Capital cultural y Capital Social

Para Bourdieu capital es trabajo acumulado.

Capital Cultural: Se presenta en tres formas o estados:

Capital Incorporado: Se encuentra ligado al cuerpo, implica una incorporación, es un proceso de enseñanza y aprendizaje que exige trabajar sobre uno mismo, por lo que queda excluido la delegación. Adquirir cultura implica un costo personal y requiere de tiempo, no puede ser transmitido inmediatamente. La incorporación del capital cultural puede no ser explícitamente de manera educativa y ser adquirida de forma inconsciente, dándose en diferente grado según la época, sociedad y clase social, se transmite por herencia social de manera casi invisible. Por lo tanto quien disponga de mayor capital podrá obtener beneficios adicionales (materiales, simbólicos), este beneficio es a partir su posición en la estructura de distribución del capital cultural (un valor de escasez). La desigual distribución (la estructura total del campo)  conforma así la capacidad de apropiarse de los beneficios y de imponer reglas favorables para el capital y para su reproducción. Quien posea de una familia que pueda garantizarle tiempo libre y liberada necesidad económica podrá  prolongar el tiempo destinado a la acumulación de capital cultural, es el tiempo necesario para la adquisición lo que conecta el capital cultural con el económico.

Capital Objetivado: Posee  propiedades que sólo son determinables en función con el capital cultural incorporado. Los bienes culturales pueden ser adquiridos ya sea en forma material (capital económico) o en forma simbólica (capital cultural). El propietario de los medios de producción deberá encontrar el modo de adquirir el capital cultural incorporado necesario para la apropiación y utilización de dichos medios o poner a disposición los medios de producción a quien disponga de dicho capital, ya que para la verdadera apropiación hace falta capacidades culturales. El capital cultural se manifiesta en estado objetivado como un todo autónomo y coherente, efectivo solo en la medida que se utilice como herramienta  en las disputas que tiene lugar en el campo de la producción cultural o en el campo de las clases sociales.

Capital Institucionalizado: El capital cultural incorporado está sujeto a las barreras biológicas del portador, en cambio el capital cultural académicamente sancionado  y garantizado de forma legal mediante títulos, es independiente de la persona de su portador. El titulo otorga un certificado de competencia actual que otorga un valor duradero y garantizado que confiere reconocimiento institucional al capital cultural poseído por una persona determinada. Esto permite comparar a los poseedores del título e incluso intercambiarlos. La inversión académica, no tiene sentido a no ser que se garantice objetivamente, al menos en parte, la conversión originaria de capital económico en capital cultural.

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