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16 de Enero de 2014
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El debate sobre el estado del arte del “Imaginario Revolucionario Venezolano” durante la reforma constitucional del año 2007 y la derrota política de la opción planteada por Chávez y los diputados revolucionarios de la AN en aquel momento, dejó en claro desde entonces la necesidad de una renovación radical de los marcos teórico-ideológicos, políticos, ético-culturales e incluso epistemológicos del “Socialismo Bolivariano del siglo XXI”. En este último aspecto, caben en la actualidad las siguientes preguntas:
¿Cuál ha sido la producción teórica e intelectualmente comprometida, como “filosofía de la praxis” de la revolución bolivariana?
¿Cuál ha sido la conformación efectiva de estratos intelectuales en las clases populares y subalternas, en sus fuerzas sociales y movimientos sociales que planteando su identificación con el proceso revolucionario, logren la unidad de pasiones y concepciones teóricas que posibiliten el proceso de construcción y apropiación de herramientas ideológicas y teóricas para la lucha en favor de la construcción socialista?
En palabras más convencionales: ¿Cuáles son los destacamentos de vanguardia teórico-ideológica de la revolución bolivariana y cuáles son sus referentes, guiones, discursos, narrativas y representaciones ideológicas?
¿Acaso la ausencia de la voz orientadora y decisoria de la dirección carismática de Chávez no pone sobre el tapete el “estado del arte” de la cuestión ideológica y teórica en la dirección política y ético-cultural de la revolución bolivariana?
Existen algunos síntomas e indicios que permiten referirse, dados los debates, inquietudes y malestares que se están expresando recientemente (diferencias y matices entre el “Programa de la Patria” de Chávez y el “Plan de la Patria” del Gobierno de Maduro, la llamada “focalización ideológica” del legado de Chávez, la distinciones entre derecha e izquierda, entre reforma y revolución), que señalan que ante la ausente estructura de dirección personificada por Chávez, se corre el riesgo de un mayor estado de confusión, debilidad y dispersión teórico-ideológica (y ético-cultural) de la revolución bolivariana. Como evidencia de lo anterior veamos algunas señales, indicios, síntomas de la situación en una pequeña muestra intencional de corte cualitativo:
“Ya en el año 2013, ante los desafíos y amenazas que surgieron con la sentida desaparición física del Cmdt. Chávez, propusimos unas tareas investigativas y formativas dirigidas a reivindicar su legado y rendir tributo a su memoria (CARTA ABIERTA A LA DIRECCION NACIONAL DEL PSUV, AL GRAN POLO PATRIOTICO, A LOS COLECTIVOS REVOLUCIONARIOS, AL PUEBLO CHAVISTA.7 de Marzo de 2013) contextualizando dicha propuesta en los siguientes términos: “En medio de la conmoción por la partida de un compañero-hermano – como dice Evo Morales- me he motivado a hacerles llegar algunas ideas y propuestas que a mi entender reivindican en las actuales circunstancias la memoria histórica del Cmdt. Chávez, siendo el mejor homenaje que podemos rendirle: MANTENER Y PROFUNDIZAR LA REVOLUCION. Es obvio que el legado que nos deja nuestro hermano, en palabras y acciones, demandarán múltiples estudios, variadas reconstrucciones teóricas e históricas, infinidades de publicaciones documentales. Pero en estos momentos existen unas tareas político-ideológicas pendientes, las cuales que demandan focalizar el esfuerzo en dos documentos testimoniales donde están recogidas las líneas de acción para hacer IRREVERSIBLE LA TRANSICION SOCIALISTA, PARA CONSOLIDAR UNA LINEA DE NO RETORNO.” (Carlos Lanz. En: http://www.aporrea.org/ideologia/a179547.html)
“Cuando en la noche del 8 de diciembre de 2012 el Comandante Chávez avisó que podría suceder una situación sobrevenida, muchos que no querían creer tuvieron que tomar en cuenta la gravedad de la situación. El Proceso Bolivariano empezaba a vivir su mayor prueba en 14 años. “De la mano de lo no deseado entrabamos en un tiempo de desafíos. Se probaría el liderazgo señalado para la continuidad del proyecto. Se probaría la fortaleza del proyecto mismo y sobre todo la disposición para avanzar al ritmo del motor del Proceso: el Pueblo Bolivariano. Por eso este balance no es uno más. Tiene características históricas. ¿Será posible avanzar en la conquista de la definitiva Independencia? ¿Se podrá romper con las ataduras del capitalismo dependiente y parasitario venezolano? ¿Se podrá avanzar hacia las tareas pendientes de la Revolución Democrática Bolivariana, transformándola en transición hacia el anticapitalismo y el socialismo? ¿Estarán a la altura de la tarea los líderes del Proceso? O por el contrario ¿Se aplicarán hasta el final las contrarreformas que exige la burguesía y a las que esos líderes se han mostrado sensibles, a cambio de sostener un sistema político que no es el del Proceso?” (MAREA SOCIALISTA. En:http://www.aporrea.org/tiburon/a179070.html)
