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Diarreas Caninas


Enviado por   •  5 de Octubre de 2012  •  2.385 Palabras (10 Páginas)  •  292 Visitas

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DIARREAS EN EL PERRO: GIARDIAS Y ENFERMEDAD INTESTINAL CRÓNICA.

Entre los problemas clínicos que con más frecuencia nos encontramos en nuestro trabajo diario, aparecen las diarreas. Debe quedar claro, que esta alteración digestiva, es un síntoma de que algo no funciona bien en el tracto intestinal de vuestro perro. Es decir no se trata de una enfermedad en si. Las patologías que las producen son numerosas, y el problema se nos plantea a los veterinarios, cuando estas se perpetúan en el tiempo, es decir, pasan a convertirse en un síntoma crónico. Normalmente son procesos de curso que con el tratamiento adecuado, ceden en 24-48 horas.

Cuando los síntomas duran entre 2 y 4 semanas podemos decir que estamos ante una diarrea de carácter crónico. Normalmente pueden ser resueltas, pero para ello, los veterinarios debemos realizar una investigación detallada, ya que si no son tratadas adecuadamente pueden conducir a una enfermedad malaabsortiva grave y a la muerte del perro..

Debéis saber que la función primaria del intestino delgado en los perros es asimilar los nutrientes mediante los procesos de digestión y absorción. Además, en el intestino se producen funciones motoras que incluyen la segmentación rítmica para la propulsión de alimentos, y el peristaltismo para moverlos en forma continua. La unión de estos dos mecanismos hacen posible el movimiento de los contenidos a través del intestino delgado.

Los signos clínicos más corrientes asociados a enfermedad crónica del intestino delgado son la diarrea y la pérdida de peso. El vómito es frecuente si se trata de procesos infamatorios y también son síntomas importantes la presencia intermitente de inapetencia, indiferencia, borborigmos, flatulencia, temblores y signos de dolor abdominal. Estos últimos pueden muy sutiles y pasar inadvertidos para vosotros.

Las alteraciones del colon (intestino grueso), también son causa común de diarrea. La diarrea originada en el intestino grueso debe diferenciarse clínicamente de la surgida del intestino delgado porque los tratamientos a veces son diferentes. En el presente artículo me centraré especialmente en las del intestino delgado..

Lo que nos vamos a encontrar como consecuencia de la mala funcionalidad intestinal es lo que conocemos como síndrome de malaabsorción. Las causas de esta “anómala asimilación” de los alimentos y que nos vamos a encontrar con frecuencia son la enfermedad intestinal inflamatoria, que reciben diferentes nombres, demasiado técnicos para ser nombrados aquí; la malaabsorción también puede ser provocada o secundaria a lo que conocemos como hipermultiplicación bacteriana o a infecciones parasitarias como las giardiasis.

Estas enfermedades nombradas anteriormente van a provocar lo que se llamamos enteropatía con pérdida de proteínas, que se caracterizan por la pérdida de proteínas del suero dentro de la luz intestinal.

No debemos olvidar, que a veces estos procesos vienen derivados de la presencia de tumores en el tracto digestivo, como son los linfosarcomas.

La presencia de giardias es actualmente una de las causas más frecuentes de diarreas crónicas o intermitentes en los perros. A veces su presencia va acompañada de vómitos, que incluso puede ser el síntoma predominante. Se trata de un problema difícil de diagnosticar y de tratar, en especial cuando da lugar a procesos inflamatorios que provocan que la flora bacteriana normal del intestino sufra una gran multiplicación. Para hacer frente a este tipo de infección se requiere un sistema inmune sumamente competente. La diarrea puede aparecer 5 días después de la exposición a la infección. Para su diagnóstico utilizamos diferentes métodos, como es la observación microscópica de una muestra de heces. Dado que este parásito no se elimina de forma continua en las deposiciones, será necesario el análisis de cómo mínimo tres muestras. Existen actualmente otras técnicas de laboratorio, que identifican el antígeno del parásito en las heces.

Durante muchos años el tratamiento de elección para las giardias ha sido el metronidazol. Actualmente sabemos que el albendazol es muy efectivo, pero tiene un grave inconveniente, y es que puede provocar una importante bajada de glóbulos blancos (leucopenia) y letargia. Es por esto que la mayoría de los veterinarios, si no conseguimos parar la infección con metronidazol, con una eficacia del 70% (que además tiene efectos antiinflamatorios y antibacterianos), utilizamos el fenbendazol. Podemos decir también que un producto sumamente conocido de Bayer, utilizado con frecuencia para las desparasitaciones rutinarias es muy útil para tratar este tipo de infecciones. No debemos olvidarnos durante el tratamiento, del control ambiental, en especial en criaderos y en tiendas de animales. Los quistes de giardia pueden mantenerse mucho tiempo en el medio ambiente de las jaulas y en el pelo de los animales. El mejor desinfectante ambiental para casos como estos es el amonio cuaternario, que puede ser usado también en forma tópica en las regiones perianal y perineal, que deben ser luego enjuagadas con un champú, después de 3-5 minutos. En casa, un buen baño en la bañera será lo adecuado para eliminar los parásitos del pelo del animal.

Un problema añadido de las giardias es su potencial zoonótico. Los niños, de manera especial, están en riesgo debido a su tendencia a jugar en áreas verdes y en el suelo donde pueden estar los quistes o el hecho de introducir los dedos en la boca del perro parasitado. A menudo se duda si los pacientes portadores asintomáticos de Giardia deben ser tratados o no. Lo cierto es que los quistes de este parásito han sido asilados de heces normales, y que existen perros que son capaces de permanecer asintomáticos. Pero eliminándolos al medio ambiente.

Mi recomendación por tanto para todos aquellos que sois criadores o que os dediquéis a la venta de cachorros, es que cualquier cachorro nuevo, sea tratado contra las giardias y desinfectado convenientemente antes de juntarlo con los que estén sanos. Se trata simplemente de una medida de salud pública. Lo recomendable sería testar a todos los perros y que todos los que den positivo, tengan síntomas o no, sean tratados adecuadamente.

El futuro está en una vacuna que hizo su aparición en el año 1999, y que está en vías de perfeccionamiento.

La ENFERMEDAD INTESTINAL INFLAMATORIA (EII), está bien reconocida como una de las causas más comunes de diarrea crónica en el perro. El reconocimiento real de la existencia de esta antiquísima enfermedad se ha producido gracias a la utilización de la endoscopia, para investigar con mayor profundidad a los animales con signos clínicos como vómito, diarrea, pérdida de peso

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