro es el mejor amigo del hombre, pues el perro es el perfecto animal de compañía, hace sentir queridos, protegidos a sus dueños y este tiene un carácter muy casero que los convierte en buenos animales de compañía. Los gatos suelen ser mascotas más habituales y tienen un efecto relajante, ideal para peonas que no le gusta salir mucho fuera de casa.

Investigaciones médicas describen los efectos sedantes o tranquilizantes que las mascotas ejercen cobre las personas mayores, para prevenir enfermedades como la demencia senil y el Alzheimer. También tienen estos efectos en personas que sufren estrés y en aquellas con desequilibrios emocionales.

Casi cualquier animal, desde una tortuga a un pez, ayuda a mejorar la salud de sus dueños, contribuye a acelerar el proceso de recuperación tras una intervención quirúrgica o la pérdida de un ser querido.

En el caso de pacientes con Alzheimer y niños autistas, los animales terapéuticos lo que hacen es traer a la realidad a estos pacientes, los motivan a acariciarlos, a habla, a reír, les ayuda a integrar todos los sentidos. En los niños que padecen déficit de atención, estimulan el sentido del respeto, el autocontrol, estimula el sentido del respeto y la responsabilidad.

Como resultado de la relación de personas con los animales, vuelven a las personas seres más atentos y sensibles al entorno, mas consientes de las necesidades de otros, incluso mas responsables de su propio comportamiento.

Los beneficios de estos tratamientos son cada vez más evidentes. El contacto con la naturaleza crea sentimientos de felicidad y calma, que son más fuertes en el caso de los animales, con los que es posible crear relaciones interactivas.

EJEMPLOS DE ANIMALES TERAPÉUTICOS

Son muy diversos los animales que pueden ser empleados para realizar una intervención, tanto para actuaciones individuales o colectivas: problemas de conducta, situaciones deficitarias de apoyo social, prevención de trastornos psicosociales, etc.

Delfines y leones marinos, y burros y caballos, además de perros, son algunos de los animales más utilizados para tratar graves trastornos de desarrollo físico y mental, en especial en los niños, que controlan menos que los adultos la expresión de emociones e impulsos y tienen, por ello, más facilidad para establecer comunicación con los animales.

Los peces de acuario y delfines

Los peces de acuario transmiten una sensación de tranquilidad al observarlos. Se recomiendan a las personas nerviosas y que necesitan evadirse de vez en cuando. Es un foco de atención donde se combina la variedad visual y las secuencias relajantes. Sus bellos colores y diversidad actúan disminuyendo la presión sanguínea, sobre la ansiedad y el estrés, facilitando la paz mental.

Los delfines se han utilizado en tratamientos aplicados a personas con síndrome de Down, depresiones y autismo, como los llevados a cabo por la Fundación Delfín Mediterráneo. Para el tratamiento del autismo, retrasos y parálisis cerebral, también se recurre a una novedosa terapia que utiliza las emisiones acústicas de los delfines para el desbloqueo y el reequilibrio de determinados pacientes, a los cuales las terapias convencionales o no les resultan apropiadas o no les han dado resultado.

“Un hombre puede estar sentado frente a un acuario y mirarlo fijamente como si fuesen las llamas de una hoguera o las rápidas aguas de un torrente. Todos los pensamientos conscientes son felizmente olvidados durante este estado de vacío aparente”. (Konrad Lorenz, 1983)

Equinos (Caballo y Burro)

Especialmente los burros son utilizados en terapias con niños. La asinoterapia ha demostrado que el contacto con burros mejora el equilibrio de la persona, ayuda a desarrollar algunos músculos, a enriquecer el vocabulario y a reducir la hiperactividad y la falta de atención. Precisamente, se usa con niños hiperactivos, chavales tímidos o con dificultades de comunicación y jóvenes que sufren trastornos alimenticios. También está muy extendida entre personas con síndrome de Down.

Los pacientes se suben a la grupa del burro, pero también realizan ejercicios desde abajo, en tierra firme, que son de contacto. Las caricias o, incluso, la mera contemplación del pollino, son muy estimulantes. Lo certifica su comportamiento posterior y la satisfacción de muchos padres con los resultados obtenidos.

Otro equino, el caballo, se ha usado también en la hipoterapia y la equinoterapia. Al igual que el burro, es muy favorable para trabajar la psicomotricidad. Pero, además, es muy útil en otro tipo de terapias. Alba Rueda, de La Fábrica de la Alegría, en Villasabariego (León), es una firme defensora del poder y el uso terapéutico de estos nobles animales. Nos recuerda que la psicoterapia asistida con caballos se puede utilizar para tratar depresiones profundas, problemas de alcoholismo y drogadicción, ayudar a mujeres maltratadas y a niños que han sufrido abusos y a personas que sufren anorexia y bulimia.

