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DAVID VIÑAS INTRODUCCIÓN BIOGRAFÍA DEL AUTOR

jimebnMonografía20 de Abril de 2016

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DAVID VIÑAS

INTRODUCCIÓN

BIOGRAFÍA DEL AUTOR

David Viñas nació en Buenos Aires en Julio de 1927. Vivió su infancia marcada por la década infame, como se ha denominado a los años 30, y el apogeo y la decadencia del peronismo.

La personalidad de su madre, Esther Porter, era independiente, feminista, contestataria e incluso rebelde. No es casualidad, el incluso lo reconoce, que esas caracteristicas definan a la mayor parte de los personajes femeninos de sus novelas, que llegan en algunos casos a ser hostiles ante la aceptación de cualquier norma o sistema preconcebido: “Mi madre era una figura muy mítica, la que vinculo…, más bien la he ido rehaciendo a través de algunas anécdotas aisladas, y una exaltación que quizá al mismo tiempo sea una forma más profunda. No es mi madre estrictamente, pero es a partir de esa referencia. Así: la tipa más bien casi machona, muy, muy decidida. La tipa que anda a caballo, que nada, que sabe nadar, no teniendo por ahí una malla para ponerse.” (citado por Valverde, 1989: 33). Frente a ella, su padre proyecta una imagen bien distinta: era una especie de típico hombre de fin de siglo, radical, medio positivista, con elementos naturalistas.

La personalidad de Viñas se va formando, por tanto, en torno a la figura materna y paterna, donde los papeles masculinos y femeninos aparecen intercambiados, con muy distintas actitudes hacia cada uno. La madre será un modelo a admirar: dominante, con capacidad de decisión, de control sobre las situaciones más imprevistas. El padre se convierte en un pretexto contra el que discute, polemiza y rivaliza para afrontar lo que menos le gusta de si mismo.

Ingresa, por decisión propia, en el Liceo Militar, de donde será expulsado en 1945 “por insubordinación delante de tropa armada”. Al año siguiente se matricula en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires para estudiar histroria, que terminará substituyendo por literatura, al mismo tiempo que consigue un puesto en el Banco de la Provincia, del que también será expulsado por participar en una huelga en la que se reivindicaban mejoras salariales. A partir de esta huelga la política vendrá a justificar y determinar sus actos más cotidianos por la actividad que el mismo despliegue. Ahora cada gesto personal cobrará dimensiones políticas, y viceversa, y somete tanto su vida privada como pública al mismo código de conducta.

Al considerarse Viñas un órgano vivo de su sociedad, su vida se convierte en un microcosmos de la realidad exterior con la que mantiene una relación de flujo y reflujo. Esta característica se manifiesta no sólo en  sus antecedentes familiares, en los que se resumen las principales culturas que inmigraron y conformaron el país, sino también en el desarrollo de su propia vida, que se verá directamente afectada por los acontecimientos políticos: el más traumático fue la dictadura militar de 1976 a 1983, período en el que la descomposición de la sociedad argentina produjo a su vez la desaparición de su propio núcleo familiar.

Entre finales de los años 40 y principio de los 50, establece dos relaciones sucesivas. Contrae un temprano matrimonio de breve duración del que tendrá una hija, Ana Fernanda, con la que después de la separación apenas mantendrá contacto, y en 1950 empieza la relación con Adelaida Gigli. La convivencia se extenderá hasta principios de 1961 y con ella tendrá dos hijos, ambos desaparecidos durante la dictadura militar. Sus dos hijos eran montoneros. Su hija María Adelaida, fue asesinada en 1976. Según información recibida, pudo salvar a su hija de meses en el último momento, al entregarla a una amiga. Su hijo Lorenzo Ismael logró salir del país, pero fue detenido en 1979 cuando cruzaba de regreso la frontera entre Brasil y la Argentina.

Desde 1952 en adelante, su vida discurrirá entre la enseñanza en diversas universidades, tanto dentro como fuera del país, la actividad política-no así la afiliación y militancia en un partido concreto-, la incursión en el cine como guionista, la creación literaria y el ensayo histórico. Su interés por el mundo del cine, motivado por su mayor poder de incidencia sobre las masas frente a la literatura, de influencia más lenta y minoritaria, culmina con la realización de El Jefe ( 1958) dirigida por Fernando Ayala.

