Dos Almas Diafanas En El Amor

DOS ALMAS DIAFANAS EN EL AMOR

Juan Carranza Carrillo

Introducción

Dos almas diáfanas en el amor, nos relata una historia de amor verdadero, puro entre dos jóvenes, que enfrentan una cruel realidad que aqueja actualmente a la juventud de hoy en día, esta historia nos enreda en el mundo en el cual los jóvenes se desarrollan, y desenvuelven, el mundo de las pandillas, un mundo lleno de drogas, perversión y violencia, en el cual Luis Carlos un joven de principios y buena familia tuvo que desarrollar su vida universitaria, conociendo el amor de su vida, una mujer enredada en dicho mundo de las pandillas pero que gracias a su gran amor pudieron afrontar todas las consecuencias que conlleva en si formar parte de una pandilla y lo que es peor dejar de ser un miembro.

Desarrollo

Esta historia empieza en alguna parte del Ecuador, en donde un joven Luis Carlos comienza su historia, sale de su ciudad natal, en un bus interprovincial para estudiar en la Universidad Central en Quito. Al llegar a Quito, Luis Carlos coge un taxi y se va al norte de la ciudad en donde vivirá sus siguientes 4 años. Allí entabla una charla con el taxista en donde Luis Carlos le manifiesta su descontento por la ciudad debido a su gran contaminación, al llegar a su sitio de destino, conoce a Doña Mercedes, amiga de su padre y una señora mayor de la alta sociedad; entablan una conversación sobre sus familiares e intereses. Doña Mercedes se da cuenta que Luis Carlos es un chico de una muy buena educación y de excelentes principios por lo cual decide invitarlo a realizar un pequeño tour a la casa del cultura para que puede seguir desarrollándose a nivel de la ciudad. Una vez en la exposición del arte, Luis Carlos conoce a una de las mujeres de más adineradas de Quito, una mujer de alta sociedad llamada Melissa. Daño Mercedes estaba impresionada por la grandiosa educación de Luis Carlos.

Los días pasaron y Luis Carlos fue a inscribirse en la facultad de derecho, para iniciar su carrear como abogado.

El gran día llegó y Luis Carlos asiste a la universidad con un terno negro, con la mayor elegancia posible; pero al llegar no se dio cuenta que el desarrollo de la juventud en la capital es demasiado diferente al de los jóvenes de campo. Todos lo miraban como bicho raro, algunos se reían, otros simplemente lo miraban y entre murmullos escogió su asiento. Se dio cuenta que la mayoría de los estudiantes faltaban y el decano de la facultad se encontraba de viaje.

Pero algo le alegraba, había visto a una mujer hermosa de la cual se había enamorado completamente. una joven con ojos azules como el cielo, su nombre era Leonela, bella de apariencia pero vacía de sentimientos ya que para la sorpresa de Luis Carlos, esta bella mujer pertenecía a una pandilla, que se hacían llamar “Los extrovertidos” razón por la cual Leonela era una mujer totalmente despreocupada, no le importaba para nada el estudio.

Así pasó un mes, con los estudiantes incompletos y profesores que ni se acercaban a la universidad. Deprimido, daña Mercedes le pregunta que porque se encuentra así, él dice que la universidad no era lo que esperaba, que había mucho desinterés tanto de parte de los profesores como de los estudiantes. Dos semanas después conoce al doctor Hidrovo, el profesor más estricto de la facultad el cual le les pidió un trabajo de investigación, tenían que formar grupo para hacerlo. Luis Carlos entabla una conversación con Leonela le pregunto dulcemente si desea realizar el trabajo con él y esta energéticamente respondió que no, que a ella no le importaba eso, que quería amanecerse toda la noche en la discoteca y embriagarse hasta desfallecer. Luis Carlos decepcionado se retiró a su casa.

Llego el día de la entrega del trabajo y en el salón se escuchaban excusas por doquier, ¡no encontré la información! ¡No tuve tiempo! El doctor Hidrovo estaba muy enfadado y energéticamente regaño a sus estudiantes. No podía creer como es que la juventud actual que no tiene nada que hacer, y no es capaz de cumplir un simple trabajo de investigación. En eso salió Luis Carlos y explico que el si había hecho el trabajo, que él no era un joven del montón que él quería progresar, entonces expuso y entrego su trabajo. El doctor Hidrovo sorprendido puso a Luis Carlos como ejemplo ante sus compañeros. Una vez que este se retiró los compañeros comenzaron a achacarle ¡cepillo! ¡Norio! ¡Mal pana! ¡Zorro!.

Luis Carlos no entendía porque era maltratado ya que él había hecho lo correcto, entonces Leonella se le acercó y le dijo que ser un lame botas no era nada vacan; Luis Carlos trato de explicarle que debía preocuparse por su futuro, pero ella no quiso entender y se fue. Decepcionado Luis Carlos fue agredido verbalmente por el líder de la pandilla los extravertidos retándolo pero al darse cuenta franklin de la madurez de aquel chico, lo dejó ir solo con una advertencia.

Pasaron los días y era 14 de febrero, Luis Carlos como siempre se dirigió a la universidad y encontró a Leonella sola, en un principio ella no quiso saber nada de el hasta que Luis Carlos con un ternura inimaginable le dedico poema hecho por el mismo. Leonella conmovida decide darle una oportunidad

...