Casa de bloque de tierra compactada

“Casa de bloque de tierra compactada”

Una alternativa para la dignificación de vivienda en las comunidades Yaquis.

Heriberto M. Aguilar Castillo.

“Tomemos de la naturaleza lo que por naturaleza le hemos tomado. Pero devolvámosle a la naturaleza lo que por la naturaleza le hemos ganado.” (Arq. Arturo López González)

La marginación en las comunidades Yaquis prácticamente es insostenible, aunado al abandono presupuestal que se ha venido dando año tras año lo que se ha reflejado en su condición y calidad de vida. Por lo que es necesario generar proyectos sociales y de vivienda que sean respaldados por el plan de egresos de nuestro municipio.

Se requiere sensibilizar al gobierno en los niveles municipal, estatal y federal, para que se retomen proyectos que vengan a dignificar la vivienda, tomando en cuenta que para que se logre este propósito es necesario sumar esfuerzos técnicos, políticos, sociales y económicos para que las familias más vulnerables cuenten con una vivienda confortable.

Las condiciones de vivienda actuales de la comunidad Yaqui en los sectores marginados no satisfacen los requerimientos básicos de sus propietarios.

En el acervo técnico y constructivo de la tribu Yaqui legado de años, realizada por constructores empíricos utilizando materiales del entorno inmediato, nos marca la pauta.

Es por esto que se propone el planteamiento de un espacio que cumpla la necesidad de confort habitacional y que se integre al entorno, adaptándose a sus materiales y sistemas constructivos tradicionales.

Los materiales considerados en este proyecto en general es básicamente tierra. Los muros serán a base de bloques de tierra junteados con la mezcla del mismo barro.

Los bloques se compone de arcilla y arena, a los que se añaden paja y cal, el adobe transpira, es absorbente, tiene capacidad de difusión a la vez que una buena capacidad de almacenar frío o calor, es cinco veces más térmico que el concreto y tres veces más que el ladrillo, por lo que también se utiliza como aislante, resulta cálido y tiene una emisión radiactiva muy baja. Como la arcilla mantiene sus cualidades de absorción intactas, la irradiación del adobe sobre las personas es muy positiva. Además, se trata de un material abundante en cualquier lugar, fácil de trabajar, cuya extracción, uso y desecho no crean problemas al medio, y cuyos costes energéticos son muy bajos.

Su producción será en el lugar de consumo con la ventaja que los mismos pobladores serán los fabricantes de los adobes estabilizados generando así un ciclo económico en este

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