EGIPTO ANTIGUO
ALLYCGEnsayo17 de Diciembre de 2014
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EGIPTO ANTIGUO
Los historiadores y la egiptología, han dividido la historia en estos períodos: predinástico, imperio o reino antiguo, imperio o reino medio, imperio o reino nuevo y decadencia.
El Imperio Antiguo se sitúa el Primer Período Intermedio, y entre el Imperio Medio y el Nuevo está el Segundo Período Intermedio. El período de Decadencia, también se llama Tercer Período Intermedio.
Período Predinástico
Imperio o Reino Antiguo (3.100-2.160 a.C.)
Los ascendientes de los egipcios fueron pueblos nómades del norte del continente africano y semitas de Asia, quienes agrupados en clanes migraron y se instalaron a orillas del río Nilo, hacia el año 5.000 a.C., convirtiéndose en sedentarios y agricultores. Se distribuyeron a lo largo del Alto Egipto y el Bajo Egipto.
A finales del cuarto milenio, el rey Narmer, del Alto Egipto, conquistó el norte y unificó los dos reinos fijando como capital a Menfis. Así se formó el primer Estado en la historia de la humanidad y también se inició el período de las dinastías, o sea, de la serie de reyes pertenecientes a la misma familia.
Las dos primeras dinastías llevaron al pueblo egipcio a un período de gran prosperidad económica. En la III dinastía destacó el rey Zoser. En la dinastía XVIII, el rey de Egipto comenzó a llamarse faraón, que significa "gran casa" o "lugar del templo", esto porque originariamente se refería al palacio y no al morador principal, pero por costumbre se llama faraones a los reyes de Egipto desde las primeras dinastías.
Los faraones sucesores de Zoser (Snefru, Keops, Kefrén y Micerinos) en el período de la IV dinastía (2.613 a.C.) comenzaron la edificación de las monumentales pirámides. También es reconocida porque la civilización egipcia alcanzó su época de mayor auge, porque se produjo la expansión territorial y se impulsó el comercio marítimo en el Mediterráneo oriental.
Con la VI dinastía, el faraón Pepi II propició el traspaso del poder del faraón a los gobernadores de las provincias o nomos. Esta medida, más las invasiones asiáticas y las revueltas populares, provocaron, al final de este reinado, un gran desorden popular y una desorganización política.
Los faraones de las cuatro últimas dinastías del Reino Antiguo nada pudieron hacer para remediar el caos en que había caído el imperio. A este período se le llama Primer Período Intermedio y dejó como legado un gran número de textos literarios que manifiestan la desesperanza con que los egipcios veían el trastorno de su mundo, antes estable y ordenado.
"En Egipto se llamaban las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás." Bossuet, Jacques Benigne
Imperio o Reino Medio (2.040-1.786 a.C.)
Imperio o Reino Nuevo (1.567-1.085 a.C.)
Después de una larga etapa de confusión y guerra civil, hacia el 2.000 a.C. vino la salvación de Egipto de manos de la XI dinastía, originaria de Tebas. Esta dinastía marcó uno de los momentos de mayor esplendor del Egipto Antiguo y contó con importantes faraones, como Amenemhet I, Sen-Usret I, Amenemhet II, Sen-Usret II y Amenemhet III. Todos ellos llevaron a cabo victoriosas campañas militares y condujeron al pueblo egipcio a su edad de oro.
En la XIII dinastía se produjo la desintegración del Estado, lo que provocó que, hacia la XIV dinastía, los hicsos invadieran Egipto. Los faraones de la XVII dinastía de Tebas, conocidos como tebanos, emprendieron la reconquista y lograron vencer a este pueblo invasor. El período entre las dinastías XIII y XVII se denomina Segundo Período Intermedio (1.786-1.567 a.C).
Ahmosis I, de la dinastía XVIII, logró expulsar definitivamente de Egipto a los hicsos y pudo restablecer el gobierno. Sus sucesores, Amenofis I y Tutmosis I, lograron extender las fronteras del imperio e iniciaron una nueva época de esplendor. Luego vino un período de confusión que terminó con el gobierno de Tutmosis III, que llevó el dominio egipcio hasta el río Eufrates. Egipto se convertía, así, en el imperio más importante de Oriente.
Durante los dos reinados siguientes se vivió una época de paz. Amenofis IV llevó a cabo una reforma religiosa que consagraba a Atón como único dios y por ello trasladó la capital a la ciudad de Aketatón. Su sucesor, Tutankamón, se vio obligado a restablecer el culto tradicional porque los sacerdotes de Amón y el pueblo se opusieron a la reforma anterior. Con Ramsés II, la ciudad de Tebas alcanzó una gran prosperidad y representó el último gran momento de Egipto.
