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EFECTOS PRODUCIDOS POR EL ACOSO ESCOLAR ENTRE LOS ADOLECENTES

mayibel20 de Noviembre de 2013

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN

U. E. P. M. “MARCIAL AUGUSTO NAVA GONZALES”

AÑO: 2DO MENCIÓN CIENCIAS SECCIÓN: “A”

EFECTOS PRODUCIDOS POR EL

ACOSO ESCOLAR ENTRE LOS ADOLECENTES

Maracaibo, Noviembre De 2013

CAPITULO I

EL PROBLEMA

1.1. Planteamiento Del Problema.

Bullying efectos producidos por el acoso escolar entre los adolescentes, son situaciones violentas de conducta perjudicial y destructiva que lleva a una adaptación de comportamiento de maltrato físico o psicológico deliberado y continuado como agredir, abusar, dominar, intimidar que reciben adolecentes por parte de otros; son diversas realidades que se dan en algunas instituciones educativas, como son las peleas de estudiantes en los recreos, las pandillas que acosan a ciertos alumnos, más aún, existen otras situaciones de conflicto como las amenazas, apodos, las agresiones verbales y burlas entre ellos el sabotajes. Este fenómeno conocido en la interacción escolar se conoce con el nombre de bullying.

El bullying es un término Inglés que quiere decir “violencia entre pares por abuso de poder”, el término bullying en Venezuela es aún poco conocido y por tanto existen pocos estudios que aluden a este fenómeno, el cual ha sido reconocido y estudiado principalmente en regiones de América del Norte y Europa. El estudio de las dinámicas violentas entre iguales surge al Norte de Europa en torno a 1973 con los trabajos de Olweus, que hacen que el Ministerio de Educación Noruego implante una campaña de reflexión y prevención de estos hechos. En países como Suecia desde principios de los años setenta se llevan a cabo investigaciones nacionales sobre estudiantes de enseñanza media referidas al consumo de sustancias y a situaciones de agresión. Igualmente en Estados Unidos e Inglaterra avanzan las investigaciones sobre las conductas agresivas en los ámbitos escolares como por ejemplo, con la Investigación Nacional para los Delitos de Victimización, en Estados Unidos.

El primer trabajo sistemático sobre las conductas Bullying fue realizado por Dan Olweus, profesor de la universidad de Bergen. Se trata de un estudio longitudinal que comenzó en 1970, y aun hoy sigue desarrollándose. El trabajo de Olweus desde 1973 requiere especial tención ya que ningún otro es comparable en tamaño y complejidad. El autor ha trabajado en este campo mas de 20 años, lo que le ha permitido acceder a importantes estudios longitudinales Olweus define el Bullying diciendo que “un alumno está siendo maltratado victimizado cuando él o ella está expuesto repetidamente y a lo largo del tiempo a acciones negativas de otro grupo de estudiantes”. Olweus ha matizado las acciones negativas en arias ocasiones, por ejemplo, en la definición de Bullying que presenta en su cuestionario modificado señalando que hace referencia a decir cosas desagradables, poner motes, ignorar, excluir, golpear, amenazar, etc. En cambio, independientemente de las formas de agresión que se utilicen, las características que según Olweus, definen el Bullying son tres: intencionalidad, persistencia en el tiempo y abuso de poder. En la década del ochenta e inicio de los noventa, y a partir de los estudios preliminares de Olweus en Noruega y Suecia, investigadores de Finlandia, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Japón, España, Países Bajos, Irlanda, y Australia, a quienes cita Olweus en el año 1998, obtuvieron datos que confirmaban la existencia del Bullying en sus respectivos países, concluyendo que se presentaba en igual proporción a la de los estudios pioneros (5 % a 10 %) o en muchos casos superior, y en algunos países hasta el 30% de los estudiantes y de las estudiantes eran víctimas de agresiones frecuentes. Los datos de investigaciones transculturales como la llevada a cabo por Inglaterra, Holanda y Japón al final de los noventa, indican que el problema existe en proporciones similares aún en contextos étnicos diversos, con diferentes tradiciones y marcos culturales.

