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Las Dimensiones de la Violencia


Enviado por   •  21 de Octubre de 2015  •  Apuntes  •  3.497 Palabras (14 Páginas)  •  213 Visitas

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Las Dimensiones de la Violencia:
Hacia una tipología de la Conducta Antisocial

Colaboradores
Albornoz Luis, Cabello José & González Sergio

Docente de Cátedra 
Molina John

Fecha
Septiembre 28, 2015.

Introducción

Para dar comienzo, es importante señalar el hecho de que, cuando nuestros oídos son susceptibles al escuchar la palabra violencia, ésta nos remonta a la dimensión delictiva, suscitando nuestro sesgo y restricción en cuanto a lo que entendemos primeramente por esta acción. No obstante, es de suma importancia saber y reconocer que en el mundo, si bien es cierto, existen una multiplicidad de palabras y conceptos, también lo es que no manejamos al cien por cien sus significados, ni mucho menos conocemos sus variantes y usos contextuales. Por esta razón es que, retomando el concepto inicial, es que se emplea un trabajo hacia una tipología, la cual diferencie, clasifique y categorice, prestando atención a diversos niveles de análisis, ya sea de la índole social, según valoración del actor social, o del contexto en la que se produce.

El capítulo aborda este concepto desde una perspectiva psicosocial, la cual apela a la violencia entendida desde el paradigma del aprendizaje social, a la cultura, a la sociedad y a lo que éstas conciernen.

Se espera que en el siguiente informe el receptor de la información a entregar, entienda y comprenda las dimensiones que competen al amplio concepto de la violencia, el contexto y las situaciones donde  esta ocurre y lo que conlleva a que los individuos en interacción con el mundo, se desarrollen como actores antisociales.

La sociedad rechaza la violencia

Sorprende mucho leer la frase “la sociedad rechaza la violencia”. Suena bonito en el discurso pero, ¿en realidad es así?  Tristemente no. No es así. La violencia es pan de cada día y está arraigada en las raíces más profundas de nuestra sociedad, nos moldea y configura a través de las costumbres, las cuales se entienden como toda manifestación humana, las cuales transgeneracionalmente se van aprendiendo y adquiriendo a nuestro repertorio cultural.

La sociedad acepta la violencia en sus diversas formas, esto dependiendo del contexto histórico, la idiosincrasia del territorio en el cual se viva, producto de la presión ejercida por los mandatos socioculturales, la ideología política a la base, entre otros, lo cual determinara la óptica de ver a ésta como una necesidad o un problema social.

Todas las manifestaciones de violencia se adquieren en el lugar donde nos desarrollamos: el humillar al semejante, lo malos tratos, la coprolalia en el discurso despectivo, la xenofobia, por nombrar algunas, todas estas están influenciadas por las fuerzas sociales y el espacio sociocultural que nos sostiene.

La jerarquización, el poder, el sistema social, político y económico imperante naturaliza las nuevas formas invisibles de violencias, las cuales tienen repercusiones negativas inmediatas y efectos adversos en las personas que forman el mundo.

Es cosa de ver las películas, las teleseries, los animes, en los cuales la violencia se acepta para lograr un fin. Llevándolo a la realidad, los golpes de estado para derrocar un sistema inservible para unos, la idea de formar la casta más pura de la humidad que tuviese dominio total del mundo, fomentan el odio y acrecientan la violencia para generar miedo y lograr acometidos mezquinos, individuales y psicóticos.

Niveles de Análisis

Se distinguen ciertos niveles de análisis con el fin de generar una tipología diferenciadora.

Nivel etológico: en este apartado es importante hacer una diferenciación entre violencia y agresión. La primera responde a un grado de intencionalidad, atenta en desmedro del otro, el cual tiene un carácter destructivo. La agresión en cambio, responde a la capacidad de respuesta innata del organismo ante peligros potenciales del exterior.

Nivel psicosocial: la violencia y la agresión son fenómenos sociales, los cuales se sitúan en determinadas pautas históricas, culturales, políticas y económicas.

Desde este nivel se desprenden dos efectos psicosociales de la violencia en sociedad, los cuales son la desindividuación, factor que convierte a un actor social y lo torna susceptible al comportamiento violento de las masas (se desencadena el anonimato, la inconsciencia y la despreocupación sobre el qué dirán) y, la desensibilización, la cual se produce cuando al ser espectador de hechos, sucesos y acontecimientos violentos, de manera prolongada en el tiempo, se generan efectos en nuestra sensibilidad, en este caso, la baja considerable de ésta.

Nivel cognitivo: nos señala este nivel, que la agresión puede aparecer después de reflexionar ya sea de forma superficial o extensiva. La primera nos dice que si nos situamos en una situación sin ponernos a pensar en que acción sería la correcta para actuar, esto ejercerá un mayor impacto en nuestra mente, el cual se traducirá en la mayor probabilidad de pensar violentamente. El segundo, considera un tiempo para pensar en cómo actuar ante una situación determinada, a pensar las cosas determinadamente, lo que propiciará formular respuestas no agresivas a los conflictos.

Nivel social: la violencia en un fenómeno social-cultural, y la vida en sociedad propicia altamente las situaciones de ejercer y sufrir de ésta. Cuando estamos insertos en una sociedad, estamos adscritos a sus modelos culturales y dependerá de estos si se acepta o no la violencia.

Socialización: la violencia se encuentra desde las primeras etapas del desarrollo, y la influencia social determina que estas formas sean aceptadas. La educación juega un papel importante y trascendente en esta área.

Desviación social: mediante la socialización, se pretende dar uniformidad y formar al individuo como un actor social integro, no obstante, en el camino a veces ocurren ciertos fallos y distorsiones en la adaptación de éstos.

Conformidad colectiva y refuerzo social de la violencia: es la influencia social que ejerce que un individuo cambie su postura por un asunto mero de deseabilidad social, de acuerdo al contexto social, por ejemplo, las actitudes xenófobas producto del prejuicio social, como refuerzo social de la violencia.

Normas sociales: patrones de conducta o expectativas que compartimos con los demás miembros de la sociedad, lo cual nos modela socialmente en cuanto a lo que debemos hacer y no. Normas formales: la Constitución o leyes que están insertas en estatutos escritos. Normas informales: convencionalismos no especificados y aceptados intuitivamente por el grupo social, como por ejemplo, la competitividad.

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