Menefta, de la dinastía XIX, se enfrentó a los libios y a los pueblos del mar (pueblos de Asia Menor y los aqueos) que amenazaban a Egipto. Ramsés III logró rechazar a estos pueblos y mantener la paz por algunos años, pero el imperio ya estaba debilitado y había perdido su influencia en el Cercano Oriente.
Decadencia del imperio o Tercer Período Intermedio
Con el reinado de Sheshonq I, de la dinastía XXII, el imperio quedó dividido y fue ocupado por distintos pueblos. En el siglo VI a.C. se producen los primeros signos de recuperación cuando Psamético I, logró expulsar del territorio a las tropas asirias que habían permanecido allí por casi veinte años.
En los siglos siguientes, entre guerras, invasiones, nuevas ciudades, luchas por el poder, gobernaron o tuvieron grandes influencias en Egipto los pueblos caldeo, judío y persa.
Los egipcios perdieron su independencia definitiva con la conquista de Alejandro Magno y luego la invasión romana, Egipto volvería a ocupar un lugar central en Oriente y en el Mediterráneo.
EL ARTE EGIPCIO
Entre el V y el IV milenio a.C. se desarrollaron diversas culturas neolíticas dispersas entre el delta y el valle del río Nilo, conocidas por los abundantes restos arqueológicos. Se trata de culturas agrícolas que, conocían los metales.
La cerámica
En esta etapa tuvo lugar un gran desarrollo de la cerámica, en un principio lisa, roja, negra o parda, con decoración incisa. También se decoró los recipientes con pintura de color blanco y representaciones figurativas entre ellos a los: animales, vegetales, figuras humanas y motivos abstractos.
Hacia mediados del IV milenio a.C. se extendió por todo el valle un tipo de cerámica que perduraría hasta la época de las primeras dinastías. Se trata de alfarería, este tipo de cerámica representa motivos ocupando toda la superficie de las vasijas, o combinaciones con figuras humanas o animales muy esquemáticas, de trazos lineales muy simples. Abundan también las representaciones de embarcaciones con numerosos remos navegando en las aguas del río.
Características
Claridad
Los antiguos egipcios a menudo combinaban imágenes artísticas con escrituras jeroglíficas, lo que implicaba que el resultado debía mantenerse claro para lograr su objetivo. Todas las piezas, ya sean pinturas o estatuas, siempre tienen formas claramente definidas. Las pinturas dejan espacio entre las imágenes esbozadas para conservar su foco y las estatuas tienen bordes afilados para que se destaque cada detalle.
Color
El color juega un papel muy importante en el arte del Antiguo Egipto. Las sencillas columnas y estatuas de piedra que vemos hoy presentan un color desgastado, pero en la antigüedad la piedra estaba cubierta de pinturas brillantes. Los intensos azules, amarillos, marrones y rojos presentes en el paisaje del Nilo del Antiguo Egipto. Son estos mismos tonos los que ves hacerse eco en el arte, como en el busto de Nefertiti o la Máscara de Tutankamón.
Perspectiva
Mientras que las pinturas egipcias más antiguas contienen formas planas, siempre hay un sentido de perspectiva en las creaciones. En una pintura de un faraón en un trono, ambas figuras conservan un tamaño relativo adecuado entre sí. Los trabajadores alineados para ofrecer comida al rey también son relativos en tamaño entre sí, aunque pueden ser más pequeños que el faraón. La única excepción notable a la regla tiene que ver con los adultos en comparación a los niños. Las representaciones artísticas de los niños de la realeza eran a menudo simplemente figuras de adultos en miniatura en lugar de verdaderas formas adolescentes. De modo que una reina sosteniendo su bebé mostraba a una reina con un adulto muy pequeño en su regazo.
Las tumbas
Las primeras tumbas eran pozos circulares donde se inhumaba a los difuntos en postura fetal. Más tarde, en las las tumbas tomaron la misma forma que tenían las casas con el objeto de que el difunto se sintiese mejor acogido. La posterior evolución de las construcciones funerarias es una conjugación de estos dos tipos de tumbas.
Así, el simple hoyo excavado en la tierra se cubre exteriormente con piedras y arena, formando de este modo un bloque macizo rectangular sostenido por muros de ladrillo en talud. La estructura exterior rectangular evolucionó, siendo el origen de la posterior mastaba, la estructura funeraria que antecedió a las colosales pirámides.
La arquitectura egipcia
La cultura egipcia siempre ha estado ligada a la naturaleza. El valle del Nilo ofrece un paisaje de llanuras en las proximidades del río formando terrazas y, más allá de los desniveles, está la inmensa
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