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Banca Universal


Enviado por   •  17 de Noviembre de 2013  •  4.238 Palabras (17 Páginas)  •  213 Visitas

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ESTRUCTURA Y FUNCIONES DE LOS BANCOS CENTRALES

ORIGEN Y DESARROLLO DE LOS BANCOS CENTRALES.

Los primeros bancos centrales se originaron en Europa. En un comienzo no se dio mayor importancia a su posible función de supervisión y apoyo a los otros bancos, debido a que los gobiernos estaban más bien interesados en los recursos financieros que podían obtener de los bancos centrales.

Algunas de estas instituciones eran dominadas por el Estado, como sucedía con el Banco de Prusia y del Banco de Francia. En otros casos se trataba de bancos privados, como el Banco de Inglaterra, que sólo fue nacionalizado después de la segunda guerra mundial. A cambio del apoyo financiero al gobierno, los Banco Centrales recibían ciertos privilegios, como el monopolio de la emisión de billetes convertibles en oro o plata. Su posición dominante se tradujo en una centralización de las reservas de oro o plata en estas instituciones, las que empezaron a actuar como banco de los otros bancos. En algunos casos se generaron conflictos, cuando actuaban como un competidor de los otros bancos. Pero esto fue cambiando a lo largo del tiempo, a medida que el objetivo de obtención de utilidades fue perdiendo importancia, y los Banco Centrales pusieron el énfasis en la mantención de la convertibilidad y en la estabilidad de los otros bancos, para los cuales actuaban como prestamistas de última instancia.

La mayoría de los bancos centrales que se establecieron fuera de Europa, principalmente a fines del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX, fueron desde un comienzo instituciones no competitivas con los otros bancos y sin un objetivo de maximización de utilidades.

La primera función de un banco central era financiar guerras, su segunda, promover el desarrollo económico de un país.

Posteriormente, el resultado adverso de estas funciones llevaron a los gobiernos a limitarlos a la función fundamental, la de controlar la inflación, que es de la cual se deriva la inestabilidad de múltiples variables macroeconómicas.

El financiamiento de guerras se observa en los países europeos desde el siglo XVII hasta el siglo XX. El primer banco central fue creado por el Parlamento Sueco en 1668, siendo su principal acreedor la Corona Sueca. Esto generó inflación y crisis financieras. Después de un siglo, en 1779, la ley fue modificada, obligando al Banco a que la masa monetaria fuese respaldada por oro en una proporción fija. Sin embargo, comenzó la guerra con Rusia y se regresó a su origen violando el precepto de estabilidad que confería ese patrón oro. Igualmente, el Banco de Inglaterra fue creado en 1694 para financiar la guerra entre Inglaterra y Francia, pero además, se le asignaron innumerables funciones: guardián de las reservas internacionales y de la estabilidad de la moneda, el monopolio de la emisión monetaria, agente financiero del gobierno en cuanto al mantenimiento de sus cuentas y el manejo de su deuda.

En 1720, a fin de prevenir la quiebra de la compañía South Sea, se le asigna la función de prestamista de última instancia. El abuso de emisiones inorgánicas condujo a más de 300 crisis financieras. Ciento veinticuatro años después, en la era Victoriana (1844), el Parlamento Inglés, entendió que el crecimiento excesivo de la oferta monetaria generaba inflación. Esto llevó a la modificación de la Ley del Banco de Inglaterra, señalando expresamente que el incremento en la oferta monetaria debía ser respaldada por oro a fin de garantizar la estabilidad de precios.

Otros bancos centrales de Europa fueron creados con el mismo fin. España (1782) para financiar la Guerra de la Independencia Americana, Francia (1800) para financiar la Guerra Napoleónica. El banco Alemán fue una de las pocas excepciones. En 1875 uno de los bancos comerciales más grandes, el Prusia de Berlín, fue transformado en el Reich. Aun cuando subordinado al gobierno, la legislación prohibía el financiamiento de las necesidades del gobierno en el siglo XIX. La experiencia del Banco Reich le sirvió para llegar a ser la columna del Sistema Monetario Internacional porque quedó demostrado que el banco no debía financiar al gobierno para poder controlar la inflación y preservar la estabilidad monetaria. Sin embargo, en 1914, cuando explotó la primera Guerra Mundial, dicho principio fue violado. Todos saben que la Alemania de este período ha sido el país que ha experimentado la hiperinflación más elevada de toda la historia.

En Noviembre de 1923, Alemania tuvo que ejecutar un plan de estabilización económica en el cual se redefinió la unidad monetaria, se le prohibió prestarle al gobierno, se le otorgó un préstamo sindicado, se modificó la ley declarando la independencia del banco y la formalización del patrón oro, y se nombró un nuevo presidente, Schacht, asesorado por Montagu Norman, presidente del Banco de Inglaterra y predicador de la independencia de un banco central. A pesar de esta amarga experiencia, Alemania cometió los mismos errores en la época de Hitler. En 1957 el Bundesbank sustituyó al viejo banco central.

Desde entonces el Bundesbank ha sido uno de los bancos centrales más poderosos, cuya experiencia sirvió de base para crear y poner a funcionar la Unión Monetaria de Europa.

En su evolución histórica, el segundo propósito de un Banco Central fue financiar el desarrollo económico. Consecuencia del gado de la teoría macroeconómica, a raíz de la gran depresión de los años '30 en los Estados Unidos, Keynes le otorga al gobierno la gran responsabilidad de ejecutar políticas fiscales y monetarias para hacer crecer la economía y alcanzar el pleno empleo. Posteriormente Phillips establece un trade-off entre las tasas de inflación y de desempleo, así como la ocurrencia de choques internos o externos no esperados, todos ellos se convierten en argumentos técnicos para el intervencionismo estatal del siglo XX. Con ello, nace la función de un banco central como financista del desarrollo y la tentación de los gobiernos a abusar de dicha función.

Su aplicación se observa en Estados Unidos, Europa continental, América Latina, Asia y África, durante largos períodos, después de la gran depresión económica de los Estados Unidos en los años 30. En esta época, una ley de banco central de cualquier país típicamente incluía múltiples objetivos: crecimiento económico, pleno empleo, estabilidad de precios y del tipo de cambio, viabilidad de la balanza de pagos, para lo cual, un banco central tenía las funciones de regular la emisión y oferta monetaria, las tasas de interés, la política cambiaria, manejar las reservas internacionales,

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