“En 2014, entramos en la etapa del Cambio de Estructura que nos obliga a la producción intelectual y la práctica concreta de profundizar el Proceso Revolucionario. Momento que exige a los constructores (la izquierda socialista) del nuevo sistema político temperancia, conciencia y humildad. Punto decisivo para diferenciar lo que es reforma y lo que es revolución. Coyuntura para sincerar posiciones políticas e ideológicas. Línea divisoria que marca la realidad de los dos sistemas políticos encontrados: democracia representativa (popularmente categorizada como la IV República) y la Revolución Bolivariana (origen del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI). Estamos, entonces, de frente a la historia y con la obligación de rendir cuentas al pueblo y a nosotros mismos.” (William Izarra. En:http://www.aporrea.org/actualidad/a179528.html)
“Hoy la Revolución está enfrentando su mayor crisis: tratar de derrotar a la ideología que intenta llevarnos hacia la restauración. Lo hace con finura, crea teoría para justificar el retorno. Dicen que no hay condiciones, que hay una crisis, que es necesaria la alianza con los capitalistas, que estos no son malos, que es suficiente acabar con la especulación para que todos marchemos felices. Se abrazan con lo peor de la oligarquía pero persiguen a los que critican esa entrega. Estamos presenciando un espectáculo asombroso y grotesco: en cuestión de horas pasa la Revolución de ir hacia el Socialismo a reptar hacia la restauración. Ahora la mesa de la oligarquía no es mala, todo se le perdona, ahora la meta no es el Socialismo, sino una difusa paz… El fondo de la situación es la debilidad teórica, ideológica, de la Revolución. La derecha interna nos minó allí donde está el origen de todo, en la teoría. Y ahora tenemos una Revolución minimizada, agotada, estupefacta, que se traga cualquier bodrio, que cambia espejitos por Socialismo.” (Toby Valderrama y Antonio Aponte. En:http://www.aporrea.org/ideologia/a179676.html)
“No se trata de una inocente controversia académica, es la pugna atormentada de un sistema justo, el Socialismo, que intenta superar el periodo de la “prehistoria humana”, de la barbarie de los sistemas explotadores. En la confrontación interna, el enemigo ideológico, el capitalismo, no tiene escrúpulos, sus métodos no tienen los límites de la preservación de la vida, del respeto al humano, de prefigurar el mundo de las relaciones amorosas. ¡No! Al contrario, el viejo sistema usa las perversidades acumuladas en milenios de atrocidades, no hay apego a la verdad. Todo lo anterior viene a colación porque debemos tomar conciencia de la situación de la Revolución Chavista: está sumergida en una profunda batalla ideológica: contra la derecha externa que acecha en cada rincón y también, quizá en mayor grado, contra la derecha interna que intenta desviarla, desfigurarla, entregarla inerme a la restauración. Todo esto aprovechándose de nuestra ignorancia y debilidades teóricas. Toda Revolución debe tener claro el objetivo que le da sentido histórico, su meta más estratégica. Esta claridad determina su ubicación en el mundo y sirve de brújula a todas sus acciones. El Comandante Chávez, en su evolución, iba construyendo este objetivo, llegó hasta el Socialismo y lo fue delineando poco a poco. Y es en el Plan de la Patria que nos deja su más acabado pensamiento con el explícito mandato de continuar esa evolución, de fortalecerlo dentro de sus grandes líneas.” (Toby Valderrama y Antonio Aponte. En: http://www.aporrea.org/actualidad/a179562.html)
“Corría el primer año de este siglo y en Macuro, frente al mar, bajo un almendrón bien llamado el congreso porque ahí todo se discutía, algunos expresábamos nuestra impaciencia por la lentitud de las medidas de Chávez y su tolerancia con los reaccionarios. Entonces, un viejo pescador, que había servido bajo Gómez, dijo: "¿Saben cómo es la vaina? Chávez enganchó un peje muy bravo, y lo tiene bien pegado...un peje bravo, bravísimo, tan bravo que se comió a Bolívar que era un arrecho... Si Chávez se pone fuerza y fuerza, el pescado lo tira al agua y se lo come. Tiene que trabajarlo, darle guaral, aflojarle para que corra, y cuando crea que se va liso... volverlo a prensar...cansarlo, así pase todo el día y la noche, hasta que lo traiga al costado del bote y le meta gancho y tolete y ¡pabordo! Y digo día y noche, pero pueden ser años de brega... Yo tengo fe que Chávez al final va a embarcar ese pescado. Pero eso si ustedes antes no lo vuelven loco criticando y hablando pendejadas..." (Eduardo Rothe. En:http://www.aporrea.org/ideologia/a179387.html)
“Finalmente, la lucha revolucionaria no es algo lineal que indique que mediante unas recetas llegaremos finalmente al socialismo.
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