Combustibles para un nuevo ciclo de acumulación y dominio en Guatemala

Débora Valeria Caál Tzoc 

Técnico Universitario en Trabajo Social

Poder y Pluralidad Social en Guatemala

Tercer Semestre

Carnét 2149814

CAÑA DE AZUCAR Y PALMA AFRICANA:

Combustibles para un nuevo ciclo de acumulación y dominio en Guatemala 

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        La existencia en los años de 1970 de plantaciones de palma africana en regiones de la Franja Transversal del Norte y los departamentos de Izabal y El Petén, era prácticamente desconocida, zonas que hoy sufren las consecuencias de la expansión incontrolada de plantaciones de caña de azúcar y palma africana para la producción de “biocombustibles”.

        para algunos autores el prefijo “bio”, antepuesto a la palabra “combustibles”, crea la quimera de que su producción es buena para l vida: bio = vida. La palabra agrocombustibles en cambio, se limita a definir el carácter de los combustibles derivados de la producción de maíz, caña de azúcar, palma africana, piñon y otros. Indica simplemente que se trata de combustibles producidos en el agro.^[1]

        Extensas áreas de bosques húmedos, ricos en recursos naturales renovables contribuían a satisfacer las necesidades básicas de las economías campesinas y familiares que, además de producir para el sustento, ayudaba a la producción de granos básicos para el consumo local y nacional.

        Sin embargo, en la Franja Transversal del Norte y sur del Petén, la expansión del cultivo de caña de azúcar y palma africana para la producción de agrocombustibles trajo consigo la pérdida de tierras agrícolas para la producción de alimentos, el cambio de uso del suelo de extensas áreas que antes conservaban bosques y humedales, más desalojos violentos y mayor conflictividad social. Y lo que es peor, es que las empresas agroindustriales que impulsan el cultivo de caña de azúcar y palma africana en la Franja Transversal del Norte, Izabal y El Petén, declararon toda su intención de ocupar toda la tierra apta y disponible en el país.

        Dichas empresas, por incentivar la producción de biocombustibles y reducir la dependencia del petróleo, este reducido número de empresarios y/o grupos corporativos que compran o arriendan tierras para establecer sus plantaciones en el municipio de Ixcan, (El Quiché), Sayaxché y San Luis (El Petén), Chisec, Fray Bartolomé de Las Casas, Chahal y Panzós (Alta Verapaz) y El Estor (Izabal)^[2]

        Aunque ya existían plantaciones de ese tipo en la Costa Sur, desde el 2003 el auge del mercado de agrocombustibles está provocando una expansión acelerada de las plantaciones de caña de azúcar y palma africana que está transformando dramáticamente el paisaje regional, según Laura Hurtado, a junio de 2008 existía un total estimado de 83,385 hectáreas sembradas de palma africana para la producción de agrodiesel^[3] y en ese mismo año la prensa escrita preveía que para el 2010 la superficie cultivada podría llegar a 100,000 hectáreas.^[4][pic 2]

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