ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

BARROCO.


Enviado por   •  11 de Abril de 2014  •  Ensayos  •  6.711 Palabras (27 Páginas)  •  190 Visitas

Página 1 de 27

Barroco

Las Meninas (1656), de Diego Velázquez, Museo del Prado, Madrid.

El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental originado por una nueva forma de concebir las artes visuales (el «estilo barroco») y que, partiendo desde diferentes contextos histórico-culturales, produjo obras en numerosos campos artísticos: literatura,arquitectura, escultura, pintura, música, ópera, danza, teatro, etc. Se manifestó principalmente en la Europa occidental, aunque debido al colonialismo también se dio en numerosas colonias de las potencias europeas, principalmente en Latinoamérica. Cronológicamente, abarcó todo el siglo XVII y principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de cada país. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó, en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía empezaba a poner los cimientos del capitalismo.1

Como estilo artístico, el Barroco surgió a principios del siglo XVII (según otros autores a finales del XVI) en Italia —período también conocido en este país como Seicento—, desde donde se extendió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIIIy XIX) el término «barroco» tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, engañoso, caprichoso, hasta que fue posteriormente revalorizado a finales del siglo XIX por Jacob Burckhardt y, en el XX, por Benedetto Croce y Eugeni d'Ors. Algunos historiadores dividen el Barroco en tres períodos: «primitivo» (1580-1630), «maduro» o «pleno» (1630-1680) y «tardío» (1680-1750).2

Aunque se suele entender como un período artístico específico, estéticamente el término «barroco» también indica cualquier estilo artístico contrapuesto al clasicismo, concepto introducido por Heinrich Wölfflin en 1915. Así pues, el término «barroco» se puede emplear tanto como sustantivo como adjetivo. Según este planteamiento, cualquier estilo artístico atraviesa por tres fases: arcaica, clásica y barroca. Ejemplos de fases barrocas serían el arte helenístico, el arte gótico, el romanticismo o el modernismo.2

El arte se volvió más refinado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero adoptando formas más dinámicas y efectistas y un gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto. Se observa una preponderancia de la representación realista: en una época de penuria económica, el hombre se enfrenta de forma más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda realidad se somete a la mentalidad de una época turbada y desengañada, lo que se manifiesta en una cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes de luces y sombras y cierta tendencia al desequilibrio y la exageración.3

Arte Barroco en Francia

Podría decirse que, históricamente, el Barroco ha sido considerado como un movimiento "del espíritu" debido a la enorme exaltación de las pulsiones humanas presente en las diferentes manifestaciones adscritas a la terminología de dicho periodo, las cuales, de alguna manera, habrían ofrecido oposición a la racionalidad de la corriente anterior, camino que al parecer habría entrado en una fase de agotamiento ya en época manierista.

Sin embargo, y como ya señalaran sabios como Salomón o Terencio mucho antes de este siglo XVII, "no hay nada nuevo bajo el sol"; de esta manera, es posible advertir que el Barroco no inventa nuevas fórmulas estéticas sino que reinventa las previas ya existentes, potenciándolas. Será de esta circunstancia de donde surja ese concepto del "exceso" con el que suele asociarse dicha época, más erróneo en unas ocasiones que en otras, pudiéndose encontrar obras como la fachada este del Louvre, considerada modelo de arquitectura barroca oficial francesa, o los edificios proyectados por Mansart (véase la Iglesia de los Inválidos parisina), en las cuales el clasicismo es patente y el barroquismo queda asociado a la escala y la potencia plástica.

Sobriedad, armonía y claridad van a ser, de esta manera, las tres claves de la arquitectura barroca en Francia, la cual, a diferencia de lo que habría sucedido en el país de origen del movimiento, Italia, estará concebida al servicio del poder establecido político (en vez del religioso) al igual que el resto de las artes. De ahí su majestuosidad y su clara vocación de ostentación.

Arte propagandístico pues, en una época en las que las convulsiones sociales y políticas (no hay que olvidar la proximidad de la Revolución Francesa) serán determinantes a la hora de la creación del nuevo lenguaje. La revisión del urbanismo de las grandes ciudades como París, por ejemplo, vendrá determinada por la exaltación de las nacionalidades que en estos momentos está viviendo Europa, la cual desembocará en la creación de estados, con sus correspondientes capitales, que deberán adecuarse a la idea de centralismo, magnificencia y orden emanada por el poder del cual serán considerados una proyección.

Así, ciudades, palacios o jardines, el diseño en el país galo estará puesto al servicio de la gloria del rey, llegando éste a controlar, por medio de sus validos, cualesquiera de las diversas manifestaciones artísticas y artesanas que bajo su gobierno tengan lugar (famosísima será la Manufactura de Gobelinos, creada bajo el absolutismo del Rey Sol), siendo el máximo exponente de esta manipulación teatral el Palacio de Versalles, modelo posteriormente muy difundido por Europa y entorno perfecto para la exhibición del poder divino del rey.

"Iniciado" durante el reinado de Luis XIII, será su hijo, Luis XIV, quien contribuya al desarrollo del aspecto que presenta en la actualidad. Pensado como una gran "escenografía" en la cual presentar al monarca y su corte en todo su esplendor, habría cumplido el papel de retiro a la par que de lugar de divertimento.

En él todo está perfectamente medido y controlado; los jardines con su simétrica perfección, la exhuberancia de las decoraciones interiores, la vastedad del terreno o la rotunda elegancia que el exterior del edificio presenta no serían sino símbolos, una vez más, del poder y

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (43.7 Kb)  
Leer 26 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com