Análisis de la película documental "FOOD, INC."

"FOOD, INC."

Este documental nos muestra el funcionamiento de la industria alimentaria de Estados Unidos y los procesos que se ocultan al consumidor con el consentimiento de las agencias reguladoras y de control gubernamentales. Aquí se nos revela que el suministro de alimentos de Estados Unidos está controlado por un puñado de corporaciones que a menudo dejan de lado el interés en la salud de los consumidores de su producto, al sustento de agricultores y granjeros y a la protección del medio ambiente, a este grupo de integrantes de la industria alimenticia estadounidense no le interesa el resto del mundo, solo velan por sus propios intereses económicos y el de sus dinastías.

En Norteamérica, existen cinco compañías de comida rápida que determinan, usando su poder de compra masivo, las reglas del juego para todo el sector agricultor y ganadero (condicionando incluso a los pequeños granjeros): desde qué cultivos son para que les vendan exclusivamente a ellos, hasta cómo la manera en la que se engorda y faena al ganado sin importar que sea una técnica que pueda resultar nociva para la salud del ser humano. El resultado es un sistema en el que la comida rápida, que resulta ser más barata que la saludable gracias a los bajos costos que implica por la mala calidad de los insumos, se ha establecido en restaurantes y supermercados, provocando daños a veces letales y augurando un futuro de obesidad y diabetes generalizado, mientras crece sin control un sector de empleo barato y desprotegido y el lobby que mantiene a raya a las entidades gubernamentales que deberían estar fiscalizándolo.

El documental saca a la luz datos estremecedores, pero más que eso, reales, sobre lo que comemos y cómo se produce y su efecto en la actividad económica y la salud del consumidor. Aunque este documental investiga la situación de la industria alimentaria en Estados Unidos, sus revelaciones hablan de una clara tendencia global.

El primer segmento del filme examina la producción industrial de carne, a la cual llama inhumana y económica y ambientalmente insostenible. El segundo segmento se centra en la producción industrial de grano y verduras, a la cual también califica de económica y ambientalmente insostenible. El tercer y último segmento trata sobre el poder económico y legal de las grandes compañías de producción de alimentos (que, según los autores, se basa en ofrecer comida barata pero contaminada con químicos a base de petróleo, sobre todo pesticidas y fertilizantes) y la promoción de hábitos de consumo de comida insalubre hacia el público estadounidense.

Aludiendo al tema de los alimentos, hay un dicho popular que: “somos lo que comemos”. ¿Qué nos plantea la película sobre esta afirmación? Si “somos lo que comemos”, primero podríamos afirmar que “no nos conocemos” debido a que desconocemos el origen, desarrollo y distribución de los alimentos que consumimos a diario, no nos interesa saber de dónde fue sacado el insumo para la creación de los alimentos y desconocemos los alimentos que realmente deberíamos consumir y los orígenes de estos también, de igual manera está situación nos podría definir como una sociedad irremediablemente enferma, pero con apariencia de saludable como ocurre con los alimentos de origen transgénicos que a pesar de su imagen de calidad, la verdad es que esa belleza encierra elevados costos para la salud y el desarrollo de las personas así como la propia ecología del planeta. Resulta contradictorio que en ara de la sobrevivencia del ser humano, se esté poniendo en juego la propia existencia del hombre, al asumir un modelo de producción agrícola no sustentable en el tiempo, cuya consecuencias a la postre incluye la pérdida del patrimonio genético de la humanidad, mediante el uso masivo de productos vegetales y animales alterados genéticamente, hecho que traerá consecuencias aún no cuantificadas y

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