Derecho de sociedades

EL AUGE DE LAS SAS, FACILIDAD DE CREACIÓN DE EMPRESAS

Un principio básico de la administración es ser efectivos (eficientes y eficaces) ante la utilización de recursos ya sean económicos entre otros. Que busca la maximización de beneficios para así lograr objetivos empresariales (de la sociedad) y porque no, personales. Ante una economía cambiante y que cobra caro el malgasto de dinero, como la que posee nuestro país, los comerciantes o personas naturales a la hora de crear una sociedad prefieran ahorrar un poco de dinero y evitar tanta burocracia documental.

Partiendo de esta premisa se puede observar a gran escala la implementación de una nueva modalidad de creación de empresas que le permite al comerciante muchas facilidades, se habla de las sociedades por acciones simplificadas SAS.

Desde la entrada en vigencia de la ley que permite la creación de empresas bajo esta modalidad que es la 1258 del 2008 se obtiene un gran número de sociedades de este tipo, que según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo arroja un dato de 540. ¿Pero porque es preferida, porque se está hablando mucho de este tipo de sociedad, entre otros interrogantes de preferencia? Las respuestas se pueden obtener al ver como se forma un tipo de sociedad a comparación de la SAS y las facilidades que ésta última ofrece.

Las SAS permiten a los pequeños, medianos y grandes empresarios elegir las normas societarias más convenientes a sus intereses, por ser una regulación flexible que puede ser adaptada a las condiciones y requerimientos especiales de cada quien. A la hora de constituirse este tipo de empresa permite ahorrar tiempo y dinero a los inversionistas, dado que pueden realizarlo por documento privado. Además, pueden beneficiarse de la limitación de la responsabilidad sin tener la necesidad de acudir a la estructura de la sociedad anónima. La SAS no obliga al empresario a crear ciertos órganos, como la junta directiva, o cumplir con requisitos, como la pluralidad de socios, (en este caso en las SAS se llaman accionistas).

Ya se va notando con claridad el por qué ese auge bajo esa modalidad, que no sólo reduce el tiempo, sino que también la preferencia de los empresarios o comerciantes es por la flexibilidad y la reducción de los prohibitivos costos de transacción que aún gravitan sobre una infraestructura normativa plagada de formalismos que para muchos son inútiles que lo único que hacen es hacer perder el tiempo y trabas de toda índole que le amarran los brazos a la iniciativa privada “Por eso es mejor hacer una fila preferencial que una general”. La sola disminución de las engorrosas formalidades requeridas para la constitución, reformas y capitalización de este nuevo tipo de compañía justifica con creces su predominio en el ámbito de los nuevos emprendimientos.

Lo anterior se puede resumir en una unidad o ecuación muy sencilla que permite ver a primera instancia el por qué los empresarios se cambian o nacen nuevas empresas bajo SAS y es: Costo-Beneficio  ya que son más baratas y a la hora del té más prácticas.

Se detalla a continuación de una forma más puntual los literales de el por qué su auge:

1. Simplificación de trámites
2. Se elimina el mínimo dos personas para conformar una sociedad
3. Limitación de la responsabilidad
4. Autonomía para estipular libremente las normas que más se ajusten al negocio
5. Estructura flexible de capital

Pero a pesar de todas estas facilidades y en vista de la innegable superioridad de la sociedad simplificada surge un curioso interrogante, ¿por qué siguen creándose compañías de otro tipo?, es aquí donde se detallan algunas desventajas que da el crear una SAS:

...