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Conceptos, Paradigmas y Aplicaciones Éticas

kathmelissaTesina22 de Julio de 2012

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Conceptos, Paradigmas y Aplicaciones Éticas

CONTENIDO

Capítulo I: ¿Qué es la Ética?

1. Objeto de estudio de la Ética.

1.1. ¿De qué va la Ética?

1.2. Caso de Teresa.

1.3. Conceptos básicos sobre Ética.

1.4. Diferencias y relaciones de la Ética con otras ciencias.

2. Categorías Básicas de la Ética.

2.1. La conciencia moral.

2.2. La libertad.

2.3. Los valores.

3. Desarrollo Moral del sujeto.

3.1. Sujeto moral.

3.2 El modelo de Kohlberg.

Capítulo II: Ética Filosófica.

1. Éticas Teleológicas:

Aristóteles.

Epicuro.

Utilitarismo.

2. Éticas Deontológicas:

2.1 Emmanuel Kant

2.2 Hans Jonas.

3. Éticas Procedimentales.

3.1 Teoría de la Justicia: John Rawls.

3.2 Ética del discurso: Jürgen Habermas.

4. Metodologías para solución de dilemas.

Capítulo III: Éticas aplicadas

1. Responsabilidad Social de las Empresas RSE.

1.1 ¿Qué es responsabilidad social?

1.2 Polémica en torno a la RSE.

1.3 Momento actual de la RSE.

2. Ética profesional.

2.1 Teoría de las profesiones.

2.2 Principios y normas de la ética profesional.

3. Ética y derechos humanos.

4. Ética y Ecología.

5. Ética y Comunicación.

6. Ética y Economía.

7. Problemas morales en torno a la persona: Criterios y principios. Aborto, Suicidio, Homicidio, drogas.

PRESENTACIÓN

El libro de Ética que tienes en tus manos ha sido elaborado para las y los estudiantes de pre-grado de la Universidad Centroamericana que cursan las asignaturas de Ética y Derechos Humanos, Ética Social, Ética Ambiental y Ética Profesional.

Este texto ofrece una visión integral de la Ética a través del desarrollo de los principales temas que fundamentan la conducta ética. Este material de apoyo puede abrir horizontes para solucionar con criterios éticos diversas situaciones que el profesional en una empresa u organización debe resolver, para contribuir a la construcción de una sociedad pluralista, justa y democrática.

El libro consta de tres capítulos: el primero ¿Qué es la Ética? presenta una selección de lecturas correspondientes a los temas fundamentales de la Ética, la cual comprende el objeto de estudio, conceptos básicos: conciencia, libertad, valores y el desarrollo moral del sujeto.

La Ética filosófica se expone en el segundo capítulo, en el cual se hace un recorrido de los principales filósofos tales como: Aristóteles, Epicuro, Jeremías Bentham, John Stuart Mill, Emmanuel Kant, John Rawls, Robert Nozick, y Jürgen Habermas. La finalidad de este esbozo es conocer la propuesta ética de los paradigmas teleológico, deontológico, dialógico y teorías de la justicia, que presentan cada uno de estos filósofos.

La Ética Aplicada es el tercer capítulo…

Con el fin de que afiances tus conocimientos, el análisis de los dilemas éticos te brinda una serie de metodologías que facilitan el planteamiento del problema, formulación de diversas alternativas y la elección de aquella que pueda ser fundamentada con criterios éticos.

Para el desarrollo de estos contenidos, al final del libro, se presenta un anexo que contiene diversas actividades que facilitan el proceso de aprendizaje-enseñanza tales como: estudios de casos, guías para el análisis de texto, debates de videos y películas seleccionadas para la mejor comprensión de los temas éticos.

Esperamos que este material les sea de provecho para que podamos lograr con éxito los objetivos de esta asignatura.

PRÓLOGO

(Puede ser elaborado por la Señora Decana).

Capítulo Primero

¿Qué es la Ética?

Mapa Conceptual

1. El objeto de estudio de la Ética.

1.1 ¿De qué va la Ética?

