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CARGANDO EL VENADO


Enviado por   •  23 de Noviembre de 2013  •  1.180 Palabras (5 Páginas)  •  345 Visitas

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CARGANDO EL VENADO...

Como padres, debemos enseñar a nuestros hijos a cargar el venado.

CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES MERA CASUALIDAD. En las casas donde no se aprecia el verdadero valor del trabajo de los padres y su dedicación......ojala y les llegue

CARGANDO EL VENADO.

Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso Apamate.

Se le miraba triste, meditando cabizbajo; casi, casi a punto de soltar el llanto.

Así lo encontró su compadre y amigo de toda la vida, quien al verlo en tales fachas, le preguntó cual era el motivo, para que él se encontrara en situación tan deprimente.

° Compadre, la desconsiderada de tu comadre! Ella es la culpable de mi situación ¡Tu comadre! Esta noche la mato la desaparezco, pero de que se muere, se muere..

° No digas eso compadre, mejor díme, porqué la quieres matar, a lo mejor te puedo ayudar a encontrar una mejor solución al problema.

El compadre, después de respirar profundo y conseguir la calma, empezó su relato…..

° Mira compadre, tú sabes que somos muy pobres y en mi humilde rancho la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que consigo en el monte cuando salgo de cacería.

Me voy con mi escopeta, paso varios días de penalidades, arriesgándome con los peligros del monte, esquivando víboras y tigres, soportando la terrible comezón que me producen las garrapatas, los piquetes de moscos.

Aguantando cómo se me mete hasta los huesos el frío de las noches. Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo en mis espaldas todo el largo camino de regreso al rancho y subir la cuesta de la loma hasta llegar a mi casa.

Todavía no termino de llegar cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre los vecinos y sus familiares...

Que una pierna pa' doña Juana, Que otra pa' doña Cleo, Que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá, Que las costillitas para mi hermana y a los dos o tres dias de nuevo sin nada que comer y ahí voy de tonto otra vez de cacería.

¡Pero ya me cansé y esta noche mínimo la mechoneo!

El compadre de aquél pobre desdichado, después de meditar un momento, le dio la solución:

° --Invita a tu mujer a cargar el venado.

° --¿¡Qué!?

° -Sí, llévate a la comadre de cacería, No más no le digas las penurias que pasas para llevar el venado a tu casa. Mejor píntasela bonito. No le hables de caminos empedrados, ni de los bichos, ni los peligros, ni del frío ni el calor.

Dile que la invitas a la cacería para que los dos disfruten juntos de los bellos paisajes :

-Del esplendor de las estrellas que te cobijan en la noche

-De los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes

-De la graciosa manera en que camina el venado, como si fuera un bailarín de ballet

-Del dulce canto de los grillos y los pajarillos silvestres, en fin, píntale bonita la cosa.

El compadre siguió el consejo. Por supuesto la convenció.

La mujer, entusiasmada,

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