Control Social A La Publicidad

La Defensa del Consumidor

Se han desarrollado Asociaciones encami¬nadas a proteger los intereses del consumidor, interviniendo en los mercados y precios, vigilando las calidades, los pesos y las condicio¬nes higiénicas de los envases, denunciando la publicidad engañosa y las técnicas de venta fraudulentas, organizando ciclos de confe¬rencias o actividades docentes para una mejor educación del con¬sumidor sobre los derechos que le asisten para que los bienes ofer¬tados permitan satisfacer verdaderamente sus necesidades y esta¬bleciendo mecanismos de información que proporcionen datos relevantes sobre los productos que se ofrecen en el mercado.

Las organizaciones para la defensa del consumidor

Es evidente que si los diversos grupos de productores y comerciantes ejercen su in¬fluencia en las acciones de todo Gobierno, de modo similar los con¬sumidores, como grupo, necesitan contar con el apoyo necesario para, cuando menos, ejercer la misma influencia que aquéllos y, de esta forma, equilibrar las fuerzas que orientan las decisiones econó¬micas generales. Es esta la razón por la que la protección y defensa del consumidor se realiza en todos los países a través de Organismos públicos y privados en mutua colaboración, tanto en la búsqueda conjunta de fórmulas y vías de acción como en logros de acciones concretas.

La Agencia Nacional para la Política de Consumo fue creada en 1973 y es un Organismo público en el que están representados los sindicatos, las Cooperativas de Consumo, los grupos políticos y las autoridades regionales y locales del Gobierno. La actividad de la Agencia se centra en la investigación y contacto con los productores de los bienes y servicios disponibles en el mercado a fin de mantener debidamente informados sobre ellos a los consu¬midores. Paralelamente, este Organismo promueve el desarrollo de actividades municipales en favor de los consumidores, estimula el uso del etiquetaje informativo a fin de proporcionar al consumidor indicaciones completas que les permita efectuar una adecuada elec¬ción del producto y utilizarlo de manera satisfactoria y mantiene un servicio permanente de reclamaciones con el objetivo de ayudar a los consumidores en sus disputas con fabricantes y detallistas.

La Oficina Estatal de Pre¬cios y Carteles que informa al público y al Gobierno sobre la mar¬cha de los precios y de los márgenes comerciales de los productos que controla tratando, de esta manera, proteger al consumidor y co¬rregir las tensiones inflacionistas, el Tribunal de Mercados, encar¬gado de la aplicación de las leyes sobre prácticas de comercialización, sobre prácticas restrictivas de la competencia y sobre cláusulas inapropiadas en los contratos y la Comisión de Encuesta sobre Publi¬cidad que determina y estudia las posibles formas de influencia ne¬gativa de la publicidad sobre los consumidores.

A nivel institucional, Suecia dispone desde 1971 de una figura de singulares características y que, por su eficacia, ha sido adoptada en más de una docena de países: el consumer Ombudsman.

El Om-budsman no es otra cosa que un funcionario nombrado por el rey con el fin de proteger a los consumidores y vigilar el cumplimiento de las leyes existentes a tal efecto. Asistido por especialistas relacio¬nados con el consumo, recibe las quejas de los consumidores, inter viene de oficio para obligar el cumplimiento de la Ley de Prácticas Restrictivas de la Competencia, realiza encuestas sobre los hechos denunciados, etc.

En Francia la protección y defensa del consumidor se basa en una concepción pluralista en la acción que hace intervenir a diversos Departamentos ministeriales, a dos Organismos oficiales especializa¬dos y a las Asociaciones privadas de consumidores.

Los Organismos oficiales franceses especializados en la defensa de los consumidores son el Consejo Nacional del Consumo, creado en 1960, y el Instituto Nacional de Consumo, fundado en 1966, am¬bos bajo la tutela del Ministerio de Economía y Finanzas. El Consejo Nacional del Consumo está compuesto por once representantes de los Ministerios interesados en los problemas del consumo y otros once miembros nombrados entre las Asociaciones de Consumidores más importantes. Entre los objetivos generales del Consejo caben des¬tacar el poder relacionar en su seno a los representantes de la Ad¬ministración y a los de los consumidores, estudiar los medios para el desarrollo de la formación y la educación de los consumidores, mejorar la conjunción de la oferta y la demanda y hacer más eficaz la acción de los consumidores en el mercado.

Por el con¬trario, el Instituto Nacional de Consumo ha desempeñado un papel de gran relieve en la defensa del consumidor. Con un Consejo de Administración cuyos miembros representan a los poderes públicos, a los consumidores, a los industriales, a los comerciantes y a los agricultores, a la prensa y a la publicidad, lleva a cabo tres funciones básicas: como centro de ensayos comparativos y de estudios, como oficina de información al consumidor y como órgano de protección de los consumidores mediante estudios jurídicos y respuestas a las peticiones que le formulan.

En Gran Bretaña la acción del Gobierno en defensa

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