Durkheim: Articulos Varios
ahela12 de Diciembre de 2012
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Artículos sobre Durkheim
Émile Durkheim (1858-1917)
Teórico social francés y uno de los pioneros del desarrollo de la sociología moderna.
Durkheim nació en Epinal, Francia en 1858, proviene de una familia judía. Se graduó en la Ècole Normale Supérieure de París en 1882 y a continuación trabajó como profesor de derecho y filosofía. En 1887 comenzó a enseñar sociología, primero en la Universidad de Burdeos y después en la de París.
Durkheim pensaba que los métodos científicos debían aplicarse al estudio de la sociedad, y creía que los grupos sociales presentaban características que iban más allá o eran diferentes a la suma de las características o conductas de los individuos.
Su madurez intelectual abarca el duro período de consolidación y crisis de la tercer República Francesa, en la que la política de los liberales y anticlericales, sufren los embates del neo-bonapartismo, antisemitismo y nacionalismo. Debido a que Durkheim era judío, un producto claro del laicismo y del cientificismo de la Francia Republicana.
El aporte de Èmile Durkheim
Al igual que los otros sociólogos a Durkheim lo preocupa el problema existente en la sociedad, la crisis social que trajo la industrialización. La propuesta del autor se basa en la necesidad de fundamentar las concepciones teóricas que en un sustento empírico, analizando y comparando los datos observados en la realidad como paso previo a las generalidades abstractas.
Durkheim plantea que el objeto de la sociología es el estudio de los "Hechos Sociales", y el método para estudiarlos es considerarlos como cosas. Un "Hecho Social" consiste en toda forma de obrar, de pensar y de sentir que ejerce sobre el individuo una presión exterior. Es decir, los hechos sociales son anteriores y externos al individuo; lo obligan a actuar, lo coaccionan en determinada dirección. Se expresan en normas, en leyes, en instituciones que aseguran la tendencia a la buena integración del individuo con la sociedad.
El orden moral es pues equivalente al orden social. Este, a su vez, se expresa como un sistema de normas que, por su parte, se constituyen en Instituciones. La sociología es el análisis de las instituciones; de la relación de los individuos con ellas.
El eje problemático sería la relación entre el individuo y la sociedad. El supuesto es que hay una primacía de la sociedad sobre el individuo, y que lo que permite explicar la forma en que los individuos se asocian entre si es el análisis de los tipos de solidaridad que se dan entre ellos. Durkheim reconoce dos: la solidaridad mecánica y la solidaridad orgánica.
• Solidaridad mecánica: Vinculada a las formas más primitivas, la conexión entre los individuos (esto es el orden que configura la estructura social) se obtiene sobre la base de su escasa diferenciación. Es una solidaridad construida a partir de semejanzas y, por lo tanto, de la existencia de pocas posibilidades de conflicto.
• Solidaridad orgánica: es más compleja. Supone la diferenciación entre individuos y como consecuencia la recurrencia de conflictos entre ellos, que solo pueden ser zanjados si hay alguna autoridad, que fije los límites. Es la sociedad propia del industrialismo. Esa autoridad, esa fuerza externa (moral, social, normativa) es la conciencia colectiva, que debería resumir el conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de una sociedad.
Durkheim estima que el eje del conflicto es las sociedades industriales, radicaba en la carencia de elementos protectores de los sectores más débiles, los trabajadores, en el contexto de una "guerra" ventajosa para los empresarios.
Sobre la base de este diagnóstico, la causa de la guerra de clases no residía en la misma división del trabajo sino en la falta de una regulación adecuada de las ambiciones en pugna.
Dentro del campo específico de las relaciones laborales, recomendaba la reconstrucción de aquellas organizaciones intermedias, ubicadas entre el Estado y los particulares, que habían resultado eficaces en el pasado para la defensa de los intereses de los trabajadores. Sindicatos de Patrones y Obreros que si bien seguirían separados en cuanto a la defensa de sus respectivos intereses, los acuerdos logrados entre ambos (respecto a las condiciones generales de trabajo) contarían con el aval de un Ente dotado de autoridad suficiente para actuar de arbitro de las posiciones de pugna.
ANOMIA: El autor publica un libro sobre el "suicidio" tratado desde una punto de vista social, en el cual plantea el concepto de "anómia". Esto significa la ausencia de normas. El suicida por anómia es aquel que no ha sabido aceptar los limites que la sociedad le impone; aquel que aspira mas de lo que puede y cae, por lo tanto, en desesperación.
