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Dimensiones De La Violencia

Pastor1234 de Junio de 2013

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CIENCIAS SOCIALES

Acta Científica Venezolana, 52: 170–177, 2001

DIMENSIONES Y CONSTRUCCIONES DE LA VIOLENCIA EN

AMERICA LATINA

Roberto Briceño-León y Verónica Zubillaga

Laboratorio de Ciencias Sociales (LACSO)

Apartado 47795, Caracas 1041-A. Venezuela

E-Mail: lacso@reacciun.ve

Recibido: 20/03/01; Aceptado: 16/04/01

RESUMEN: El incremento de la violencia urbana reciente obliga a dirigir la mirada hacia múltiples frentes y hacia una diversidad de

actores, escenarios y lógicas que intervienen simultáneamente y le dan forma al estado actual de violencias que se vive a diario en

nuestras colectividades. El propósito de este trabajo es ofrecer al lector las dimensiones de esa pluralidad, introduciendo nociones y datos

elaborados en el marco de diversas investigaciones, y otorgándole prioridad a la violencia de carácter social y delincuencial. El artículo se

organiza a partir de cuatro ejes temáticos: el empobrecimiento y las expectativas; la vulnerabilidad y el Estado; la difusión de las armas de

fuego y la idea de respeto en los hombres. A la luz de estos cuatro ejes y de las inéditas transformaciones que vive la sociedad mundial,

de la actualidad, el texto finaliza sosteniendo la necesidad de entender esta violencia como una nuevo fenómeno social en América Latina.

Palabras clave: Violencia, pobreza, consumo, vulnerabilidad, estado, policía, armas, jóvenes, hombres, respeto.

DIMENSIONS AND CONSTRUCTIONS OF VIOLENCE IN LATIN AMERICA

ABSTRACT: The recent growth of urban violence obliges us to examine the multiple factors and the variety of participants, scenarios,

and logics which simultaneously interact to give rise to the current state of violence occurring on a daily basis in our societies. This

paper attempts to specify the dimensions of the complex problem of violence, introducing concepts and data developed in the course of

several research projects and stressing social and criminal violence in preference to other kinds. It is structured in terms of four themes:

impoverishment and expectations, vulnerability and the State, the spread of firearms, and the idea of respect among men. In the light

of these four themes and of the unprecedented transformations taking place in world society at the present time, the paper concludes

by articulating the need to understand today’s violence as a new social phenomenon in Latin America. Key Words: Violence, poverty,

consumption, vulnerability, state, police, weapons, young men, respect.

El hombre se acodó mansamente en el bar polvoroso

de media tarde. Volteó hacia ambos lados, como buscando

un rostro conocido o una mirada indiscreta; adivinó el

contenido de los vasos, y meditó un poco sobre qué sería

mejor para calmar su sed antigua en ese día caluroso.

Vanas cavilaciones, pues siempre pedía lo mismo. Ordenó

su tragó y regresó descuidadamente su vista hacia el

vecino de la izquierda, fue como sin querer, pero se encontró

un inmenso cañón que le vomitaba fuego. Una vez

desarmado, un curioso le preguntó al asesino por qué lo

había hecho. -Me miró feo, fue su parca respuesta.

Así ha contado la voz popular en América Latina su historia

de la violencia. Al final de los estudios de “Conflicto y

Consenso”, José Agustín Silva Michelena gustaba de repasar

la historia, como pretendiendo arrojar luz sobre un

matar incomprensible. La historia, palabras más o detalles

menos, se repite de nuevo entre los jóvenes de los barrios

de Caracas, Cali o Río de Janeiro. Solo que ya no se trata

de la violencia rural ni de hechos aislados que magnifica

la tradición, se trata de un fenómeno colectivo cuyas cifras

dramáticas de muertos y lisiados se incrementan año tras

año desde fines de los ochenta. Y no sólo en los países

tradicionalmente violentos como Colombia o México, sino

igualmente en los reputados como pacíficos tales como

Uruguay, Argentina o Costa Rica.

La violencia reciente obliga a dirigir la mirada hacia múltiples

frentes y hacia una diversidad de actores, escenarios

y lógicas que intervienen simultáneamente configurando

el actual estado de violencia que se vive a diario

en nuestras colectividades. Diversidad que ha retado a las

ciencias sociales latinoamericanas a lidiar con un fenómeno

que constituye no sólo un objeto de investigación, sino

también un problema que atañe la existencia misma de

nuestras sociedades y más acá la mismísima intimidad de

nuestras vidas y proyectos cotidianos.

