Bosque Protector Palo Seco

El Bosque Protector Palo Seco, con una extensión de 254,445.88 hectáreas fue creado mediante Decreto Ejecutivo Nº 25 del 28 de septiembre de 1983, publicado en Gaceta Oficial 19,943 de 24 de noviembre de 1983. El área forma parte del conjunto de áreas protegidas situadas en las tierras altas de Panamá, junto con el Parque Internacional La Amistad, la Reserva Forestal Fortuna y el Parque Nacional Volcán Barú. Sus variados hábitat sirven de refugio a una gran diversidad de especies de flora y fauna, incluyendo numerosas especies endémicas de tierras altas.

ImagenEl relieve del Bosque Protector Palo Seco se debe a la cordillera central, que recorre la mitad occidental del país, de oeste a este, con altitudes mayores a los 3,000 msnm (metros sobre el nivel del mar). En la región se localizan cuencas hidrográficas de importancia, como la de los ríos Changuinola, Chico, Chiriquí Viejo, Cricamola y Fonseca que se incluyen entre los más caudalosos del país.

Entre las especies de flora registradas en esta zona boscosa se pueden mencionar: jira (Socratea exorrhiza), jirote (Iriartea deltoidea), cedro (Cedrela odorata), bateo (Carapa guianensis), almendro (Dipteryx panamensis), palo de buba (Jacaranda copaia), laurel (Cordia alliodora), mayo blanco (Vochysia hondurensis) y criollo (Minquartia guianensis). Asimismo, son bastante comunes las lianas, heliconias y orquídeas.

Entre las especies de fauna, cabe destacar las siguientes: el tapir (Tapirus bairdii), el puerco de monte (Tayassu pecari), el jaguar (Panthera onca), el puma (Puma concolor), el tigrillo (Leopardus weidii) y el venado corzo (Mazama americana). Igualmente, se pueden encontrar especies endémicas, tales como como el olingo (Bassaricyon gabbii), el gato negro o tayra (Eira barbara), la zorra ratón (Marmosops invictus) y la musaraña (Cryptotis endersi)

La avifauna que podemos observar en la región es diversa, destacando al mosquero pirata (Legatus leucophaius) el cual migra al sur, y especies endémicas como el periquito frentirrojo (Touit costaricensis) y el autillo serranero (Otus clarkii). Además, se encuentran aves protegidas por la legislación panameña, entre ellas el tinamú grande (Tinamus major), la chachalaca cabecigris (Ortalis cinereiceps), la paloma piquicorta (Columba nigrirostris) y la paloma escamosa (Columba speciosa).

ImagenLocalización: El Bosque Protector Palo Seco está ubicado en la provincia de Bocas del Toro, en el Distrito de Changuinola.

Acceso: Partiendo de la ciudad de Panamá se toma la vía Panamericana hacia el interior del país hasta llegar a la población de Gualaca y luego se toma la carretera hacia la provincia de Bocas del Toro. La entrada al área protegida se encuentra en el trayecto. Por vía aérea, hay vuelos diarios Panamá-Changuinola, una vez allí se puede tomar la vía que conduce hacia la ciudad de David donde se puede encontrar la entrada del área protegida en el trayecto.

Reserva Forestal Fortuna

Ubicación

La reserva comprende una extensión de 19 mil 500 hectáreas, donde predominan los bosques nubosos secundarios y primarios.

La reserva forestal Fortuna fue demarcada mediante la Ley 18 del 9 de abril de 1976 y declarada como tal por el decreto ley 68 del 21 de septiembre del mismo año.

Comprende una extensión de 19 mil 500 hectáreas, donde predominan los bosques nubosos secundarios y primarios.

Se constituyó para preservar el recurso hídrico, principal fuente para generar energía eléctrica.

Se localiza a 40 kilómetros del distrito de David y tiene como máxima elevación al Cerro Chorcha, de 2 mil 213 metros sobre el nivel del mar.

Entre su flora y su fauna hay una gran cantidad de epífitas, además mantiene un promedio de 287 árboles por hectárea, lo que indica el predominio de un bosque primario bastante intacto.

Cascada ubicada en la reserva.

La fauna está compuesta por anfibios que habitan entre las plantas conocidas como bromelias y epífitas donde depositan sus huevos.

Según información del Departamento de Medio Ambiente de la empresa Fortuna, S.A., allí se encuentra el 30% de la herpetofauna nacional (reptiles) con más de 100 especies verificadas.

También habitan gran cantidad de aves migratorias y murciélagos. Pequeños roedores, conejos pintados, macho de monte, jaguar y saínos tienen allí su hábitat.