Hay ciencias que se estudian por simple interés de saber cosas nuevas; otras, para aprender una destreza que permita hacer o utilizar algo; la mayoría, para obtener un puesto de trabajo y ganarse con él la vida. Si no sentimos curiosidad ni necesidad de realizar tales estudios, podemos prescindir tranquilamente de ellos. Abundan los conocimientos muy interesantes pero sin los cuales uno se las arregla bastante bien para vivir: yo, por ejemplo, lamento no tener ni idea de astrofísica ni de ebanistería, que a otros les darán tantas satisfacciones, aunque tal ignorancia no me ha impedido ir tirando hasta la fecha. Y tú, si no me equivoco, conoces las reglas del fútbol pero estás bastante pez en béisbol. No tiene mayor importancia, disfrutas con los mundiales, pasas olímpicamente de la liga americana y todos contentos.

Lo que quiero decir es que ciertas cosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivir sin saber astrofísica, ni ebanistería, ni fútbol, incluso sin saber leer ni escribir: se vive peor, si quieres, pero se vive. Ahora bien, otras cosas hay que saberlas porque en ello, como suele decirse, nos va la vida. Es preciso estar enterado, por ejemplo, de que saltar desde el balcón de un sexto piso no es cosa buena para la salud; o de que una dieta de clavos (¡con perdón de los fakires!) y ácido prúsico no permite llegar a viejo. Tampoco es aconsejable ignorar que si uno cada vez que se cruza con el vecino le atiza un mamporro las consecuencias serán antes o después muy desagradables. Pequeñeces así son importantes. Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir.

En una palabra, entre todos los saberes posibles existe al menos uno imprescindible: el de que ciertas cosas nos convienen y otras no. No nos convienen ciertos alimentos ni nos convienen ciertos comportamientos ni ciertas actitudes. Me refiero, claro está, a que no nos convienen si queremos seguir viviendo. Si lo que uno quiere es reventar cuanto antes, beber lejía puede ser muy adecuado o también procurar rodearse del mayor número de enemigos posibles. Pero de momento vamos a suponer que lo que preferimos es vivir: los respetables gustos del suicida los dejaremos por ahora de lado. De modo que ciertas cosas nos convienen y a lo que nos conviene solemos llamarlo “bueno” porque nos sienta bien; otras, en cambio, nos sientan pero que muy mal y a todo eso lo llamamos “malo”. Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir todos sin excepción por la cuenta que nos trae.

Como he señalado antes, hay cosas buenas y malas para la salud: es necesario saber lo que debemos comer, o que el fuego a veces calienta y otras quema, así como el agua puede quitar la sed pero también ahogarnos. Sin embargo, a veces las cosas no son tan sencillas: ciertas drogas, por ejemplo, aumentan nuestro brío o producen sensaciones agradables, pero su abuso continuado puede ser nocivo. En unos aspectos son buenas, pero en otras malas: nos convienen y a la vez no nos convienen. En el terreno de las relaciones humanas, estas ambigüedades se dan con aún mayor frecuencia. La mentira es algo en general malo, porque destruye la confianza en la palabra y todos necesitamos hablar para vivir en sociedad y enemista a las personas; pero a veces parece que puede ser útil o beneficioso mentir para obtener alguna ventajilla. O incluso para hacerle un favor a alguien. Por ejemplo: ¿es mejor decirle al enfermo de cáncer incurable la verdad sobre su estado o se le debe engañar para que pase sin angustia sus últimas horas? La mentira no nos conviene, es mala, pero a veces parece resultar buena. Buscar pleito con los demás ya hemos dicho que es por lo común inconveniente, pero ¿debemos consentir que violen delante de nosotros a una chica sin intervenir, por aquello de no meternos en líos? Por otra parte, al que siempre dice la verdad caiga quien caiga suele cogerle manía todo el mundo; y quien interviene en plan Indiana Jones para salvar a la chica agredida es más probable que se vea con la crisma rota que quien se va silbando a su casa. Lo malo parece a veces resultar más o menos bueno y lo bueno tiene en ocasiones apariencias de malo.

Lo de saber vivir no resulta tan fácil porque hay diversos criterios opuestos respecto a qué debemos hacer. En matemáticas o geografía hay sabios e ignorantes, pero los sabios están casi siempre de acuerdo en lo fundamental. En lo de vivir, en cambio, las opiniones distan de ser unánimes. Si uno quiere llevar una vida emocionante, puede dedicarse a los coches de fórmula uno o al alpinismo; pero si se prefiere una vida segura y tranquila, será mejor buscar las aventuras en el videoclub de la esquina. Algunos aseguran que lo más noble es vivir para los demás y otros señalan que lo más útil es lograr que los demás vivan para uno. Según ciertas opiniones lo que cuenta es ganar dinero y nada

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