Articulo

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No es para nadie un secreto que un joven que desee crecer en el mundo laboral e integralmente como persona necesita de un estudio y unos conocimientos básicos, que le permitan no solo tener un pensamiento crítico y analítico sino también un ideal y nos valores.

La universidad y la carrera que decidimos estudiar cada uno de nosotros nos forja un futuro y nos plantea un meta a cumplir, como es de saber en nuestro caso puntual nuestra decisión es clara estudiaremos Negocios Internacionales, la universidad elegida para el caso fue la que más se acomodara a nuestro presupuesto económico.

Como todo adolecente acudimos a los conversatorios llenos de ideales y motivados porque nos planteaban una infraestructura, una educación y una formación de calidad, que aseguraba ser la forma de avanzar con grandes pasos a nuestras metas y claro importante se acomoda a nuestro recurso económico, la emoción es notable, CIDCA es nuestra oportunidad.

Pero, ¿Qué ocurre cuando una institución que dice ser seria no cumple con sus promesas?, ¿Dónde queda la ética?, porque poner en frente de 20, 30 o 45 estudiantes “docentes” que no saben trasmitir conocimientos y no tienen la capacidad de formar a un joven, es debido aclarar que contamos con uno que otro educador dedicado y capacitado, lamentablemente es claro y es bien dicho por uno pagan todos. Debido a esto la imagen de la institución no solo no es la mejor sino adicional ningún joven dice estudio en CIDCA, estas palabras no son pronunciadas como estudiantes preferimos decir: “Yo estudio por convenio, a… ¿Qué universidad?, la Gran Colombia o los libertadores; bien sea el caso, a que bueno”.

Puntualmente la universidad no cumple con su foco principal; CIDCA: Centro de Investigación, docencia y consultoría administrativa; por el nombre fácilmente deducimos el nivel de investigación y desarrollo de proyectos debe ser muy alto, deben contar con el mejor equipo de docentes para el desarrollo de estas actividades. Pero, ¿Qué ocurre cuando nos encontramos con personas poco éticas y que no tienen los conocimientos para dictar una materia que debería ser la base de la Institución?, Con que orgullo un estudiante promulga que CIDCA es lo mejor, con que orgullo vamos a recomendar estudiar allí, ¿Cuál es la imagen de CIDCA profesionalmente, para sus alumnos y para nuestro país?

Seguramente no es la mejor, menos cuando nosotros nos quejamos ante aquella institución y nuestras peticiones no son tenidas en cuenta. Daremos un ejemplo real señor lector, en el desarrollo de una importante materia como lo es Proyectos solo en una ocasión contamos con una persona capacitada que nos oriento como es debido, Y usted lector dirá eso cómo es posible, pero lamentablemente lo es, aquellos educadores no solo indicaban que los proyectos no servían sino que faltaban en repetidas ocasiones sin escusa y era claro y notable que no preparaban una clase. Y aunque hacíamos valer nuestro dinero querido lector si aquel “Docente” decidía que el estudiante no le agradaba no solo lo perjudicaba con sus vagas enseñanzas sino que comprometía el perder una materia, bien es cierto que el dinero no cae del cielo, razonar es complicado ante este tipo de eventos que no nos dejan mucho que pensar.

Y hoy finalmente a portas de graduarnos y cumplir un ciclo de nuestras vidas, nos damos cuenta que presentar el proyecto como opción de grado realmente no es una opción, es un negocio que implicara tiempo y dinero.

Igual, que podemos presentar, que podemos argumentar si realmente la guía no fue clara. No deseamos perder más tiempo y optamos por pagar un seminario que nos asegura un grado lo más pronto posible.

Señor lector CIDCA como institución educativa no solo necesita recapitular sus estándares de infraestructura sino sus estándares de educación lo cual finalmente es la

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