De Los Postulados Revolucionarios A Los Receptos Constitucionales De 1917

En el contenido ideológico de nuestra lucha de independencia, se establece una asociación directa entre los conceptos de educación y sociedad entre los términos liberales, y los presupuestos ideológicos básicos que este requiere y que solo pueda alcanzarte, mediante un profundo y extenso proceso educativo.

La noción de la educación publica. El Dr. mora le preocupaba el que los establecimientos, educativos preparen al individuo en el aprendizaje de sus deberes religiosos. La educación era entendida así, como el motor fundamental para la formación de la sociedad civil.

La libertad de conciencia fue objeto de las más encendidas, y brillantes polémicas puesto que su definición dependía la preservación o superación de las veces dogmáticas de las organizaciones sociales, la libertad de enseñanza vendría a enseñar un derivado de suma importancia del principio de libertad de conciencia.

Exaltando el laicismo frente a otros valores liberales, hablar de obligatoriedad significaba además la posibilidad de lograr mayor control gunabertal. Esta idea de obligación más que un compromiso jurídicamente exigible, representado una intención expresadas por dichos término.

Solo con la introducción del laicismo era posible alcanzar el ideal liberal y expuestos por mora, las cuestiones relativas a la intervención del estado del laicismo son discutidas a lo largo de las reuniones, sin haber quedado totalmente aclaradas las inquietudes que alrededor de ellas fueron manifestadas.

Las modificaciones del artículo 3° que el concerniente al laicismo y a la concomitante intervención del estado en la educación, predominio a la noción de neutralidad, es decir se consideró que si bien al carácter laico de la enseñanza oficial es el consiguiente forzoso de las iglesia y el estado.

Particularmente en las escuelas privadas tenía que ser deforma, muy mesurada y con el único objeto de despertar los preceptos de la ley, postulados por la libertad de conciencia.

Se profundizo en favor de la libertad de conciencia sin cortapisa. Por su parte Adolfo Cisneros señalo en el artículo 3° que la enseñanza laica debía de imponerse tanto en las escuelas particulares como en las públicas, a un que después surgieron nuevas características.

Que si los niños querían tomar clases de religión en escuelas, privadas después de haber asistido a un colegio laico no había inconveniente.

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