Dietas Hospitalarias

DIETAS HOSPITALARIAS

Cuando hablamos de dieta hospitalaria nos referimos a la alimentación por vía oral con alimentos/nutrientes adecuados a las necesidades de los pacientes en cada momento, es decir, teniendo en cuenta su patología y sus necesidades energéticas.

Tipos de dietas: habituales y especiales.

Dietas habituales:

Basal. Es la dieta para el paciente adulto que no necesita modificaciones dietéticas específicas y debe aportar una media de 2.000 Kcal/día. Se procura que el menú lleve todos los días, leche, verduras y fruta.

Líquida. Incluye líquidos claros, infusiones y zumos. No es aconsejable introducir la leche. Aporta unas 500 Kcal/día. Es aconsejable mantener al paciente con fluidoterapia para aportar suplemento calórico. El tiempo máximo que debe permanecer con esta dieta será de 24-36 horas.

Semiblanda. Incluye líquidos y alimentos semisólidos. Aportará un mínimo de 1.000 Kcal/día. Además se podrán dar, yogures, consomés, leche, compota, flanes, sopas, carnes muy blandas, etc. Duración máxima 96 horas.

Blanda. Similar a la dieta basal pero modificando la consistencia de los alimentos que son blandos pero no han sido molidos ni triturados. Generalmente son pacientes con dificultad en la masticación y/o deglución o niños menores de 3 años.

Dieta especial por sonda. Estos menús se confeccionan según la guía farmacológica del hospital.

Astringente. Es una dieta normocalórica con pocos residuos y de fácil digestión. Se excluirán alimentos ricos en fibra, que produzcan flatulencias o que sean irritantes de la motilidad intestinal.

1.000 Kcal. Dieta similar a la basal, baja en calorías. Se suprimen los azúcares de absorción rápida y se limita la grasa saturada.

2.000 Kcal sin grasa. El aporte de la grasa se ve reducido hasta un máximo del 20%. Los alimentos proteicos preferidos serán pescados azules, carnes viejas, pollo y pavo.

3.000 Kcal. Dieta hipercalórica para pacientes con elevados requerimientos energéticos, como por ejemplo quemados.

Dietas especiales:

Insuficiencia renal prediálisis. Es una dieta con restricción muy severa de las proteínas. Se excluyen las verduras y frutas ricas en potasio.

Estricta sin sal. Dieta con restricción muy severa de sodio.

Insuficiencia hepática. Dieta respetando las restricciones proteicas y sódicas.

Sin lactosa. Es una dieta con limitación de lactosa, es decir, de leche y sus derivados.

Sin gluten. Se restringe de la dieta la proteína de origen vegetal

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