Sus antecedentes familiares y su contexto histórico van formando, no sólo el carácter de Viñas, sino también sus opciones personales y su vocación literaria. En ningún momento parece que le suscite tal vocación la literatura por si misma sino en la medida en que sirva a unos fines sociales y personales. Es decir, su iniciación literaria no viene determinada por la identificación con una determinada sensibilidad estética sino por la adhesión a un concepto funcional de la literatura.

Desde sus primeras creaciones, Viñas planteaba el tratamiento de temas específicamente argentinos. Evitando cualquier idealización del mundo descrito, su trama policíaca y el ambiente local le aproximaban a una visión de su entorno más descarnada y directa.

Su paso por la Revista Contorno

La revista Contorno surgió en noviembre de 1953 movida por la necesidad de un grupo de escritores jóvenes de izquierda que buscaba su propio lugar dentro de la actividad literaria, social y política desarrollada en la Argentina en la década de los 50. su riqueza intelectual se debió en gran medida al variado origen social y cultural de los componentes del grupo.

David, que nunca militó en partido alguno, aunque no ocultara sus ideas marxistas, asumió una labor literaria y ensayística desde la que plantear un debate público sobre los temas de mayor actualidad política.

La aparición y desarrollo de Contorno no se produjeron tan sólo como una insurrección juvenil o generacional. Su concepto de revolución iba más allá de las meras formas y, más que pretender la transformación de la sociedad, pretendían transformarse ellos mismos como parte de esa sociedad, mediante la expansión de la conciencia que permitía la crítica sistemática de todo cuanto obstruía la evolución del argentino de los años 50.

Para Contorno, el hombre era fundamentalmente dinámico y social. Separarse de esas coordenadas suponía la imposibilidad de conocer el ser real, que sólo se revela en el día a día de su historia individual, pública y privada. Literatura e historia no son casuales ni aleatorias; son movidas por ideologías muy concretas que abonan determinados comportamientos sociales y determinadas concepciones del mundo que se alimentan entre si.

Entre quienes conformaban el grupo había marxistas, peronistas, existencialistas, pero sobre todo eran ideólogos que pretendían, desde la ciencia y la revolución, desarrollar una nueva sociedad, más conciente de si, más capaz, más operativa. De esta manera, la crítica ideológica se hizo fundamental, constituyendo uno de los frentes de lucha de clases.

Su escritura

Viñas llevó a cabo una múltiple actividad política, social y cultural: se destacó como novelista, cuentista, dramaturgo, guionista de cine y televisión, profesor universitario, ensayista y militante. En su obra refleja una conjunción de análisis histórico, accionar político y práctica literaria que funciona como plataforma de un proyecto estético que recorre su escritura de principio a fin. Viñas nos exhorta a través de sus textos a repensar los acontecimientos en los que emergen los antagonismos sociales, sobre todo a través del rol que ha cumplido la oligarquía nativa en la conformación de las desigualdades existentes en el país. Debemos señalar, a su vez, que no se trata de una selección aleatoria de hechos del pasado a los que Viñas se remite en su obra narrativa, sino de un hurgar –meterse- en aquellas situaciones donde se plasma con mayor crudeza la lucha de clases en la historia argentina.

La escritura de Viñas, tanto a través del ensayo como de la ficción, puede considerarse como un continuo cruce entre literatura, historia y política, tres esferas imbricadas e interrelacionadas de tal forma en cada uno de sus textos que no pueden considerarse como dominios con fronteras difusas, sino como partes de un mismo territorio. La literatura es una manera, para Viñas, de repensar la historia y de hacer política.

Este autor buscó asumir desde sus textos esa ligazón entre especificidad literaria y proyecto político comunitario, tomando a la literatura como un espacio plausible para analizar –y desenmascarar- la ideología de los sectores dominantes de la Argentina. Es por eso que en su obra también se observa el debate en torno a la utilidad del desarrollo de una práctica literaria en un contexto calificado como revolucionario –y medido en reiteradas ocasiones más en términos de eficacia política antes que desde una especificidad estética; un análisis respecto de la posibilidad/imposibilidad de la palabra escrita para promover una función cognitiva respecto de un referente; todo esto enmarcado en una propuesta de exploración de diversas técnicas narrativas mediante las cuales pretendió construir una estética de matriz realista que genere a su vez un quiebre con la escritura existente, inclusive la producida dentro del denominado realismo literario o tradicional.

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