Antologia
bboycastor7 de Agosto de 2011
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1.
PIN PON
Pin pon es un muñeco,
con cuerpo de algodón,
se lava la carita
con agua y con jabón.
Se desenreda el pelo,
con peine de marfil
y aunque se da tirones
no grita y dice ¡uy!
Cuando las estrellas
comienzan a salir
Pin pon se va a la cama
se acuesta y a dormir.
2.
Los pollitos
Los pollitos dicen,
pío, pío, pío,
cuando tienen hambre,
cuando tienen frío.
La gallina busca
el maíz y el trigo,
les da la comida
y les da abrigo.
Bajo sus dos alas
se están quitecitos,
y hasta el otro día
duermen calentitos
3.
Un Elefante
Un elefante se balanceaba en la tela de una araña,
y como veía que no se caía fue a avisar a otro elefante...
dos elefantes se balanceaban en la tela de una araña,
y como veían que no se caían fueron a avisar a otro elefante...
tres elefantes se balanceaban en la tela de una araña,
como veían que no se caían fueron a avisar a otro elefante,
Cuatro elefantes se balanceaban......
4.
Arroz con leche
Arroz con leche,
me quiero casar
con una señorita de la capital
que sepa coser
que sepa bordar
que sepa abrir la puerta
para ir a pasear.
Con ésta sí.
Con éste no,
con esta señorita
me caso yo.
Cásate conmigo
que yo te daré
zapatos y medias
Color café.
5.
El patio de mí casa
El patio de mi casa
es particular.
Cuando llueve se moja
como los demás.
Agáchate,
y vuélvete a agachar,
que los agachaditos
no saben bailar.
Hache, I jota, ka
ele, elle, eme, a,
que si tú no me quieres
otro amante me querrá.
Hache, I jota, ka
ele, elle, eme, o,
que si tú no me quieres
otro amante tendré yo.
Si vienes a este corro
aprende a cantar.
Correrás si yo corro,
como los demás.
Levántate
y vuelve a levantar,
que los levantaditos
si saben bailar
6.
Tengo, tengo, tengo
Tengo, tengo, tengo.
Tú no tienes nada.
Tengo tres ovejas
en una cabaña.
Una me da leche,
otra me da lana,
y otra me mantiene
toda la semana.
Caballito blanco
llévame de aquí.
Llévame hasta el pueblo
donde yo nací
7.
Al corro de la patata
Al corro de la patata,
Comeremos ensalada,
como comen los señores,
naranjitas y limones
achupe, achupe,
sentadita me quedé
8.
LAS MANOS
Saco mis manitas y las pongo a bailar,
las abro, las cierro y las vuelvo a guardar.
Saco mis manitas y las pongo a danzar,
as abro, las cierro y las vuelvo a guardar.
Saco mis manitas y las pongo a palmear,
las abro, las cierro y las vuelvo a guardar.
9.
Abuelito dime tú
Abuelito dime tú
que sonidos son los que oigo yo.
Abuelito dime tú
porque en las nubes voy.
Dime porque huele el aire así
dime porque yo soy tan feliz.
Abuelitooo nunca yo de ti me alejareee
Abuelito dime tu
lo que dice el viento en su canción
abuelito dime tu
porque llovió porque nevó
Dime porque huele el aire así
dime porque yo soy tan feliz
Abuelitooo nunca yo de ti me alejareee
10
Soy una taza
Taza
Tetera
Cuchara
Cucharón
Plato hondo
Plato llano
Cuchillito
Tenedor
Salero
Azucarero
Batidora
Olla express
Soy una taza, una tetera, una cuchara, un cucharón, un plato hondo, un plato llano, un cuchillito, un tenedor.
Soy un salero, azucarero, batidora, olla express
¡chu chu!
Cuentos clásicos
1.
Caperucita Roja
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja, ya que su abuelita le regaló una caperuza roja. Un día, la mamá de Caperucita la mandó a casa de su abuelita, estaba enferma, para que le llevara en una cesta pan, chocolate, azúcar y dulces. Su mamá le dijo: "no te apartes del camino de siempre, ya que en el bosque hay lobos".
Caperucita iba cantando por el camino que su mamá le había dicho y, de repente, se encontró con el lobo y le dijo: "Caperucita, Caperucita, ¿dónde vas?". "A casa de mi abuelita a llevarle pan, chocolate, azúcar y dulces". "¡Vamos a hacer una carrera! Te dejaré a ti el camino más corto y yo el más largo para darte ventaja." Caperucita aceptó pero ella no sabía que el lobo la había engañado. El lobo llegó antes y se comió a la abuelita.
