EDUCACIÓN FÍSICA A LO LARGO DE EDUCACIÓN PRIMARIA Y LA E.S.O

EDUCACIÓN FÍSICA A LO LARGO DE EDUCACIÓN PRIMARIA Y LA E.S.O

Haciendo memoria recuerdo que educación física era una de las asignaturas preferidas por mis

compañeros, desde la infancia.

En primaria, cuando llegaba la hora de educación física estábamos impacientes por salir al patio.

Al principio de todas las clases había que calentar durante unos minutos corriendo alrededor de las

pistas para no sufrir ningún tipo de lesión. Probablemente, lo que menos nos gustaba.

Después empezábamos a hacer distintos tipos de juegos. Sobre todo en edades entre los 6 y los 10

años, eran juegos de velocidad y coordinación como carreras de relevos, el juego de la cadena,

el del pañuelo, las cuatro esquinas, el tulipan, las carretillas...

Y juegos con balón o rauqetas. Aquí entraban de todo tipo: balonmano, voleyboll, futbol, basket, etc.

Había días que bajábamos al pabellón para saltar al potro con distintas alturas, subir cuerdas o

hacer rocódromo. Eran una de las cosas que mejor se me daban y más me gustaban.

También nos enseñaban juegos de relajación y a controlar la respiración.

La verdad que teníamos un profesor bastante gracioso, aunque cuando se ponía serio no había quien abriera la boca, y alguna que otra colleja te llevabas si hacías el vago.

 Pasado primaria llegó la etapa de la E.S.O, la educación física que se practicaba era más

específica. No era igual que la de primaria, el profesor ya no era el mismo, ahora teníamos a otro, más joven, pero más exigente y con más mala leche. Se notaba bastante que había pegado un salto, aquí ya se requería más esfuerzo por parte de nosotros para realizarla y evaluar nuestra condición física así como nuestras capacidades.

Se empezaron a hacer pruebas para conocer nuestras capacidades de resistencia, fuerza, velocidad

y flexibilidad, como por ejemplo el test de cooper, balón medicinal, saltos, carreras de orientación, etc.

Estas pruebas se hacían una vez por cada trimestre, comparando cual fue nuestro inicio con lo que

habíamos conseguido a lo largo de todo el curso.

Se incrementó el tiempo de calentar al principio de las clases, los estiramientos de vez en cuando tenía que hacerlos un compañero, se aumentaron los ejercicios de respiración, se añadió el ejercicios de acrosport, y muy a pesar nuestro, una prueba escrita, es decir, un examen. Pues cada

cierto tiempo teníamos alguna clase teórica.

En esta etapa se podía apreciar que ya no era tanto el hacer juegos, si no en conocer más a fondo los diferentes deportes.

Además de esto, conocíamos el funcionamiento de nuestro cuerpo, lo que éramos capaces de hacer y a donde podíamos llegar, es decir, cual era nuestro límite, o las ventajas de realizar ejercicio físico.

En definitiva, para mi la educación física ha sido siempre una buena experiencia donde compartir un rato con los compañeros, de risas y desconexión a través del deporte.

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