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El hombre fue creado perfecto, sano y sin complicaciones. A medida que ha avanzado el tiempo, avanzó también la tecnología, la cual es el conjunto ordenado de conocimientos y procesos, que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios, teniendo en cuenta la técnica, la ciencia y los aspectos económicos, sociales y culturales involucrados. Debido a esto, el hombre ha creado aparatos eléctricos o electrónicos que son necesarios para realizar actividades del hogar; tales como el tosta arepas; que es donde se coloca una bola de masa y se cocina por medio de la corriente eléctrica. Este pequeño proceso hace que la persona no haga un esfuerzo por hacer con sus propias manos esa arepa, y, que no estimule algunos músculos del cuerpo. También se creó la lavadora, que es de mucha ayuda para lavar la ropa, pero, por el contrario, hace que no se lave a mano y no se muevan los músculos de los brazos; ya que si se movieran se haría, en parte, un poco de actividad física.

Si no nos ejercitamos, estamos propensos a contraer enfermedades, debido a que se tiene carencia de actividad física, es decir, sedentarismo. El sedentarismo se ve más que todo en la vida moderna urbana, en donde hay mucha tecnología, porque las personas no hacen un esfuerzo físico para realizar actividades cotidianas como: ir a comprar algún alimento, el cual en vez de ir caminando, lo hacen en carro, y además no compran alimentos buenos para la salud, sino comida chatarra.

Al tener una constante actividad física, que es todo tipo de movimiento corporal que realizamos en un tiempo determinado, nuestro cuerpo se mantiene con energía y vitalidad, esto acompañado de una sana alimentación rica en proteínas, grasas, azucares, vitaminas, vegetales, frutas, carbohidratos y otros nutrientes necesarios para nuestro organismo.

La alimentación es lo importante de nuestra vida, pues nos mantiene activos y con energía, es por esta razón que debemos cuidar todo lo que ingerimos para que no nos haga daño y así prevenir enfermedades tales como la obesidad y el cáncer, por mencionar algunas.

Una sana alimentación rica en vitamina C (la cual se encuentra mayormente en las frutas como la naranja y la piña), ayuda a desintoxicar el organismo. Estas frutas funcionan como antioxidantes, porque son unas sustancias que existen en ellas, que son los que causan el rápido envejecimiento y otras enfermedades, y tienen la capacidad de retardar o prevenir la oxidación en presencia de oxígeno, o sea, se encargan de contrarrestar los efectos nocivos de los radicales libres.

Los radicales libres son cualquier especie química capaz de existir en forma independiente y que contiene uno o más electrones libres o no apareados. La mayoría de los radicales libres son inestables y químicamente muy reactivos. Los encontramos en el metabolismo de los alimentos, en el aire que respiramos, en el ejercicio. También en algunos elementos del medio ambiente como la producción industrial, el humo de tabaco o cigarrillo, la radiación, los medicamentos, aditivos químicos en los alimentos procesados, pesticidas, entre otros.

Es difícil comprender que el aire que respiramos cada día, pueda hacer daño a nuestro sistema inmunológico, pero lamentablemente es así, porque no estamos en un ambiente totalmente limpio. Tanto los hábitos dietéticos como los ambientales tienen en común una cosa, aumentan la exposición del organismo a los radicales libres y alteran el correcto funcionamiento del sistema inmune.

Los seres humanos, arrastrado por nuestras necesidades, hemos ido acabando lentamente con nuestro planeta. Con la creación de las industrias y los carros se contamina el medio ambiente y se deteriora la capa de ozono, esto a consecuencia del humo sucio que sale de ellos que nos afecta en gran manera.

Debemos cuidar nuestro mundo y tener amor por el, para así nosotros estar sanos

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