Un gran aporte es el de Ortega (1998) cuando explica las dos leyes que mantienen el maltrato entre escolares: la ley del silencio y la ley del dominio sumisión. Según Ortega estas dos leyes son las que posibilitan que el Bullying se mantenga. Por un lado, las personas implicadas directamente mantienen un vínculo por el cual uno aprende a dominar y otro, a ser sumiso a esta dominación. Por su parte, Rigby (2002) ha limitado el Bullying al abuso sistemático de poder de uno sobre otro u otros. Cerezo 2001, lo plantea desde una perspectiva grupal que incluye no solo a los protagonistas sino todo el grupo de iguales donde se producen situaciones de maltrato. Se trata de un fenómeno que presenta al menos dos tipos de problemáticas bien diferentes, por un lado la que viven los principales implicados; el actor de las agresiones o Bully; y el otro lado el receptor de la misma o víctima (aunque, en ocasiones puede suceder que el alumno participe en los dos roles) pero también, paralelamente afecta al grupo de observadores o “no implicado en aspectos de desarrollo psicosocial y afectivo. Numerosos estudios sitúan el Bullying como una manifestación de malas relaciones interpersonales entre alumnos. Se plantea la influencia que puede tener la trama de relaciones que se genera en el grupo o aula y hasta que punto la víctima lo es, no solo de los ataques de un agresor sino del clima social que vive el grupo, que como sistema cerrado, lo excluye, mientras que el agresor cuenta con apoyos personales y cobra relevancia social.

Son muchos y a nivel mundial los esfuerzos actuales para comprender y detener el fenómeno del Bullying en los colegios. Este interés se mantiene por la consistencia de los resultados de las investigaciones en cuanto a las consecuencias negativas sobre la salud y bienestar emocional de aquellos y aquellas que son repetidamente blanco de agresiones por parte de sus propios compañeros y compañeras de colegio, al extremo de que en algunos casos este comportamiento se relaciona con el suicidio de la víctima, como lo sucedido en Noruega a finales de 1982, según la información publicada en los periódicos locales sobre el suicidio de tres jóvenes entre 10 y 14 años que eran víctimas de grave acoso por parte de sus compañeros y compañeras, lo que fue el inicio en ese país de una fuerte campaña nacional contra los problemas de víctimas y agresores o agresoras En años más recientes son bien conocidas por su amplia difusión en medios masivos de comunicación la tragedia en abril de 1999, del Columbine High School en Colorado (U.S.A.), en la cual dos jóvenes de quince años se suicidaron después de asesinar a quince de sus compañeros y compañeras de colegio, y el suicidio en 2004 en Hondarribia (España) de un joven de 14 años; en los dos dramáticos casos se pudo comprobar que habían sido durante años víctimas de comportamientos agresivos por parte de sus compañeros y compañeras de clase.

A pesar de que las noticias sobre este problema se pueden encontrar por lo menos desde el siglo XIX, cuando el escritor Tomas Hughes en 1857 publicó su libro “Tom Brown’s School Days”, en el cual relata los efectos dañinos del Bullying en escuelas públicas de Inglaterra y que en su momento causó un gran debate público, es sólo hasta la década del setenta que el profesor Dan Olweus estudia sistemáticamente el fenómeno sobre la naturaleza y efectos del Bullying en las escuelas Escandinavas. Desde entonces se han realizado estudios en escuelas de diversos países en todos los continentes, que confirman la existencia del problema y las consecuencias negativas que a corto y largo tiempo sufren quienes han padecido el problema en sus años escolares.

Entre los estudios que se han realizado en Latinoamérica, se cuenta con una investigación realizada para el 2006 en Cali, Colombia Se efectuaron 2.542 encuestas a estudiantes de sexto, séptimo y octavo grado de catorce colegios de la ciudad, tomando en cuenta edad, género y estrato socioeconómico demostrando la presencia de “Bullying” en el 24.7% de los encuestados, expresado en comportamientos de intimidación o agresión verbal, física y psicológica en estudiantes de ambos géneros de todos los estratos socioeconómicos.

En Uruguay, se estudió agresión entre pares (Bullying) en un centro educativo de Montevideo, a 607 estudiantes de enseñanza media de 11 a 17 años, en el 2006, los resultados obtenidos son consistentes con la literatura pero también brindan nuevos “insights”. Los varones presentan, más que las chicas, una actitud facilitadora de la violencia, comportamientos agresivos físicos y verbales, conjuntamente con un menor control de impulsos. Duplican a las jóvenes en pelear físicamente y hacer bromas a costa de los compañeros. En cuanto a las influencias externas, la actitud conciliadora de los adultos es más reconocida por las mujeres mientras que los varones tienden más que ellas a vincularse con compañeros transgresores. En el caso de Venezuela existen diversas investigaciones enmarcadas en la violencia escolar, pero en el área del tipo de violencia denominado Maltrato entre Iguales, son pocos los estudios realizados, sin embargo investigaciones como la de Arellano, Méndez y Nava (2006) que tuvo como unidad de estudio la Escuela Técnica Industrial Juan Ignacio Valbuena, en Cabimas- Edo Zulia, hacen referencia a que 62,1 % de los docentes

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