Candidiasis

CANDIDIASIS

La cándida es un hongo que habita de manera normal en ciertas zonas del cuerpo humano, especialmente en el intestino, que es la región natural de permanencia de esta levadura que se encuentra controlada por la flora intestinal, pero cuando diversas circunstancias provocan que ésta se desestabilice, puede adquirir una naturaleza invasiva proliferando hacia otras áreas del cuerpo causando infección y a este fenómeno se le conoce como candidiasis. La candidiasis, también llamada micosis candidiásica, es una enfermedad causada por un hongo (Candida albicans). Todas las personas tienen este hongo, por fuera y dentro del cuerpo. Se puede encontrar en la piel, en el estómago, en el colon, en el recto, en la vagina, en la boca y en la garganta. Casi siempre, la Cándida albicans es inofensiva y en realidad, ayuda a mantener el nivel bacteriano adecuado. Sin embargo, algunas veces se desarrolla un crecimiento desmedido de este hongo, que podría generar una variedad de problemas. Tanto las personas VIH negativas como las positivas pueden desarrollar candidiasis. Muchas mujeres experimentan infecciones micóticas (por hongos) vaginales, del tipo de la candida. Igualmente, una persona puede experimentar un crecimiento desmedido del hongo en la boca o en la parte posterior de la garganta. El estrés, una dieta deficiente o no descansar lo suficiente, podrían contribuir a estos problemas. También, una persona que esté tomando antibióticos debido a una infección bacteriana, especialmente por períodos prolongados de tiempo, puede desarrollar hongos en la boca o en la vagina. La candidiasis en la boca (afta micótica oral) también puede aparecer en las personas que usan esteroides inhalatorios, como aquellos que se usan para tratar el asma y otros problemas pulmonares. Una higiene oral deficiente y el hábito de fumar, también pueden propiciar el crecimiento desmedido de hongos en la boca. El uso excesivo de alcohol y el consumo de azúcar, también han sido asociados al desarrollo de candidiasis.

La candidiasis puede originarse por diversas causas relacionadas con la alimentación y el estilo de vida, que reducen la eficacia de las bacterias buenas que controlan la cándida, favoreciendo su expansión provocando infecciones. Algunos de los motivos por los que aparece son:

 Abusar de azúcares en laDIETA (favorecen su expansión y crecimiento).

 Falta de nutrientes.

 Desgaste de la flora intestinal.

 Estrés o bajo estado anímico.

 Ingesta de antibióticos (que matan las bacterias buenas).

 Geles, lociones o perfumes que desestabilicen el Ph (en casos de candidiasis vaginal).

La cándida suele expandirse principalmente al torrente sanguíneo, además del intestino y la vagina que son los lugares en los que se experimentan los primeros síntomas de infección, que dependiendo de lo grave y extendida que se encuentre puede originar diversos síntomas. Algunos de los más frecuentes son:

 Indigestiones, gases y dolor abdominal.

 Mala absorción de nutrientes.

 Debilidad, cansancio y somnolencia.

 Problemas intestinales como diarrea o estreñimiento.

 Erupciones en la piel.

 Picor y escozor (vaginitis).

Algunos de estos síntomas como la mala absorción de nutrientes no son fáciles de identificar en su etapa temprana, por lo que acaban descubriéndose indirectamente mediante otros síntomas asociados como el cansancio, falta de energía o somnolencia, que terminan por encender las alarmas sobre un estado anímico carencial que evidencia la sobrepoblación de cándidas.

Aunque la cándida provoque infección, conviene reseñar que ésta no se transmite sexualmente porque se trata una enfermedad autoinmune, y por tanto no producirá el mismo efecto en una persona sana.

Cómo frenar y curar la candidiasis

Independientemente del tipo de candidiasis que se sufra (oral, intestinal, vaginal…) existen ciertas recomendaciones generales que conviene tener en cuenta para frenar el problema, así como también existen diferentes remedios para acabar con ella.

 Suprime o reduce el consumo de antibióticos a no ser que sean absolutamente necesarios por prescripción médica, porque los antibióticos además de controlar infecciones producidas por bacterias patógenas, también afectan a las bacterias que componen la flora vaginal e intestinal favoreciendo la expansión descontrolada

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