El incremento de la violencia en América Latina ha producido

en las ciencias sociales latinoamericanas una verdadera

multiplicación y pluralidad de investigaciones, producción

de discursos y publicaciones en el área que bien

pudiéramos asimilar a lo que M. Foucault denominó una

“implosión discursiva”. El propósito de este trabajo es ofrecer

al lector un paseo por esa pluralidad, introduciendo

nociones y datos producidos en el marco de estas investigaciones,

otorgándole prioridad a la violencia que ha sido

descrita como de carácter social y delincuencial32 y organizando

desde cuatro ejes temáticos la diversidad de

dimensiones y construcciones que sobre el fenómeno se

han hecho: el empobrecimiento y las expectativas; la vulnerabilidad

y el Estado; la difusión de las armas y los hombres

de respeto.

EL EMPOBRECIMIENTO Y LAS EXPECTATIVAS

Uno de los rasgos dominantes de la violencia de América

Latina es que no ha sido interpretada como un asunto

de comportamiento individual. Mal pudiera serlo, pues las

Violencia en América Latina 171

magnitudes son tan grandes, los sucesos tan repetidos,

que no es factible considerarlo como un hecho de interés

propio de la criminología clásica. Numerosos autores en

América Latina han ubicado el incremento de la violencia

como paralelo al deterioro de las condiciones de vida

de la población, en algunos casos se relaciona de manera

directa con los procesos de explotación social que se

expresan en violencia política68, en otros para subrayar

la imposibilidad de hacer una inmediata asociación con la

pobreza. Efectivamente, esta violencia tiene que ser vista

desde una perspectiva más amplia a la de situación de

agresión individual y puede ser mirada a través de lo que

hemos denominado como proceso de empobrecimiento,

el cual de manera sorprendente ha afectado a la región

desde los años ochenta. Para el año 1998 y después de

una largo y sostenido esfuerzo de recuperación económica

durante los años noventa, la CEPAL reporta que en 13

de los 18 países incorporados en su estudio, los salarios

mínimos eran inferiores a los que se tenían en 1980.

Con el término empobrecimiento, se quiere diferenciar

de la visión estática de la pobreza y tanto subrayar, desde

el punto de vista objetivo, la agudización de la exclusión

social que se ha vivido en los últimos veinte años en la

región62, expresada en la negación de los derechos sociales

tradicionales como son el empleo, la vivienda, la educación

y la salud. Se quiere así mismo destacar, desde el

punto de vista subjetivo, el desfase dramático que entre

las aspiraciones a una mejor vida y las oportunidades reales

de lograrlo viven amplios grupos de la población12

;

13.

Este abismo, entre expectativas de una mejor vida y posibilidades

objetivas de lograrla por los caminos prescritos,

es justamente uno de los elementos que obliga a la

ilegalidad y abona el terreno para la violencia social entre

amplios grupos de la población. Al no tener posibilidad de

un empleo formal se opta por un empleo informal, y entre

1990 y 1997 siete de cada diez nuevos empleos creados

en América Latina fueron en el sector informal. Al no

poder acceder al mercado formal de la vivienda se construye

un rancho o una favela en los intersticios que deja

la propiedad privada. Al no poder adquirir los bienes de

consumo, pertinazmente publicitados, por el trabajo y el

ahorro, se opta por los caminos proscritos, entre los cuales

el tráfico de drogas se presenta como una alternativa

privilegiada que se generaliza cada vez más y es un elemento

que intensifica de modo importante los intercambios

violentos1

;

62

;

77.

Este proceso de inflación de las expectativas se corresponde

con una de las cualidades inéditas y particulares de

la sociedad actual: la instauración de imágenes globales y

el establecimiento del consumo como modo fundamental

de participación social. El llamado compulsivo al consumo

se vive como una presión difícil de evitar, pues, además

de la gratificación prometida en el consumir mismo (objetos,

signos, estilos de vida), constituye a la vez la prueba y

la demostración de estar inserto en la corriente dominante

de la sociedad de hoy, provee instantáneamente una manera

...

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