En cuanto a biodiversidad se refiere el grupo más variado y abundante es el de los anfibios. Muchos habitan en bromelias y epífitas, donde depositan sus huevos y desarrollan sus crías. En Fortuna se encuentra más del 33% de la herpetofauna nacional.

Tambien hay una gran cantidad de aves locales y migratorias (especialmente entre septiembre y abril), más de 50 especies de murciélagos y pequeños roedores, conejos pintados (Agouti paca), saínos (Tayassu tajacu) y grandes felinos, como el jaguar (Panthera onca).

Cabe destacar que entre las plantas que predominan están las bromelias y las epifitas, los científicos señalan que en la zona está el 33% de la herpetofauna con más de 100 especies reportadas.

Es común observar a los conejos pintados, saínos, venados, macho de monte, el jaguar, diferentes y exuberantes especies de anfibios, un sinfín de especies de mariposas. Qué bueno saber que contamos con otro punto atractivo en nuestro país, que nos da la opción de hacer un turismo diferente, el de la parte ecológica.

Reserva Forestal de Chepigana

Fronteriza con la República de Colombia, la provincia del Darién se encuentra al extremo oriente de la República de Panamá y es una de las áreas de mayor diversidad biológica del Istmo centroamericano, pero que en la actualidad presenta un ritmo acelerado de destrucción de los recursos.

La región está habitada por poblaciones de cuatro grupos étnicos: afro-colombianos, indígenas emberá-wounan, campesinos darienitas y colonos de otras regiones del país, campesinos sin tierra en busca de mejorar sus condiciones de vida.

La Reserva Forestal Chepigana, creada en 1960, se ubica al sur-oeste de la Provincia de Darién, dentro de los distritos de Chepigana y Cémaco (Comarca Emberá-Wounan). Tiene una superficie aproximada de 316,840 hectáreas, con una superficie boscosa de unas 75.000 hectáreas y está considerada como una gran fuente de recursos forestales, plantas medicinales, recursos hídricos, fauna y flora. Además, juega un importante papel en la protección de las especies de fauna y flora en peligro de extinción.

En 1994 se promulgó una ley facultando al gobierno para que realizara una nueva demarcación, reconociendo que la Reserva había sido creada desde un escritorio, sin un verdadero trabajo de campo que hubiera encontrado habitantes en la época de su creación,. La nueva demarcación debía excluir los predios dedicados a explotaciones agropecuarias. Para 1996 fue creada Apaquiset, Asociación de Productores Agroforestales de Quintín y Setegantí, por pequeños productores agrícolas de estas comunidades. Uno de sus principales objetivos fue ntonces de lograr una nueva demarcación de la Reserva Forestal y excluir las tierras de explotación agropecuaria en las cuales habitan sus miembros, así como desarrollar actividades orientadas a conciliar la necesidad de producir con la de manejar y conservar, buscando nuevas alternativas de producción en sus terrenos.

Apaquiset promocionó prácticas de producción sostenibles entre sus miembros, tratando de que la agricultura y ganadería tradicionales se realzaran de tal forma que ocasionaran un mínimo deterioro en los recursos naturales de la Reserva.

La Asociación desarrolló un ciclo de información y de consultas en las comunidades afectadas, con el propósito de que todas las personas involucradas tuvieran un claro entendimiento del significado de la acción que se pretendía ejecutar, impulsando la creación de una Comisión Mixta que incluyera los representantes institucionales involucrados, autoridades políticas y representantes de los grupos organizados, que incluye a dos miembros de Apaquiset. Todo para lograr una participación activa en la nueva demarcación de la Reserva Forestal en la cual habitaban.

Después de transitar un largo camino, se logró el acuerdo con instituciones, autoridades y la comunidad para definir los límites de la remarcación y la exclusión de las áreas agrícolas. De todas maneras, el grupo consideró que el proceso no terminaba con este logro, sino que su lucha apenas se estaba iniciando, por lo que elaboró una estrategia de gestión política para continuar con el proceso y lograr un manejo más adecuado de las áreas agrícolas y forestales. Se realizó una nueva ronda de consultas y negociaciones con los líderes locales e institucionales para transmitir la información sobre los avances del proceso de remarcación y plantear ideas apuntando a construir una propuesta conjunta con los grupos indígenas, colonos y negros; de manera que se logre un manejo sostenible conjunto del área que quede realmente como Reserva Forestal, una vez excluidos los terrenos agrícolas.

Como resultado del proceso local, actualmente se está transitando hacia la conformación de una organización que aglutine a Apaquiset y a miembros de todos los grupos y comunidades existentes alrededor de la Reserva Forestal de Chepigana, con el fin de contar con una estructura organizativa amplia y representativa de todas las comunidades, para tener acceso a los recursos comunitarios afectados por la creación de la Reserva y para fortalecer su posición de negociación en pos de mecanismos

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