Comunicacion

Es innegable que desde el origen de la humanidad, ésta se ha visto en la imperiosa necesidad de adaptarse para poder sobrevivir; este proceso de adaptación pasó por el menester de aprender a cazar, resistir a climas extremos, adecuarse a su entorno inmediato sea cual fuera su condición.

Para ello, se vio en la obligación de aprender a comunicarse para transmitir no solo sus carencias y sus inquietudes, sino que era imperativo propagar sus pensamientos, sus acciones, sus temores y en fin, todas aquellas impresiones tan necesarias para que la vida se abriera camino. Parte de este origen explica porque los primeros habitantes del planeta crearon algún tipo de código basado en signos, colores y sonidos que permitieron intercambiar de cierta forma todas esas inquietudes.

Así surgen distintas formas de comunicación, como por ejemplo la comunicación visual, que expone una de las mayores muestras de esta forma prehistórica como son las famosas pinturas rupestres de las cuevas de Lascaux en Francia; de igual manera surgen códigos verbales y auditivos basados en sonidos naturales como el canto de aves o el sonido de una cascada; o códigos escritos como los inventados por los antiguos egipcios y así sucesivamente un sin número de formas de comunicación que han permitido desarrollar hasta nuestros días, innumerables culturas que le han dado forma al mundo tal cual lo conocemos hoy día.

En efecto, la comunicación entre los humanos ha pasado por un sin número de transformaciones que nunca se han detenido, por el contrario, esas transformaciones han permitido dinamizar y masificar la forma de comunicarnos, sin embargo, en muchos casos han surgido inventos que día a día facilitan los procesos comunicativos; como no nombrar la imprenta, el telégrafo, el teléfono en todas sus variables, la radio, la televisión, el internet y un sinnúmero de dispositivos creados para tal fin.

Es evidente entonces que cada vez es mayor la sensación de creer que a medida que pasa el tiempo y los adelantos tecnológicos se superan a sí mismos, nos comunicamos más y mejor; sin embargo, eso no es del todo cierto, el facilitar la comunicación y el bombardeo masivo de información entre otras, conllevan a un punto donde la comunicación se hace torpe, es común observar y aunque parezca un axioma, no es descabellado decir que se está solo en medio de la multitud; el uso de todos estos dispositivos sean estos portátiles o no, generan condiciones que limitan la comunicación, como por ejemplo el uso de teléfonos celulares cuando se participa en una conversación, o el mirar televisión o estar sentado frente a una computadora al momento de hablar con otra persona. Quizás el escritor Eduardo Galeano, no estaba tan equivocado cuando dice que “jamás la tecnología de las comunicaciones estuvo perfeccionada; y sin embargo nuestro mundo parece cada día más a un reino de mudos”.

En consecuencia, es determinante

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