Cuento Ficticio

En el 1942, cuando la guerra azotaba al mundo, tres años han pasado sin un día de celebración. En París comienza nuestra historia, pero, hay que ir cien años atrás.

En el 1842, Estados unidos creó la aparente “Máquina de Guerra”, una maquina de pura destrucción a su enemigo. Decían que era la tecnología más avanzada de ese tiempo. Nunca se podía recrear, porque contenía piezas únicas.

Esta fue a la guerra, dirigida por el odiado general cubano-estadounidense Miguel Winship. Esta conquistó los terrenos mexicanos en el oeste de Estados Unidos, hasta, por muchas riquezas, llego a manos europeas, específicamente la francesa, con otro dirigente, L’Ouvre le Saint Libón.

Fue en una batalla franco-alemán-española del 1860, en que el español Rafael Díez destruyó la Máquina de Guerra, con una bala, que cayó al centro de su control, causando una explosión. Murió L’Ouvre en la explosión.

Volviendo al 1942, un niño inocente franco-estadounidense, Parker Smith le Saints, caminaba en la conquista de París por los Nazis. Su madre Apoyaba los nazis y sus conquistas, ya que su padre era un reconocido oficial nazi.

Su hermano, Jayden, caminaba junto a él. En lo que era un río pacífico, en un día bello, el sol brillaba por el río, una experiencia bastante rara en esos tiempos.

Jayden sabía que su padre era espía estadounidense, él había explorado el cuarto de su padre, viendo información anti-nazi. El mantuvo ese secreto, y lo mantiene hasta el sol de hoy.

Ellos empezaron a nadar por ese río, veían corales por la derecha e izquierda, pero, había algo oscuro, más adentro de ese río.

-“¡Hay algo ahí!” dijo Parker

-“¿Lo exploramos?” pregunto Jayden

-“¿Porque no?” dijo Parker

Y así nadaron a la oscuridad, arriesgando sus vidas. No era ningún tiburón, ni una ballena, era un tanque lo que estaba en las profundidades. Tenía su pintura desgastada, aunque se notaban claramente en blanco las siglas W.A.R. Con ver esto, salieron del río y contaron todo esto a su madre.

-“¡Mama! ¡Vimos un tanque en el fondo del río!” dijo Parker

-“¡Es verdad!” dijo Jayden

-“¿No sean tontos, como pueden ver un tanque en un río?” pregunto su madre

-“¡Viéndolo!” gritaron

-“¡Cállense de esta bobería!” grito su madre

Esto no impidió que continuaran de hablar. Al próximo día, se lo dijeron a todos en el colegio. Los niños que se enteraron se los contaron a sus padres, por voz se riega todo, hasta que un día la existencia del tanque llego a oídos de Adolfo Hitler, y ordeno su búsqueda.

Su

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