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Consejos de John Boorman para cineastas

John Boorman

El director de Excalibur y El sastre de Panamá cree en el cine como un viaje mágico, parecido al de un chamán :John Boorman (Londres, 1933) comenzó su relación con el cine en la era muda y la extendió hacia el final del siglo. Sus películas son muy diversas: intrigas de acción en los sesenta comoPoint Blank, una famosa épica artúrica de los ochenta como Excalibur y un film político de la posguerra fría basado en una novela de John Le Carré, El sastre de Panamá. Ha tenido tiempo de aprender mucho y de experimentar hasta los límites que decidió tener.

Es uno de los veintiún directores que conversó con el periodista y cineasta francés Laurent Tirard en Lecciones de cine (versión castellana editada por Paidós en 2003, original en inglés de 2002), quien comenzó recopilando entrevistas con grandes realizadores para la revista Studio hasta que uno de sus entrevistados, Tim Burton, le sugirió escribir un libro.

Secretos y tentaciones

En Lecciones de cine, Tirard habla también con Sydney Pollack, Claude Sautet, Woody Allen, Bernardo Bertolucci, Martin Scorsese, Wim Wenders, Pedro Almodóvar, David Cronenberg, Jean-Pierre Jeunet, David Lynch, Oliver Stone, John Woo, los hermanos Coen, Takeshi Kitano, Emir Kusturica, Lars von Trier, Wong Kar-Wai y Jean-Luc Godard.

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Todos revelan algunos de sus secretos y ofrecen excelentes consejos para quienes se inician en el Séptimo Arte, pero también joyas para los cinéfilos que no somos más que espectadores. Un libro que, naturalmente, da muchas ganas de encender el DVD o de largarse al cine.

A dirigir se aprende en el plató

John Boorman dijo a Tirard que no cree demasiado en las escuelas de cine. “Hacer cine es, básicamente, una tarea práctica y creo que hacer de aprendiz siempre ha sido el sistema más eficaz. Quiero decir que la teoría es interesante, pero sólo cuando está relacionada con el trabajo práctico. Y mi experiencia con los estudiantes de cine es que son poco prácticos cuando se trata de los aspectos pragmáticos de la cinematografía. A pesar de todo, he ayudado a jóvenes directores para que hicieran sus primeras películas. Por ejemplo, produje la primera película de Neil Jordan y, de hecho, fue una labor de tutoría”.

Tampoco le da demasiado crédito a la improvisación. “Realmente, la dirección consiste en escribir, y todos los directores serios escriben". Boorman dice que todos los directores dan forma a sus guiones en conjunto con los guionistas. "Es una parte fundamental de la dirección”.

La escena es una experiencia mágica

“El objetivo principal”, dice Boorman, “cuando abordo una escena, es insuflarle el máximo de vida posible. Para lograrlo, lo primero que hago es ensayar, no el mismo día del rodaje, sino antes. Me parece realmente útil improvisar con los actores lo que sucede antes y después de esa escena”.

Boorman pasó una temporadaen el Amazonas con una comunidad indígena. Cuando trataba de explicar a sus anfitriones qué era el cine y cómo permitía viajar de un lugar a otro, observar las cosas desde ángulos diferentes y atravesar tanto el espacio como el tiempo, el viejo chamán le dijo: "Oh, sí, yo también lo hago. Cuando entro en trance, viajo de esa manera’". Recuerda Boorman: "Creo que el poder del cine está vinculado a la manera que tiene de relacionarse con las experiencias de sueño de la gente”.

Tranquilizar a los actores para que corran riesgos

Boorman cuenta que aprendió a dirigir actores mejor una vez que hizo documentales, pues eso le ayudó a comprender de forma más precisa el comportamiento humano. Observando de muy cerca a la gente real, se sintió luego más capaz de ayudar a los actores a que consiguieran una sensación de realidad. "La clave para

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