Auditoria

UNIDAD I: AUDITORÍA

La Auditoría se define como un hecho el cual consiste en estudiar y analizar toda la documentación referente a una empresa, institución u organismo, para así poder determinar si la información que estas ofrecen corresponde con la situación real de su patrimonio, y para determinar si sus sistemas de gestión y producción son correctos para el funcionamiento de la misma y para el logro de sus objetivos.

La Auditoría principalmente se dirigía al ámbito contable y financiero, pero hoy en día se ha ido trasladándose a otros campos de gestión como los de producción, marketing, logística y recursos humanos y se presenta como una ayuda a la dirección, a la cual le ofrece información y los medios necesarios para ser más eficaz y eficiente.

Estas auditorías se llevan a cabo por empresas independientes, las cuales sirven de gran ayuda para organizaciones que se encuentran en la necesidad de realizar este estudio. Hoy en día, existen grandes firmas dedicadas a la auditoría contable como lo son PricewaterhouseCoopers, Deloitte, KPMG y Ernst & Young, estas 4 se encuentran posicionadas como las mas importantes del mundo.

Origen

La palabra auditoría tiene su origen en el vocablo latín AUDITORIUS, y de ahí proviene el término auditor, que significa el arte o virtud de oír. Los historiadores creen que los registros contables tuvieron su origen alrededor del año 4000 antes de Cristo, cuando las antiguas civilizaciones del lejano oriente comenzaron a establecer gobiernos y negocios organizados.

Desde el principio los gobiernos se preocuparon por llevar la cuenta de entradas y salidas de dinero y el cobro de los impuestos. Parte de esta preocupación fue el establecimiento de controles, incluso auditorías para disminuir los errores y fraudes por parte de funcionarios.

Los más antiguos registros contables y referencias a auditorías que se tienen en los países de habla inglesa, son los registros de los erarios de Inglaterra y Escocia, que datan del año 1130.

En Gran Bretaña, las primeras auditorías eran de dos tipos; las de las ciudades y poblaciones se hacían públicamente ante los funcionarios del gobierno y los ciudadanos, y consistían en que los auditores oyeran la lectura de las cuentas hecha por el tesorero, el segundo tipo de auditoría implicaba un examen detallado de las cuentas que llevaban los funcionarios de finanzas de los negocios existentes en esa época, seguido por una declaración de auditoría, es decir un informe verbal al dueño del negocio.

El título de auditor apareció por primera vez en Inglaterra en el siglo XIII. A través de la revolución industrial ocurrida en la segunda mitad del siglo XVIII, donde se utilizaron nuevas técnicas contables relacionadas a la auditoría por lo que la auditoría como profesión fue reconocida por primera vez bajo la Ley Británica de Sociedades Anónimas de 1862

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