Este mismo concepto lo aplica al hecho social diciendo que un hecho social anómico es aquel en el cual un actor social genera un conflicto al oponerse a las normas planteadas por las instituciones (el estado).
Emile Durkheim comparte la paternidad de la sociología moderna con Max Weber y Karl Marx. Sus teorías sobre los hechos sociales revolucionaron los paradigmas vigentes hasta ese entonces, dándole a la ciencia sociológica una mirada más aguda y autónoma. Los teóricos anteriores veían a la sociología no como un ámbito autónomo de investigación, sino a través de acercamientos psicológicos u orgánicos. Pero Durkheim concibió la existencia de fenómenos específicamente sociales, “hechos sociales”, que constituyen unidades de estudio que no pueden ser abordadas con técnicas que no sean las específicamente sociales.
Al igual que los otros sociólogos, a Durkheim lo preocupaba el problema existente en la sociedad, la crisis social que trajo la industrialización. La propuesta del autor se basa en la necesidad de fundamentar las concepciones teóricas que en un sustento empírico, analizando y comparando los datos observados en la realidad como paso previo a las generalidades abstractas.
En su libro Las reglas del método sociológico (1895), Durkheim sostiene una singular concepción de la sociedad como una entidad superior con capacidad de imponerse sobre las acciones y los pensamientos de los hombres individuales, por eso, hay que separar el pensamiento sociológico del psicológico. Ya que si lo esencial de los fenómenos psíquicos no tiene origen en la construcción orgánica de las personas, es lícito pensar entonces que lo esencial de los fenómenos sociales no puede derivarse de ninguna construcción psíquica individual.
La sociedad, para Durkheim, sólo es posible si los individuos y las cosas que la componen se encuentran repartidos entre diferentes grupos clasificados unos en relación a otros.
Los hechos sociales son el objeto de estudio específico de la sociología, ya que tienen como cualidad principal la capacidad de imponerse a los hombres más allá de lo que éstos piensen. Los hechos sociales refieren a todo lo que la colectividad ha instruido como esencial a ella misma; es todo modo de hacer, que puede ejercer una coerción exterior sobre el individuo o también que es general en todo el ámbito de una sociedad dada y que tienen existencia propia, independientemente de sus manifestaciones individuales.
Los hechos sociales poseen su caracterízación. No todo fenómeno social es un hecho social, para serlo deben ser exteriores a los individuos, coercionarlos indistintamente, estar generalizados al interior de la sociedad y existir con independencia de las manifestaciones individuales.
Aclaremos estos puntos:
-Exterioridad: la sociedad es un dato exterior a los hombres singulares que viven en sociedad. “Exterior” significa “preexistente”: la sociedad es un todo que incluye normas, valores, usos, costumbres, miles de objetos culturales forjados en un pasado que los individuos no vivieron. La exterioridad de los hechos sociales hacer referencia a la victoria del pasado sobre el presente de una sociedad, que expresa una continuidad que en nada depende de la expiración de los individuos.
-Coerción: se trata de la presión que la sociedad ejerce sobre los hombres, tan interiorizada que puede no sentirse. Pueden encarnarse como encauzar, reprimir, contener, sujetar, refrenar, sea cual sea la figura que adquiera se reserva su carácter universal o colectivo.
-Generalidad e independencia: el hecho social está presente en todos o casi todos los miembros de una sociedad, lo que es consecuencia de su carácter colectivo. Son como “moldes” de pensamiento y acción que existen más allá, independientemente de que los actos y pensamientos en la realidad se desarrollen conforme, parecidos o contrarios a ellos.
El ejemplo clásico es el momento del aplauso luego de una representación teatral: cada espectador presente sabe cuándo empezar a aplaudir (y en qué caso debe hacerlo, y las consecuencias de no hacerlo) sin necesidad de preguntar a los demás, de manera que el fenómeno se produce con notoria sincronicidad a partir de la uniformidad de cientos de fuentes particulares previamente adquiridas sobre ese hecho social. Desde este punto de vista, todas las facetas mayores de un grupo humano, como su lengua, su religión, su moral y sus costumbres, son hechos sociales.
Podríamos nombrar muchos ejemplos más, pero la conclusión será siempre la misma: todo rol que desempeñamos en nuestra relación con los demás seres humanos están comprendidos dentro de un hecho social.
Los hechos sociales de extendida existencia en el tiempo se convierten en maneras de hacer “fijas”. Pero existe otra clase de hechos sociales que no presentan tal carácter:
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