Cuando ésta llegó, llamó a la puerta: "¿Quién es?", dijo el lobo vestido de abuelita. "Soy yo", dijo Caperucita. "Pasa, pasa nietecita". "Abuelita, qué ojos más grandes tienes", dijo la niña extrañada. "Son para verte mejor". "Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes". "Son para oírte mejor". "Y qué nariz tan grande tienes". "Es para olerte mejor". "Y qué boca tan grande tienes". "¡Es para comerte mejor!".
Caperucita empezó a correr por toda la habitación y el lobo tras ella. Pasaban por allí unos cazadores y al escuchar los gritos se acercaron con sus escopetas. Al ver al lobo le dispararon y sacaron a la abuelita de la barriga del lobo. Así que Caperucita después de este susto no volvió a desobedecer a su mamá. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
FIN
2.
El Patito Feo
En una hermosa mañana primaveral, una hermosa y fuerte pata empollaba sus huevos y mientras lo hacía, pensaba en los hijitos fuertes y preciosos que pronto iba a tener. De pronto, empezaron a abrirse los cascarones. A cada cabeza que asomaba, el corazón le latía con fuerza. Los patitos empezaron a esponjarse mientras piaban a coro. La madre los miraba eran todos tan hermosos, únicamente habrá uno, el último, que resultaba algo raro, como más gordo y feo que los demás. Poco a poco, los patos fueron creciendo y aprendiendo a buscar entre las hierbas los más gordos gusanos, y a nadar y bucear en el agua. Cada día se les veía más bonitos. Únicamente aquel que nació el último iba cada día más largo de cuello y más gordo de cuerpo.... La madre pata estaba preocupada y triste ya que todo el mundo que pasaba por el lado del pato lo miraba con rareza. Poco a poco el vecindario lo empezó a llamar el "patito feo" y hasta sus mismos hermanos lo despreciaban porque lo veían diferente a ellos.
El patito se sentía muy desgraciado y muy sólo y decidió irse de allí. Cuando todos fueron a dormir, él se escondió entre unos juncos, y así emprendió un largo camino hasta que, de pronto, vio un molino y una hermosa joven echando trigo a las gallinas. Él se acercó con recelo y al ver que todos callaban decidió quedarse allí a vivir. Pero al poco tiempo todos empezaron a llamarle "patito feo", "pato gordo"..., e incluso el gallo lo maltrataba. Una noche escuchó a los dueños del molino decir: "Ese pato está demasiado gordo; lo vamos a tener que pasar". El pato enmudeció de miedo y decidió que esa noche huiría de allí. Durante todo el invierno estuvo deambulando de un sitio para otro sin encontrar donde vivir, ni con quién. Cuando llegó por fin la primavera, el pato salió de su cobijo para pasear. De pronto, vio a unos hermosos cisnes blancos, de cuello largo, y el patito decidió acercarse a ellos. Los cisnes al verlo se alegraron y el pato se quedó un poco asombrado, ya que nadie nunca se había alegrado de verlo. Todos los cisnes lo rodearon y lo aceptaron desde un primer momento. Él no sabía que le estaba pasando: de pronto, miró al agua del lago y fue así como al ver su sombra descubrió que era un precioso cisne más. Desde entonces vivió feliz y muy querido con su nueva familia.
FIN
3.
Bambi
Erase una vez un bosque donde vivían muchos animales y donde todos eran muy amiguitos. Una mañana un pequeño conejo llamado Tambor fue a despertar al búho para ir a ver un pequeño cervatillo que acababa de nacer. Se reunieron todos los animalitos del bosque y fueron a conocer a Bambi, que así se llamaba el nuevo cervatillo. Todos se hicieron muy amigos de él y le fueron enseñando todo lo que había en el bosque: las flores, los ríos y los nombres de los distintos animales, pues para Bambi todo era desconocido.
Todos los días se juntaban en un claro del bosque para jugar. Una mañana, la mamá de Bambi lo llevó a ver a su padre que era el jefe de la manada de todos los ciervos y el encargado de vigilar y de cuidar de ellos. Cuando estaban los dos dando un paseo, oyeron ladridos de un perro. "¡Corre, corre Bambi! -Dijo el padre- ponte a salvo". "¿Por qué, papi?", preguntó Bambi. Son los hombres y cada
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