Pero los caballos no sólo contribuyen al bienestar de los afectados por trastornos y problemas psicológicos y psiquiátricos más graves, sino que también se utilizan para el ‘coaching’ asistido. En este caso, ayudan a encontrar respuestas a personas que están pasando un bache, necesitan dar un giro a su vida, están desorientadas o sufren una falta de liderazgo. Los usuarios entran “en contacto con los caballos, interactúan con ellos. Los caballos funcionan como un espejo de las reacciones del ser humano. Tú mismo sacas las conclusiones.

No hay razas mejores o peores para estas terapias. De hecho, para regocijo de los amantes de los animales, pueden emplearse ejemplares desechados para la competición y que, sin embargo, pueden jugar un gran papel en estos tratamientos.

Los perros

Es el animal de compañía o de ternura más característico y que goza de mayor presencia como tal. Los pequeños son muy aptos para los espacios reducidos y para las personas que requieren estímulos y necesidad de ejecutar determinadas tareas. Destacan por su protección, sumisión, bondad, fidelidad y afecto.

Las razas no se diferencian solamente por sus aptitudes y aspectos, cualidades como sociabilidad y obediencia, no son idénticas y pueden variar de una a otra. Su elección debe estar en función del objetivo terapéutico que se persiga, tanto si es un animal de raza pura con pedigree como para el más modesto chucho. Este último, aún cuando su casta sea indefinible, siempre habrá alguna característica que permita asimilarle a un perro de raza.

La principal ventaja de escoger un cachorro de raza como recomendado para nuestros propósitos o simplemente como animal familiar, es que se tienen más garantías para predecir cómo será el perro de adulto.

Es posiblemente el animal más empleado como terapeuta tanto a nivel individual como colectivo. Su intervención ha facilitado mejoras en una variada gama de situaciones de soledad, falta de confianza en sí mismo, pasividad, dificultades para mantener relaciones personales, estrés, incremento de la calidad de vida en personas con enfermedades crónicas, etc.

Uno de los desequilibrios psicológicos más comunes es la esquizofrenia. A los afectados, el contacto con animales les ayuda a controlar sus emociones, a mejorar sus relaciones sociales y a adquirir responsabilidades. La Fundación Affinity colabora con un proyecto en centros para personas con trastornos psíquicos graves. Allí se desarrollan terapias muy simples, pero muy exitosas, que consisten en jugar con un perro, enseñarle órdenes básicas y atender sus necesidades esenciales.

En los tratamientos con este tipo de pacientes y, también, con personas mayores se ha utilizado mucho el perro, un animal que no requiere de un entrenamiento de alto nivel de complejidad para su utilización en terapias asistidas, aunque sí tiene que ser sociable, complaciente, tranquilo y dócil, además de presentar unos altos niveles de higiene y control veterinario.

“Para muchas personas los perros son simples seres irracionales, para otros son más que animales de compañía”. (Lord Byron, 1993)

Los gatos

El gato doméstico es una contradicción. Ningún otro animal ha desarrollado una relación tan intima con las personas y, al mismo tiempo, ha exigido y ejercido tal independencia de movimientos y acción

Prefieren la vida reposada y tranquila. Facilitan calma y relajan el ambiente, propio para personas estresadas y con ansiedad.

Suelen favorecer una buena compañía frente a la soledad y la depresión. A pesar de su carácter reservado, le gusta vivir con los seres humanos. Agradece con su ronroneo, la mano que suavemente le acaricia.

Animales de granja

El cuidado de los animales de granja (cabras, gallinas, conejos, cerdos…) puede ser muy beneficioso para aumentar la autoestima y la responsabilidad de personas con problemas psiquiátricos.

Las aves

Las distintas variedades ofrecen un colorido y canto, que mejoran el hábitat donde estén situados, así como, obligan a sus propietarios a prestarles un nivel de atención, especialmente con los ancianos, que proporcionándoles algo que cuidar, mejoraba su calidad de vida. Posteriormente, ha resaltado como éstos en sus dueños, favorecen la autoestima y aumentaban el interés por relacionarse con otras personas. También, han permitido beneficios terapéuticos en sujetos en soledad y depresión, así como en otras psicopatologías.

Las cobayas, hámster, ratoncitos, tortugas, etc.

Ideales para iniciarse en la posesión de una mascota. Perfectos para niños. Facilitan conductas de responsabilidad, atención, aspecto lúdico y cariño.

La falta de espacio -o de tiempo- es un factor que mueve a algunas personas a elegir como animal de compañía a estos tipos de animalitos. A éstos les gusta jugar, se dejan acariciar y necesitan mucho cariño, por lo cual constituyen un buen acompañamiento.

...