Consecuencias negativas del capitalismo global
Enviado por Celestino Rojas Gamarra • 25 de Octubre de 2015 • Trabajos • 1.646 Palabras (7 Páginas) • 515 Visitas
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MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN A TIEMPO PARCIAL
PUCALLPA 01 2014
ASIGNATURA : COMPETENCIAS GERENCIALES IV
PROFESOR : PEDRO CASTELLANO MASÍAS
TÍTULO TRABAJO : ¿QUÉ SE PUEDE / DEBE HACER PARA ELIMINAR
LAS CONSECUENCIAS NEGATIVAS DEL
CAPITALISMO GLOBAL?
ALUMNO : CELESTINO ROJAS GAMARRA (1001416)
Yarinacocha, 17 de octubre de 2015
ENSAYO SOBRE QUÉ SE PUEDE/DEBE HACER PARA ELIMINAR LAS CONSECUENCIAS NEGATIVAS DEL CAPITALISMO GLOBAL[1]
- INTRODUCCIÓN
La lectura inicia con la interrogación a un grupo de líderes de negocios y gubernamentales de todo el mundo para fijar la agenda de investigación de la HBS, encontrando que un tema que les causaba preocupación era el de la “sustentabilidad a largo plazo del capitalismo del mercado global”. Al ser consultados sobre la forma en que les correspondía responder como líderes de negocios, dieron respuestas muy disímiles, entre ellas: un cambio en la conducta sería innecesario e incluso inapropiado; los cambios eran necesarios (cruciales) pero no estaban seguros de cómo responder a ellos por no considerarlos responsabilidad de las firmas individuales; y, no consideraban perfectos a los mercados, sino volátiles y “socavados” por normas sectoriales y el capitalismo de Estado, además de considerar una desigualdad en la distribución de los beneficios del mercado.[2]
Tras analizar las respuestas, los autores concluyeron que para preservar el capitalismo de mercado debían cambiar las empresas y sus líderes[3]: impulsando la actividad emprendedora a gran escala; ayudando a diseñar estrategias que den empleo a las personas excluidas del sistema; cambiando su forma de pensar sobre la relación entre productividad y lucro; inventando modelos de negocios que hagan un mejor uso de los recursos escasos e incluso tomar ventaja de la escasez de recursos y creando condiciones a nivel institucional para coordinar y ordenar los aspectos descuidados y disfuncionales del capitalismo de mercado. Todo ello para evitar que las fuerzas llamadas “disruptoras” (identificadas como: la desigualdad en el ingreso dentro de los países y entre las regiones, la migración, la degradación del medio ambiente, un sistema financiero frágil y la incapacidad de las instituciones locales, nacionales e internacionales de mitigar estos problemas) perturben, en las próximas décadas, el status quo del sistema global de mercado. Asimismo, los autores proponen “Para que prospere el capitalismo de mercado, las empresas deben liderar: como innovadoras, desarrollando estrategias que conviertan los problemas sistémicos en oportunidades para el crecimiento sustentable de empresas y gobiernos para desarrollar instituciones que apoyen y fortalezcan el sistema”[4].
- DESARROLLO
En mi opinión, la lectura expone una genuina preocupación de los países autodenominados desarrollados -específicamente de los Estados Unidos de Norteamérica- en torno a los cambios socioeconómicos a nivel mundial que ellos consideran una amenaza que se cierne sobre el capitalismo global (base de la economía de los países desarrollados) y sobre las fortunas transnacionales que se han erigido sobre él acrecentándose producto de la globalización.
Si bien la mayoría de amenazas identificadas en la lectura tienen una mirada privatista de los países desarrollados, se rescata el autoanálisis respecto a algunas consecuencias negativas (sin que el autoanálisis constituya una autocrítica) del capitalismo global de mercado tales como: desigualdad y explotación, daño al medioambiente, depredación de los recursos, inestabilidad financiera[5]; consecuencias cuyo planteamiento de solución es materia del presente ensayo[6].
En ese orden de ideas, desde la óptica de un habitante de un país denominado “en vía de desarrollo”, considero que para efectuar un planteamiento real de posibles soluciones resulta necesario hacerlo desde la realidad que me circunda[7], por ello considero que, sí es necesario tomar conciencia que el capitalismo global está enfrentando las consecuencias de un desmedido, egoísta e irresponsable crecimiento que ha acrecentado las brechas de desigualdad económica y social, así como el uso irracional de recursos; no obstante, siendo estos evidentes, lo único que nos queda como aldea globalizada es trabajar juntos para hallar soluciones a estos problemas y poner en marcha estas soluciones, considerando que “El reto del siglo XXI consiste en combinar la integración económica internacional con una política de progreso social”[8].
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