Diario De Una Ninfomana

La carrera, la responsabilidad por bien decirlo comienza desde que decidimos estudiar psicología cual es un término utilizado por muchos como “ciencia que estudia la conducta o los comportamientos de los individuos”.

Entras con tu yo individual, con miedos, ideas irracionales y una personalidad e idea del mundo diferente, en ocasiones pasan cosas a nuestro alrededor que sabemos que están ahí pero no hacemos nada, la carrera te hacer ver esas cosas, afrontarlas y procedimientos específicos para solucionarlos.

Cuando comienzas a ver que tu comportamiento es en base a actitudes negativas como positivas pero que creías poder vivir así y le decías al mundo que todo estaba bien cuando no era así, cosas que te afectan porque crees que no pasa nada cuando en verdad pasa todo.

Esa satisfacción que obtienes a descubrir nuevas cosas, significados que te llevan a la realización personal y a la realización de otra persona, cuando tienes la oportunidad de escuchar y en vez de dar un simple consejo te vas al fondo de la situación, ya no darás un simple consejo si no una gran solución.

Esta carrera nos trae una gran responsabilidad como seres humanos, nos volvemos seres analíticos, observadores y entregados a nuestra carrera, tal vez se encuentren miles de psicólogos en el mundo, con diferentes ramas y formas de ver la psicología, su aplicación y desarrollo podrá ser diferente pero como bien nos dicen los principios generales debemos informarnos.

Tal vez un colega tenga ramas útiles las cuales podremos poner en práctica e incuso modificarlas para la utilización. El tener ética profesional, el saber guardar silencio, el poder escuchar e ir creando en tu mente soluciones, el hacerle ver a la persona cuando esta se equivoca, el afrontar, el no guardar silencio, el saber decir no sé, el aprobar o desaprobar, el no criticar, no juzgar e incluso saber canalizar o dejar ir pacientes, el psicólogo tiene una gran responsabilidad desde que se sentó en una aula a escuchar a especialistas.

Tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos como lo marca el código ético del psicólogo, cuando se comete una falta en contra de otra persona, cuando manejamos a nuestro gusto las cosas, cuando manipulamos, cuando hablamos mal de otro psicólogo, cuando no sabemos poner un límite entre nuestra vida personal y la de ellos, cuando solucionamos problemas a través de ellos, cuando se extorsiona a la persona.

Cuando un psicólogo comete una falta se puede convertir en una demanda, ya que uno no está jugando con una cosa, si no con una persona que llega, confía en ti, siente y piensa, donde entran sentimientos, actitudes con los cuales debemos de lidiarnos, acostumbrarnos a cada paciente, manejar técnicas apropiadas a cada uno, formular diagnósticos accesibles.

Como lo que señala Berman y Lief de las tres dimensiones: el poder, intimidad, inclusión y exclusión.

Cuando aprendemos cosas nuevas, las compartimos, cuando aplicamos técnicas solucionamos e identificamos, pero ¿usaremos nuestros conocimientos para sacarle provecho a las cosas?, el psicólogo será capaz de separar su vida profesional, familiar y privada, no incluyendo en si a ninguna parte.

Cada persona es diferente por lo tanto el manejo es diferente, el conocer cada persona su forma de pensar, sentir, expresar, el psicólogo debe afrontar situaciones alegres, tristes, de peligro, el ser psicólogo no es algo fácil, debe estar tu mente abierta a muchas cosas que tal vez va a en contra de tus prejuicios, de tu religión, lejos de lo que tú crees, pero debes dejar a un lado tus ideales, para dar la solución a lo que tu paciente prefiere. No a lo que tú esperas.

El ser psicólogo será difícil pero tiene una gran satisfacción el que una persona coloque su confianza.

El psicólogo se encuentra delineado por una ética que aporta unos principios básicos

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