Currículo Básico Bolivariano

Diseño Curricular Básico Bolivariano

Principalmente, el propósito de currículo es establecer normas u objetivos a esas ideas de personajes que en algún momento fueron nuevas y, estrategias en el ámbito educativo que han prevalecido en el tiempo, asimismo se pretende conservar los distintos valores existentes en una sociedad, llevándolas a cabo dentro de la escuela, institución o universidad, entre otros; de manera que haya un orden o un patrón que seguir según la cultura de cada país o continente. Sin embargo, en nuestra sociedad existen constantes cambios a nivel general y nacen nuevas ideologías cada vez más distintas, por ende, el diseño Curricular Básico Nacional tiene características como desarrollar en cada grado de avance (etapa primaria) algo diferente que ayude al crecimiento personal, emocional y mental del niño(a), sin embargo hoy en día no podemos establecer estos mismos patrones, o por lo menos no tan radicalmente ya que el cambio que tenemos todos los días es increíble, el enfoque y las herramientas necesarias para la actual población estudiantil no son los mismo que se necesitaron hace una década atrás, es por ello que se necesitó renovar, reestructurar y recontextualizar este mencionado modelo curricular.

El Currículo Básico Nacional relacionaba el enfoque constructivista de Vigotsky con el desarrollo social, el cual plantea a el docente, como mediador en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje, como `` Aquel que incentiva de manera natural en el estudiante mediante avances que en el no sucederían de forma espontánea y con esto logra un adelanto en su desarrollo´´. Vigotsky dice que la educación es fundamental para un mejor desarrollo del país, por lo que este modelo curricular se basaba en el mencionado proceso de mediación docente en el cual el maestro es la persona principal que tiene el deber de coordinar y orientar el proceso de enseñanza para un mejor desempeño de la comunidad estudiantil.

Sin embargo la educación es presentada como impartición de conocimiento conjeturado y teórico, cosa que funcionó durante las décadas pasadas más sin embargo no produjo la suficiente cantidad de resultados como para llenar las expectativas necesarias, ya que la sociedad venezolana necesita un modelo curricular empírico, en el que el estudiante se pueda compenetrar en el proceso de aprendizaje, solucionar sus deficiencias y trabajar en pro de ellas, y el docente adquiere el compromiso de enseñar más de lo que se requiere, tal y como expresaba Simón Rodríguez como uno de sus ideales: “Hay ideas que no son del tiempo presente, aunque sean modernas; ni de moda, aunque sean nuevas. Por querer enseñar más de lo que todos saben, pocos me han entendido, muchos me han despreciado y algunos se han tomado el trabajo de ofenderme”. Es por esto que la educación no se puede limitar a la impartición de conocimiento sino que debe ir mucho más allá, y ésta era una de las limitaciones más notorias que tenía el Currículo Básico Nacional. La Real Academia Española define la palabra Educación como: El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar, es decir que la educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas las acciones, sentimientos y actitudes, y en base a ello se puede decir que cada docente debe someter sus valores y objetivos educacionales a una reflexión autocritica, tal y como lo plantea la Propuesta Curricular Crítica; gracias a estos cuestionamientos surge la propuesta del Currículo Nacional Bolivariano, que está lejos de ser perfecto, pero al estar basado en ideales patrios como los de Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Andrés Bello, dio un giro bastante considerable al rumbo de la educación venezolana, uno de los cambios más notorios al incluir los ideales de grandes ilustres en historia de la educación venezolana fue la inclusión al sistema desde las zonas más urbanizadas hasta los rincones más remotos del país, garantizando el derecho a la educación de todos los venezolanos, aunque aún queda bastante trabajo para todo el sistema educacional y para todos los actores desde sus distintas posiciones; y el mayor aporte que como estudiantes universitarios podemos hacer es pensar con libertad, pero nunca dejar al lado la autocrítica, y seguir trabajando en pro del mejoramiento de los modelos curriculares, que con el pasar de los años deben volverse más ricos y complejos, para alcanza un mayor nivel de productividad.

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