Discriminacion

Rinocerontes y fresas silvestres

Es el primer capítulo de la lectura donde se presenta al personaje principal, un mayordomo de nombre Theodore Farraday, menciona que tiene una preparación

muy amplia, con conocimientos en vinos, licores y alta cocina, sin dejar atrás las funciones domésticas y experto en asuntos de etiqueta. Es descendiente de una familia especializada en el servicio doméstico. Tuvo su preparación en una prestigiosa escuela para mayordomos (British School of Domestic Service) en Londres. Hace mención de los empleos que ha tenido, los personajes a los cuales ha servido, por ejemplo a un mariscal de nombre Rupert Sanders al cual sirvió incluso en periodo de guerra, Charlie Wong, un escapista mandarín que en uno de sus actos de escapismo desapareció y jamás volvió a ver. Pero el mayordomo Farraday hace mención del mas extraordinario empleo que tuvo, y fue junto a los hermanos Diana y Aquiles Astorga, unos jóvenes de alrededor de 13 años de edad que le salvaron la vida cuando él prestaba sus servicios a un cazador de rinocerontes de nombre Lord Halifax y se encontraban en un parque nacional en Kenia. Estos jóvenes hermanos le salvaron la vida cuando Lord Halifax ( su antecesor amo) debido a un problema de la vista realizo tiros erróneos con su escopeta a una manada de rinocerontes blancos, los cuales se asustaron y corrieron en dirección a ellos, desafortunadamente Lord Halifax resulto herido pero el mayordomo Farraday quedo ileso. La misma tarde en que ocurrió el accidente visitó a sus salvadores (Los hermanos Astorga) que se hospedaban en un lujoso hotel (Congo Majestic) para agradecerles el que hubieran salvado su vida, se dio cuenta que se encontraba frente a importantes figuras del mundo de la caza, los cuales eran descendientes de la legendaria familia Astorga, antiquísimo clan de cazadores. Le propusieron trabajar para ellos, el mayordomo acepto, aunque no le agradaba mucho la idea no pudo negarse ante las personas que le habían salvado la vida.

Cabecitas de mandril

Farraday Comenzó a laborar con sus nuevos amos, describe que aunque su vida parecía entretenida, mirándola bien era bastante rutinaria. Todos los años se dedicaban a dar la vuelta al mundo en busca de temporadas de caza. Tenía conocimiento bastos sobre todo lo cazable. Los chicos quedaron huérfanos a los 4 años, cuando sus padres fallecieron en un accidente de casa en Alaska.

Además de los ayudantes de caza, los acompañaban en sus periplos algunos personajes: Carolo Caroto, un reconocido vestuarista que diseñaba sus disfraces para la caza y el señor Isaac Meyer, que disecaba con siniestra habilidad a todos los animales capturados. Y por último el señor Udo Ballhaus, ex militar austriaco, era tutor y administrador de los chicos, y como experto en mapas organizaba las rutas para las expediciones de cacería.

A falta de mucamas y lacayos el mayordomo ordenaba toda hecatombe que los jóvenes tenían desde los animales disecados, su armamento y obviamente su ropa.

A una semana después de haber entrado a trabajar, el mayordomo reviso la correspondencia como de costumbre, dentro de los papeles encontró un paquete rotulado con los nombres de los jóvenes Astorga, los niños creían que eran otros objetos que habían encargado pero no, dentro de ese paquete había una pequeña cabeza de mandril de cera,

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